Me has, ...

Lucas 10: 25/29 25Por entonces, un doctor de la ley, queriendo poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta: — Maestro, ¿qué he de hacer para alcanzar la vida eterna? 26Jesús le contestó: — ¿Qué está escrito en la ley de Moisés? ¿Qué lees allí? 27Él respondió: — Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu inteligencia; y a tu prójimo como a ti mismo. 28Jesús le dijo: — Has respondido correctamente. Haz eso y vivirás. 29Pero aquél, queriendo justificarse a sí mismo, le preguntó a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?» BLP.
 
 ... confirmado, me has puesto en alto, pues mi verdadero nombre es "projimo", eso es lo que soy, soy  mi propio projimo, soy la respuesta que justifica mi nueva pregunta: "Y quien es mi projimo?", pues a Dios no lo conozco, como podría amarlo, ... debería peguntarte Creador, que es amor?, mas no es necesario porque en mi erudición descansa decir lo que es amor, y como podría ser distinto lo que dice la ley sobre el amor, sino la crónica, la arraigada manera de verme y sentirme el centro de todo lo que me rodea, y como centro de todo, el que debe "ser amado" por la gente que ha de aprender que  su obligación es "amarme" porque soy su projimo".
 
Lucas 10: 30/35  30Jesús le respondió: «Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones, que le robaron todo lo que tenía y lo hirieron, dejándolo casi muerto. 31Por el camino descendía un sacerdote, y aunque lo vio, siguió de largo. 32Cerca de aquel lugar pasó también un levita, y aunque lo vio, siguió de largo. 33Pero un samaritano, que iba de camino, se acercó al hombre y, al verlo, se compadeció de él 34y le curó las heridas con aceite y vino, y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura y lo llevó a una posada, y cuidó de él. 35Al otro día, antes de partir, sacó dos monedas, se las dio al dueño de la posada, y le dijo: “Cuídalo. Cuando yo regrese, te pagaré todo lo que hayas gastado de más.”. RVC. 
 
Aquel doctor en la ley, el odio puesto de pie ante el Creador; es en esta escena el desgarrador monumento a la religiosidad de los ciegos seres humanos que existen sin poder ver a Dios aunque lo tengan de frente, este junto con el sacerdote y el levita, practicantes aventajados de la ley, padecen de la misma ceguera espiritual que le impide ver a Dios que es Amor; es la ceguera que obra con malicia frente a la genuina manifestación del amor, puesta ante los tres en la persona del samaritano moribundo; el odio que los invade, que es ego-amor por si mismos, es en cambio la manifestación del lugar que tienen dentro de la arena movediza del infierno, en la que se hunden "lento pero seguro"      
 
Lucas 10: 36/37 36De estos tres, ¿cuál crees que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?» 37 Aquél respondió: «El que tuvo compasión de él.» Entonces Jesús le dijo: «Pues ve y haz tú lo mismo. RVC. Recuerda que en los últimos días llegarán tiempos difíciles. La gente se volverá egoísta, amante del dinero, fanfarrona y orgullosa. Se insultarán unos a otros, no obedecerán a sus padres, no darán ni las gracias y serán mundanos. No sentirán afecto por los demás ni estarán dispuestos a perdonarlos. Hablarán con maldad, estarán fuera de control, serán crueles y odiarán el bien. En esos mismos días, la gente traicionará a sus amigos, actuará sin pensar, se enorgullecerá de lo que sabe y en vez de amar a Dios, amará los placeres. Parecerán ser muy religiosos, pero con su manera de vivir demostrarán que en realidad rechazan servir a Dios; no te metas con esa gente. 2 de Timoteo 3: 1/5. PDT. 
 
El doctor de la ley, el sacerdote y el levita, estaban convencidos de "tener la vida eterna", como resultado de las prácticas religiosas, que por la manera como nos la revela El Señor, creen que Dios padece de la misma ceguera que los tiene sumidos en las tinieblas, pues socarronamente roen sus conciencias inundadas de odio es decir de pecado, convencidos que su hipocresía farisea, se conserva en impunidad ante aquel del que creen es la autoridad de lo que vanamente repiten como "vida eterna", ignorantes viciosos de la Vida, del Amor, ignorantes de Dios, ignorantes de la eternidad en que "vive" Dios y los que reciben de El la vida como Don gratuito, en Cristo Jesús.  
 
Romanos 2: 7/13 7Dios dará vida eterna a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria, honra e inmortalidad; 8pero castigará con ira a los que por egoísmo se rebelan y no obedecen a la verdad, sino a la injusticia. 9Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen lo malo, en primer lugar para los judíos, pero también para los que no lo son. 10En cambio, habrá gloria, honra y paz para todos los que hacen lo bueno, en primer lugar para los judíos, pero también para los que no lo son; 11porque ante Dios todas las personas son iguales. 12Así que todos los que han pecado sin haber tenido la ley, perecerán sin la ley, y todos los que han pecado bajo la ley, serán juzgados por la ley. 13Porque Dios no considera justos a los que simplemente oyen la ley sino a los que la obedecen. RVC. 
 
Los "cardiólogos espirituales", son los cristianos dotados por Dios de corazón; son los que recibieron el trasplante Divino, retirando a roca que yacía en su pechos, para llenar el "espacio" con corazones de carne, capaces de recibir y dar amor, son personas que viven, porque la vida vino a ellos junto con el corazon que es la habitación en que mora Cristo Jesús su Creador, su Señor y Salvador; son la autoridad superior en asuntos del corazón porque de sus corazones emana la Vida, el Don que Dios les dio para dedicarlo a "preparar" a las criaturas que hayan sido encontradas dispuestas, para que el precioso cirujano, realice el milagro de la Vida en ellos, cerca de la cruz, testigos de la tumba vacía.   
 
1 de Corintios 13: 4/10,13 4Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, 5ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; 6es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. 7Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.  8El amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos. 9Porque los conocimientos y la profecía son cosas imperfectas, 10que llegarán a su fin cuando venga lo que es perfecto. 13Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor. DHH./NBD.   

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