! Mentira !, ...
Salmo 7: 14/15 14 (15) Miren al malvado: tiene dolores de parto, está preñado de maldad y dará a luz mentira. 15 (16) Ha hecho una fosa muy honda, y en su propia fosa caerá. DHH. 3 Las manos de ustedes son manos de asesinos, y tienen los dedos sucios de pecado. Sus labios están llenos de mentiras y su boca vomita corrupción. 4 A nadie le importa ser justo y honrado; las demandas legales de la gente se basan en mentiras. Conciben malas acciones y después dan a luz el pecado. Isaias 59: 3/4. NTV. 15 De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte. Santiago 1: 15. NTV.
... es la gramática en que toma forma el lenguaje de satanás; es la maquinación, la manipulación, la segunda intención que esconde la primera; es la doblez hipócrita que especula con el mal exponiéndolo como bien; es el discurso demagógico que estimula el truco, la zancadilla de unos, con y contra otros, premiándola; es la malicia que justifica la "verdad" de cada quien, encubriendo la real mentira que es; se trata de la caparazón dentro de la que agoniza la gente, pues la caparazón es la mentira que impide conseguir solución a su agonía; en fin mentira es, la roñosa, fatua, azucarada vocalización que se hace dos veces mentira, dos veces cómplice de las "verdades ajenas".
Ezequiel 13: 22 22 Ustedes, con sus mentiras, han acobardado a los buenos, cosa que yo no quería hacer, y en cambio han animado a los malvados a seguir en su mala conducta, para que yo no les dé vida. DHH. 13 »Vi que los profetas de Samaria eran tremendamente malvados, porque profetizaron en nombre de Baal y llevaron a mi pueblo Israel al pecado.14 ¡Pero ahora veo que los profetas de Jerusalén son aún peores! Cometen adulterio y les encanta la deshonestidad. Alientan a los que hacen lo malo para que ninguno se arrepienta de sus pecados. Estos profetas son tan perversos como lo fue la gente de Sodoma y Gomorra». Jeremias 23: 13/14. NTV.
Pues la complicidad engruesa la mentira, no la combate; los mentirosos obran según lo que opera en sus actos como verdad, porque lo que hacen es "el poder" en que demuestran lo que realmente son, y lo que son, es evidencia para los "interlocutores" en la que "remojan" lo que creen es su propia verdad, coincidiendo en que la verdad no es otra cosa que la apologia de la mentira, expresada con arrogancia "respetuosa" que termina por hacerlos fanáticos de aquel respeto, idolatras de la manera como su "mentira" es agasajada, y sacada adelante amablemente, amabilidad que satisface, que surte efecto de aprobación, que solapa la maquinación que socaba, toda posibilidad de cambio.
Juan 8: 43/44 43¿Por qué no pueden entender lo que les digo? ¡Es porque ni siquiera toleran oírme! 44 Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira. NTV. 9 El hombre maligno aparecerá por obra de Satanás y tendrá mucho poder para hacer señales milagrosas y falsas maravillas. 10 Por maldad, él hará todo lo que pueda para engañar a los que están perdidos porque no aceptaron amar la verdad para ser salvos. 11 Por tanto, Dios les envía un poder engañoso que actúe en ellos y los haga creer en la mentira. 2 de Tesalonicenses 2: 9/11. PDT.
Toda voz que no sea gramaticalmente diabólica, es decir que no exalte la verdad mundanal, carnal y diabólica, es rechazada como ofensa, como "falta de respeto" por lo que cada uno cree, es decir de la verdad de cada quien; no es amable socarronería que hace del socarrón dos veces mas merecedor del infierno, pues acumula pecado sobre pecado; el primero su convicción de "ser bueno, muy bueno", el segundo, la completa y exacta indiferencia por los "demás", estos que por mucho, solo acepta como lisonjeadores de su "bonitud", como fans de su doble existencia, los aduladores que lo envidian en secreto, porque en secreto, es que comparten su mezquina depravación.
Lucas 11: 43/46 43¡Ay de vosotros, fariseos, que os gusta ocupar los lugares preferentes en las sinagogas y ser saludados en público! 44 ¡Ay de vosotros, que sois como sepulcros ocultos a la vista, sobre los que pisa la gente sin saberlo!45 Uno de los doctores de la ley le contestó: — Maestro, diciendo esto nos ofendes también a nosotros. 46 Pero Jesús continuó: — ¡Ay también de vosotros, doctores de la ley, que cargáis a los demás con cargas insoportables que vosotros mismos no estáis dispuestos a tocar ni siquiera con un dedo! BLP. 15 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorren mar y tierra en busca de seguidores, y una vez que los consiguen, los hacen dos veces más hijos del infierno que ustedes mismos. Mateo 23: 15. RVC.
La voces sociales y religiosas que articulan gramática de mentira, son en verdad ensordecedores aullidos de demonios disfrazados de lobos; esos gruñidos que fascinan a las ovejas torpes, erráticas, necias, indefensas por completo y extremadamente asustadizas, tan cierto como que los mas 7.550 millones de seres humanos, se mueven de aqui allá, y allá aca, nerviosamente, llenos de incertidumbre, aterrorizados por la "novedades" que les presenta el autentico terrorista, el dios de este "mundo", que usa todos los medios de su propiedad, mediante las imágenes y voces de las estrellas, de los ídolos, que recogen para él la gigante masa de pecado, de pecado imperdonable.
Jeremias 51: 54/56 54 Se oyen gritos pidiendo auxilio en Babilonia, intenso llanto en el país de los caldeos; 55 es que el Señor devasta Babilonia, pone fin a todo su griterío, aunque bramen como las olas del océano y alcen sus voces tumultuosas. 56 El devastador ataca Babilonia: sus soldados caerán prisioneros, sus arcos serán destrozados, porque el Señor, Dios que retribuye, les va a dar lo que merecen. BLP. 22 —Entonces, ¿qué hago con Jesús, llamado el Mesías? —preguntó Pilato. —¡Crucifícalo! —le contestaron a gritos.23 —¿Por qué? —insistió Pilato—. ¿Qué crimen ha cometido? Pero la turba rugió aún más fuerte: —¡Crucifícalo! Mateo 27: 22/23. NTV.