Tamaño y medida, ...

Miqueas 5: 10/15 «En aquel día —dice el Señor — mataré a tus caballos y destruiré tus carros de guerra. Derribaré tus muros y demoleré tus defensas. Pondré fin a toda la brujería y no habrá más adivinos. Destruiré todos tus ídolos y columnas sagradas, para que nunca más adores la obra de tus propias manos. Quitaré tus altares idólatras con las imágenes de Asera y destruiré tus ciudades paganas. Derramaré mi venganza sobre las naciones que se niegan a obedecerme». NTV.

... del carácter humano, es lo que le da forma y nombre a todo lo que se opone a Dios, a todo lo que compite con El, a todo lo que activa la Justicia de Dios, causando la conmoción del orden regulador de todo lo creado, para que las decisiones  humanas  ocurran, ciertamente venga sobre ellos, como consecuencia de la Voluntad soberana y permisiva de Dios.  

Al asimilar el pecado a la inestable y altamente explosiva nitroglicerina, que ha sido ejemplarizante en los últimos días de nuestra devoción, también hemos entendido que los seres humanos, llevando a cuestas por las espaciosas autopistas de sus existencias tan mortal "carga", llegado el tiempo y conforme al corazón de cada quien, resbalará, "la carga explotara" y recibirá la paga, que es la muerte.

Lucas 13: 2/5 Jesús les respondió: «¿Ustedes piensan que lo que les pasó a ellos fue porque eran más pecadores que la demás gente de Galilea? ¡No! Pero les digo que si ustedes no cambian su manera de pensar y de vivir, morirán también como ellos. O miren lo que les pasó a los dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé les cayó encima. ¿Piensan que eso les pasó porque eran más culpables que el resto de la gente que vivía en Jerusalén? ¡No! Pero les digo que si ustedes no cambian su manera de pensar y de vivir, morirán también como ellos». PDT.

La consumación del Amor de Dios, que nos fue revelado aquí en la tierra, trajo como resultado, la "desactivacion" del poder destructivo de la muerte causada por la nitroglicerina que cada quien cargaba sobre su humanidad; hasta no soltar la carga que nos negamos a abandonar, no estaremos en libertad para avanzar en el camino que ha trazado Cristo Jesús, a quienes por Amor lo obedecen, aquellos que lo han recibido como Su personal Señor y Salvador.

Galatas 2: 20 Ahora ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y mientras vivo en este cuerpo, vivo por fe en el Hijo de Dios, quien me amó y entregó su vida para salvarme. PDT.

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