La gente, ...

Marcos 8: 27/29 Jesús y sus discípulos salieron hacia las aldeas de Cesarea de Filipo. En el camino les preguntó: —¿Quién dice la gente que soy yo? —Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que uno de los profetas —contestaron. —Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? —Tú eres el Cristo —afirmó Pedro. NVI.

... Y ustedes, son dos campos que El Creado identificó, desarrollando los fundamentos, en la experiencia de los discípulos, fundamentada a su vez en la "experiencia como seres humanos "en que formaron parte de "la gente" y en ese tiempo de la intimidad que disfrutaban con Cristo Jesús; las respuestas de las que testificaron los discípulos, forman parte de los fundamentos en que la gente se desarrolla como parte de la sociedad y la religión.

Juan 4: 28/29 La mujer dejó su cántaro, volvió al pueblo y le decía a la gente: —Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Cristo? NVI. Una vez más los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús les dijo: —Yo les he mostrado muchas obras irreprochables que proceden del Padre. ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear? —No te apedreamos por ninguna de ellas sino por blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces pasar por Dios. ‭Juan‬ ‭10‬:‭ 31/33‬ NVI.

Los mejores intentos de la gente por entender la Persona del Creador del Universo del Mesías, del Cristo, contenían rudimentos de la superficialidad religiosa, atreviendose, como se atreve siempre, a salpicar lo Sagrado con espiritismo, y manipulaciones edificadas sobre la absoluta ignorancia acerca de su propia naturaleza y del origen de la misma, es así como tratan de justificar lo que no entienden, como sucesos de muertos ocupando cuerpos.

Mateo 12: 22/24 Llevaron a Jesús un hombre ciego y mudo, que estaba endemoniado, y Jesús le devolvió la vista y el habla. Todos se preguntaban admirados: «¿Será éste el Hijo de David?» Al oír esto, los fariseos dijeron: «Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien le ha dado a este hombre el poder de expulsarlos.» DHH.

Es un hombre, gruñían los seres humanos que navegaban y navegan en el espeso fango de la mentira religiosa que es capaz de nombrar y de identificar al demonio que es su esclavizador, con el fin de envilecer la obra que por su perfección que es Amor, los revuelca en ese fango del que salen muy bien urdidas las patrañas con las que desacreditan, ridiculizan, desvaloran, ante la gente lo "que ese hombre hace".

Juan 8: 43/45 ¿Por qué no pueden entender lo que les digo? ¡Es porque ni siquiera toleran oírme! Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira. Por eso, es natural que no me crean cuando les digo la verdad. NTV.

Y ustedes, ¿quien dicen que soy yo?; Cristo Jesús trajo a sus discípulos, a su familia, a su iglesia, de lo general de la gente, de los seres humanos, a la íntimo, a lo familiar, a lo personal, la cercanía de la pregunta causó que sus seguidores, volvieran sus ojos a El, confrontado su realidad como discípulos, examinando cuidadosamente si estos se veían y se sentían como alumnos de gran hombre muy sabio, o si en verdad sabían que su Maestro era el Cristo.

Juan 21: 13/17 Entonces Jesús les sirvió el pan y el pescado. Esa fue la tercera vez que se apareció a sus discípulos después de haber resucitado de los muertos. Después del desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? —Sí, Señor —contestó Pedro—, tú sabes que te quiero. —Entonces, alimenta a mis corderos —le dijo Jesús. Jesús repitió la pregunta: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? —Sí, Señor —dijo Pedro—, tú sabes que te quiero. —Entonces, cuida de mis ovejas —dijo Jesús. Le preguntó por tercera vez: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que Jesús le dijera la tercera vez: «¿Me quieres?». Le contestó: —Señor, tú sabes todo. Tú sabes que yo te quiero. Jesús dijo: —Entonces, alimenta a mis ovejas. NTV.

La eternidad de Dios nos compele a tomar lugar en este tiempo y en el lugar en que estemos, y ya situados responder la pregunta que nos es formulada por el Creador para con certeza personal confirmarle si somos parte de la gente o de "ustedes"; es que ser parte del "ustedes" es saberse cristiano, tan intimo con Dios que su Unigénito Cristo Jesús habita en el corazón, colmándolo de Amor que es la Vida que obra para "alimentar a las ovejas del Señor.

Colosenses 1: 13/20 Dios nos libró del poder de las tinieblas y nos llevó al reino de su amado Hijo, por quien tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Cristo es la imagen visible de Dios, que es invisible; es su Hijo primogénito, anterior a todo lo creado. En él Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, tanto lo visible como lo invisible, así como los seres espirituales que tienen dominio, autoridad y poder. Todo fue creado por medio de él y para él. Cristo existe antes que todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él, que es el principio, fue el primero en resucitar, para tener así el primer puesto en todo. Pues en Cristo quiso residir todo el poder divino, y por medio de él Dios reconcilió a todo el universo ordenándolo hacia él, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz.‬ DHH.

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