Soberania

Marcos 10: 21/ 22 21Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: "Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; entonces vienes y Me sigues." 22Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes. NBLH.

Cuando alguien dice querer dejar de ser parte de la sociedad, y del sistema religioso, para venir a ser parte de la iglesia, que es la familia de Dios, ha de pasar por las "locuras", inentendibles, ilógicas, e impracticables que Dios dispone, como parte del proceso que es de riguroso cumplimiento.

Estos últimos tres días, hemos considerado el proceso espiritual, de la muerte, el nacimiento y Paternidad de Dios, y la armonización de nuestras mentes con la mente de Cristo Jesús. Hoy agregamos otro, el de la puesta en práctica del libre albedrío, o soberanía del hombre, que le es inherente y que es parte de su soberanía como hijo de Dios.

Igual antes, que ,después de Conocer a Cristo Jesús, acercarse a El, así como retirarse de El, es resultado de este ejercicio, del libre albedrío, que es la capacidad de cada quien, para llevar a efecto su propia voluntad. El campo en el que el libre albedrío es sometido a la mas dura prueba, es cuando escuchamos la voz de Dios.

Voz que no encubre, que no adorna, que dice lo que quiere decir, que es dura e inflexible, es decir es un mandamiento, y que como el hombre rico, todos tenemos la misma libertad para proceder según le escuchemos decirnos, que es lo que debemos abandonar, que es lo que ha permanecido en lo oscuro, e íntimo, y que no hemos querido someter a El.

Dejalo y luego ven y sigueme, Es así de simple, pero preciso, entendible, como fue de entendible para aquel hombre rico, que entendió perfectamente lo que El Creador le dijo, y que haciendo uso de su soberanía, tomó la decisión de irse, para seguir siendo parte del sistema social y religioso.

Dios, solo habló, despejo la duda y aclaró lo que sobre religión, debía ser aclarado;
Marcos 10: 19/20. El no suplicó, El no obligó, El no se fue detrás de aquel hombre tratando de convencerlo, El simplemente lo amo, y por ser Dios, lo respetó en la decisión que tomó, aunque su ejercicio, fue para rechazarlo.

Nuestra soberanía, que es el principio en el que Dios es Dios, es la herramienta, con la que aceptamos los mandamientos de Dios, sometiendo nuestras decisiones a las decisiones de Dios, al punto en que nuestra voluntad, estará dedicada por entero, a cumplir la voluntad de Dios.

El sistema religioso fue diseñado, por la sociedad, y por el que esta detrás de todo esto-
Efesios 2: 1/2-, para que los que como el hombre rico, que rechazan a Cristo Jesús, se vayan y organicen sus propios modos de aparentar ser parte de lo que Dios diseño, y creó imponiendole nombres similares, como iglesia, para engañar a los que conocen a Dios.

2 de Pedro 2: 20/22
20Y cuando la gente escapa de la maldad del mundo por medio de conocer a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, pero luego se enreda y vuelve a quedar esclavizada por el pecado, termina peor que antes. 21Les hubiera sido mejor nunca haber conocido el camino a la justicia, en lugar de conocerlo y luego rechazar el mandato que se les dio de vivir una vida santa. 22Demuestran qué tan cierto es el proverbio que dice: «Un perro vuelve a su vómito». Y otro que dice: «Un cerdo recién lavado vuelve a revolcarse en el lodo». NTV.

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