¿En Donde Ocurrio?
Mateo 15: 16/19 Jesús les dijo: "¿También están ustedes aún faltos de entendimiento? ¿No entienden que todo lo que entra en la boca va al estómago y luego se elimina? Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias. NBLH.
La primera pregunta que se hace la gente cuando ocurre un terremoto, es ¿donde fue el epicentro?. Las informaciones meteorológicas, informan que "el sistema se esta formando en tal o cual parte del océano". En prácticamente todos los sucesos, que cambian la rutina del diario vivir, la gente, tiene listas sus explicaciones, sobre los posibles orígenes.
Lucas 12: 54/56 Jesús decía también a la multitud: «Cuando ustedes ven que se levanta una nube en el poniente, dicen: “Va a llover”; y así sucede. Cuando sopla el viento del sur, dicen: “Va a hacer calor”; y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben discernir el aspecto del cielo y de la tierra, ¿cómo es que no saben discernir el tiempo en que viven? RVC.
Los expertos dicen cual es el epicentro, o el origen del suceso ocurrido. Cristo Jesús, nos enseña, que el epicentro de todo suceso en las vidas individuales, y colectivas de los hombres, es su corazón. Mucho mas cuando el corazón del hombre le pertenece a El, y ha decidido, centrar su atención en otras cosas. -Juan 2: 24/25-
Los sucesos que vienen como señales, como advertencias, son frutos de corazones que se han empeñado, en dar rienda suelta a sus instintos, y apetitos, surtiendolos a expensas de los demás, negando a Dios, y en el caso de los que algún día pusieron sus vidas al servicio de Dios, han decidido irse tras sus propias justificaciones sobre la vida.
Aunque los eventos naturales y demás que Dios trae sobre cada uno y sobre muchos, son resultados, es decir son producto de lo que la gente ya decidió, el amor del todopoderoso, está atento a cualquier cambio en el corazón, que sea genuino, y ante este cambio, El ordenará que se detenga la tormenta.
No hay un solo grano de arena que "se mueva", sino que es movido por la mano amorosa de Dios, para que tengamos playas, cuanto mas Ese Amor genuino, y que nos anhela, hará para sostenernos y cuidarnos, cuando El es el dueño de nuestro corazón. "Vuelvanse a Mi y yo me volveré a Ustedes, Es la promesa perfecta que Cristo Jesús, sostiene sin cesar.
La primera pregunta que se hace la gente cuando ocurre un terremoto, es ¿donde fue el epicentro?. Las informaciones meteorológicas, informan que "el sistema se esta formando en tal o cual parte del océano". En prácticamente todos los sucesos, que cambian la rutina del diario vivir, la gente, tiene listas sus explicaciones, sobre los posibles orígenes.
Lucas 12: 54/56 Jesús decía también a la multitud: «Cuando ustedes ven que se levanta una nube en el poniente, dicen: “Va a llover”; y así sucede. Cuando sopla el viento del sur, dicen: “Va a hacer calor”; y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben discernir el aspecto del cielo y de la tierra, ¿cómo es que no saben discernir el tiempo en que viven? RVC.
Los expertos dicen cual es el epicentro, o el origen del suceso ocurrido. Cristo Jesús, nos enseña, que el epicentro de todo suceso en las vidas individuales, y colectivas de los hombres, es su corazón. Mucho mas cuando el corazón del hombre le pertenece a El, y ha decidido, centrar su atención en otras cosas. -Juan 2: 24/25-
Los sucesos que vienen como señales, como advertencias, son frutos de corazones que se han empeñado, en dar rienda suelta a sus instintos, y apetitos, surtiendolos a expensas de los demás, negando a Dios, y en el caso de los que algún día pusieron sus vidas al servicio de Dios, han decidido irse tras sus propias justificaciones sobre la vida.
Aunque los eventos naturales y demás que Dios trae sobre cada uno y sobre muchos, son resultados, es decir son producto de lo que la gente ya decidió, el amor del todopoderoso, está atento a cualquier cambio en el corazón, que sea genuino, y ante este cambio, El ordenará que se detenga la tormenta.
No hay un solo grano de arena que "se mueva", sino que es movido por la mano amorosa de Dios, para que tengamos playas, cuanto mas Ese Amor genuino, y que nos anhela, hará para sostenernos y cuidarnos, cuando El es el dueño de nuestro corazón. "Vuelvanse a Mi y yo me volveré a Ustedes, Es la promesa perfecta que Cristo Jesús, sostiene sin cesar.