¡¡¡ Amados !!!, ...

1 de Corintios 15: 9-11 3En primer lugar, les he enseñado lo mismo que yo recibí: Que, conforme a las Escrituras, Cristo murió por nuestros pecados; 4que también, conforme a las Escrituras, fue sepultado y resucitó al tercer día; 5y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. 6Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos aún viven, y otros ya han muerto. 7Luego se apareció a Jacobo, después a todos los apóstoles; 8y por último se me apareció a mí, que soy como un niño nacido fuera de tiempo.

9A decir verdad, yo soy el más pequeño de los apóstoles, y no soy digno de ser llamado apóstol porque perseguí a la iglesia de Dios. 10Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no ha sido en vano, pues he trabajado más que todos ellos, aunque no lo he hecho yo, sino la gracia de Dios que está conmigo. 11Pero ya sea que lo haga yo, o que lo hagan ellos, esto es lo que predicamos y esto es lo que ustedes han creído. RVC.

... en El Amor, Amados por Dios , hechos Obra de su Gracia, investidos por la restauración de la vida, de la plenitud de sus atributos, exaltados por la Divinidad a la genética de su Creador, instrumentos inusitados de su Poder, enyugados en su corazón con el Creador obrando como uno solo en la realización de las tareas propias de la "cosecha", que es fruto Espiritual de los que sembrados en corrupción-, nacen en incorrupción.

1 de Corintios 15: 34,42-44 34así que vuelvan en sí y vivan con rectitud, y no pequen, porque algunos de ustedes no conocen a Dios. Y esto lo digo para que sientan vergüenza. RVC. 42Así será también en la resurrección de los muertos: Lo que se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción; 43lo que se siembra en deshonra, resucitará en gloria; lo que se siembra en debilidad, resucitará en poder. 44Se siembra un cuerpo animal, y resucitará un cuerpo espiritual. Porque así como hay un cuerpo animal, hay también un cuerpo espiritual. RVC.

La armonía del Amor, la comunión de los nuevos nacidos con su Creador, son justicia de Dios hecha estilo de vida, pues ellos son justos como Cristo Jesus es Justo; son Evangelio evidente, estilo de vida hecho practica de Amor, respondiendo al carácter de su Señor, de su Salvador, en proceso de santificación, proceso que se encadena cada día en la justicia que obró, para unirse a la justicia en que obrará mañana, sellados en Amor por el Poder del Espíritu Santo. 

Juan 15: 1-7 »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3Ustedes ya están limpios, por la palabra que les he hablado. 4Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Así como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. 5Yo soy la vid y ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes nada pueden hacer. 6El que no permanece en mí, será desechado como pámpano, y se secará; a éstos se les recoge y se les arroja al fuego, y allí arden. 7Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá. RVC. 

El monstruoso peso del odio acumulado por todos los milenios en la conciencia de los seres humanos, esclavizados como resultado de la descomunal injusticia-pecado-, cometida contra cada uno de los que antecedieron a estos, es el pecado que cada uno de los amados  descargó sobre Cristo Jesus en la cruz; este conocimiento, privilegio de los elegidos por sus disposiciones de corazón, es el cenit de su gratitud hacia Dios, es el germen en que la vida nace, es el poder del amor armónico entre los hijos y su Padre. 

Efesios 1: 4-11 4Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia. Por su amor, 5nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad. 6Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo. 7-8 En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. 

Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y entendimiento, 9y nos ha hecho conocer el designio secreto de su voluntad. Él en su bondad se había propuesto realizar en Cristo este designio, 10e hizo que se cumpliera el término que había señalado. Y este designio consiste en que Dios ha querido unir bajo el mando de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra. 11En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la determinación de su voluntad. DHH.

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