Habito, ...

Romanos 2: 4/5,11 4Tienes que entender que Dios ha sido muy paciente y bondadoso contigo, esperando que cambies. Pero tú piensas que su paciencia nunca termina y no te das cuenta de que él es bueno contigo para que cambies tu vida. 5Pero eres terco y no quieres cambiar, así que sigues acumulando la ira de Dios. El castigo te llegará el día en que Dios muestre toda su ira. Ese mismo día, Dios mostrará que juzga correctamente y con justicia. 11 Dios juzga a todos por igual y sin favoritismos. PDT. 22Esta justicia de Dios llega, mediante la *fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, 23pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, 24pero por su gracia son *justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.[a] Romanos 3: 22/24. NVI. 
 
... lo que por su continua repetición, práctica o experiencia, se anida en el carácter de los individuos reseñando notoriamente su proceder, aquella forma de "actuar" que se hace "habitual"; dicho desde otro ángulo, los hábitos son responsables ante los demás individuos como testimonio del estilo individual de "vida"; son los hábitos aquellos estigmas del carácter de la gente que la ciencia medica psicológica, asegura representan un reto para los "afectados", cuando lo que se requiere es cambiarlos.
 
Romanos 12: 2 No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios transforme su vida con una nueva manera de pensar. Así podrán entender y aceptar lo que Dios quiere para ustedes y también lo que es bueno, perfecto y agradable a él. PDT2Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos, 3y dijo: «De cierto les digo, que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Mateo 18: 2/3. RVC.
 
Cuando el pecado es "habitual", la conducta es pecaminosa, el carácter es fruto de los hábitos que dominan la conducta, de manera que la manera de "vivir" tiene como fundamento el pecado, ejerciendo su poder esclavizando a los individuos, que se caracterizan en medio de la sociedad y del sistema religioso, dentro del constante debate acerca de los hábitos-pecados- de individuos, de grupos y de naciones, que tienen posición en el "mundo", según sean mas o menos notorios los hábitos, sobre los que se definen las posiciones de liderazgo.  
 
Salmo 53: 1/3 Dentro de sí dicen los necios: «Dios no existe.» Corrompidos están. Sus hechos son repugnantes. No hay nadie que haga el bien. 2Desde el cielo, Dios observa a la humanidad para ver si hay alguien con sabiduría que busque a Dios. 3Pero todos se han desviado; todos a una se han corrompido. No hay nadie que haga el bien; ¡ni siquiera hay uno solo! RVC.  7Aléjate de la persona insensata, pues no recibirás saber de sus labios. 8La sabiduría del prudente le hace conocer su camino, la necedad de los estúpidos es un fraude. 9Los necios se burlan del pecado; los hombres rectos se ganan la buena voluntad. Proverbios 14: 7/9. BLP/RVC      
 
El liderazgo social y religioso, navegando en la fragilidad de su fe, eleva a niveles de proclamación y exaltación, lo que hacen miles de sus individuos incapaces de vivir haciendo del bien el "habito" de su estilo de vida, de modo que se visten con hábitos de diferentes clases y significados, para así vestidos "hacer el bien", van de un lugar a otro, en la lejanía, que les garantice maximizar el "sacrificio", satisfaciendo su "ego ejecutor", en competencia aparentemente pasiva frente a los "otros vestidos de Hábitos" que pudieran demeritar su habito de hacer el bien.
 
Mateo 23: 15  15 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que recorren tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo han logrado, hacen de él una persona dos veces más merecedora del infierno que ustedes mismos. DHH.  16Esa gente vive en la oscuridad, pero han visto una gran luz; una luz ha brillado para ellos que viven en una tierra oscura como la muerte». [a17Desde entonces, Jesús comenzó a anunciar: «Cambien su manera de pensar y de vivir porque el reino de Dios ya está cerca». Mateo 4: 16/17. PDT.  

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