El desafio, ...

Juan 3: 3,6/7 Jesús le dijo: —Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios. Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu. No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo. TLA.

... de mayor proporción a que es sometida la razón y la lógica humana, es la existencia de Dios; no es extraño porque la relación de los seres humanos con el "mundo", es estrictamente sensorial- a través de los sentidos- y Dios es esencialmente "intocable", porque es Espíritu, de manera que la concepción de Dios para los hombres es irrazonable e ilógica.

Romanos 1: 19/20 Lo que se puede conocer de Dios, ellos lo conocen, pues Dios mismo se los ha revelado. Desde que el mundo fue creado, la humanidad ha contemplado toda la creación que le muestra el eterno poder de Dios y el hecho de que él es verdaderamente Dios. Así, lo invisible de Dios se deja ver por medio de la creación visible, por lo que nadie podrá excusarse diciendo que no sabía si Dios existía o no. NBD.

Así las cosas el creador Dios todopoderoso, conocedor de la limitación humana para aceptarlo en el orden Espiritual, consecuencia de la separación que ocurrió al morir espiritualmente como consecuencia del pecado, El proveyó la perfecta solución enviando a su Hijo Unigénito en forma humana completa, para que en El la humanidad pudiera reconocerlo de nuevo. 

Hebreos 2: 14/15 Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte. NTV.

El creador le presenta a su Padre el fruto de la obra de Amor, concebida para devolverle a los hijos su identidad que es espiritual, al vencer la muerte, declarando de viva voz Consumado es, como notificación a todos los seres espirituales que habitan en las regiones celestes, para declararlos vencidos, abriendo el orden espiritual a los redimidos en su Resurrección.

1 de Pedro 1: 3/4 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos tuvo gran compasión y nos hizo nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Así nos dio la plena esperanza de recibir una herencia que Dios tiene guardada para nosotros en el cielo; herencia que no se arruina, ni se destruye, ni pierde su valor. PDT.

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