El fuero, ...

1 de Juan 5: 14/15 14Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. 15Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. NBD. 31Bien sabemos que Dios no escucha a los pecadores; solamente escucha a los que lo adoran y hacen su voluntad. Juan 9: 31. DHH.
 
... de la muerte es el pecado, por eso es el objetivo principal del sistema religioso en la deliberada manipulación del carácter de Dios que nos es revelado en su Palabra la Biblia; desarticular la Santidad, la Justicia y el Amor de Dios, da como resultado articular el pecado, la injusticia y el odio, que son los postulados en que se conoce el carácter de satanás, el dios de este mundo, entonces queda al descubierto como es que se cumple la voluntad de Dios y como la voluntad del diablo.
 
Efesios 1: 7/10 7Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. 8Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento. 9Ahora Dios nos ha dado a conocer su misterioso plan acerca de Cristo, un plan ideado para cumplir el buen propósito de Dios. 10Y el plan es el siguiente: a su debido tiempo, Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la autoridad de Cristo, todas las cosas que están en el cielo y también las que están en la tierra. NTV.
 
La Voluntad de Dios tiene como marco de manifestación la Santidad, la Justicia y el Amor, y esta centrada en solucionar la insoluble consecuencia del pecado que es la muerte, para devolver a sus criaturas la vida, restaurando la comunión que solo es posible cuando "hay vida" que es la dinámica en que se conoce el amor; Dios por su "propia iniciativa" y sin que lo mereciéramos, levantó la cruz y permitió que Cristo Jesus muriera, pagando con su sangre el precio de la liberación de la muerte.  
 
2 de Corintios 4: 3/5 3Si la Buena Noticia que predicamos está escondida detrás de un velo, solo está oculta de la gente que se pierde. 4Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.5Como ven, no andamos predicando acerca de nosotros mismos. Predicamos que Jesucristo es Señor, y nosotros somos siervos de ustedes por causa de Jesús. NTV.
 
El sistema religioso, se exhibe en la opulencia de su éxito y prosperidad, predicando el evangelio de satanás que encubre el pecado, el pecado que maliciosamente ha sido sacado del contexto en que Dios confronta la existencia inútil en vía al infierno; "cobran" hasta donde son asquerosamente millonarios por las "oraciones-rezos", con los que prometen que cada uno sera tan millonario como ellos; y afirman; !dios los bendecirá, a cambio de lo que pagan, esa es su voluntad!.
 
Isaías 56: 10/12  10Los centinelas de Israel son ciegos, Ninguno sabe nada. Todos son perros mudos que no pueden ladrar, Soñadores[a] acostados, amigos de dormir; 11Y los perros son voraces[b], no se sacian[c]. Ellos son pastores que no saben entender. Todos se han apartado por su propio camino,
Cada cual, hasta el último, busca su propia ganancia. 12“Vengan,” dicen “busquemos[d] vino y embriaguémonos de licor; Y mañana será como hoy, sólo que mucho mejor.”
 NBLH. 
 
Las criaturas que se alinean para formar la gigante masa de ignorancia acerca de Dios, descansan "seguros" en lo que repiten sin cesar rotulado de diferentes maneras incluida la que llaman oración, encadenados a  la mentira que oyen con tal atención que llegan al éxtasis, codiciando los aviones, los vehículos, las mansiones, el turismo que llaman misiones, el aplauso, los millones de "cliks", en sus portales de ignominia, porque no saben del temblor que invade a los que les predican.      
 
Santiago 2: 19 19Tú crees que hay un solo Dios, y en esto haces bien; pero los demonios también lo creen, y tiemblan de miedo. DHH.21»No todos los que me dicen: “Señor, Señor”, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial. 22Aquel día muchos me dirán: “Señor, Señor, nosotros comunicamos mensajes en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros.” 23Pero entonces les contestaré: “Nunca los conocí; ¡aléjense de mí, malhechores!” Mateo 7: 21/23 DHH.  

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