Amo y Señor
1 de Corintios 10: 21 21No pueden beber de la copa del Señor y también de la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor y también de la mesa de los demonios. NVI.
Una de las señales de riqueza entre los seres humanos, hasta hace muy poco tempo, incluida esta nación, era la propiedad que unos seres humanos ejercían sobre otros seres humanos, llamada esclavitud.
La compra y venta de gente, rendía grandes ganancias, los mas reconocidos era aquellos que "ostentaban ser dueños" de muchos esclavos. Dentro de esta clase de negocio, el dueño, era el amo, el señor y los comprados, esclavos.
La propiedad del amo, no tenia limites, la vida y las habilidades del esclavo, le pertenecían y debian ser utilizadas; tanto la vida como las habilidades, en los asuntos exclusivos del Amo. La mas mínima, desobediencia, traería sobre el esclavo castigo y muchas veces la muerte.
El amo y señor, del esclavo, tenia este derecho, debido a que había pagado el precio por el el. Se trataba de los derechos que le daban al comprador sobre el comprado, en cumplimiento de sus planes financieros.
Dios, el Padre Celestial, siendo testigo de la esclavitud en la que estaban viviendo sus criaturas, llevó a efecto el plan de Amor, en el que "la compra-redención-", causó el mas alto costo conocido; El padre entregó al hijo Cristo Jesús, para que con su sangre pagara el precio, al amo que los esclavizaba.
La sangre de Cristo Jesús, nos liberó por completo del poder del amo antiguo, y le dió el derecho, sobre los redimidos, que siendo esclavos de pecado y odio, vinieron a ser esclavos de amor y de justicia. La sangre de Cristo "compró la totalidad de la vida de los que aceptan el regalo de la redención".
El nuevo Amo y señor y Salvador, es dueño de cada nuevo minuto de vida y de cada centavo, de cada uno de los hijos de Dios, los cuales vienen a ser los mayordomos del Padre, dentro del plan de salvación para el resto de los que siguen en enclavitud.
La situación en la que usted y yo estamos, tendra suficiente claridad, si con integridad personal, revisamos en que estamos usando los bienes que le corresponden a Nuestro Dueño Amo y Señor, porque puede ser que estemos pensando, que lo que El compró de cada uno, fueron los minutos que cada quien dedica, cuando puede, a practicar la multitud de rituales religiosos que existen.
Pero que el resto de la vida y bienes, pueden ser usados dentro del plan del antiguo amo. Hay que mirar nuevamente hacia la cruz y la tumba vacía y aceptar que el doble juego, traerá irremediablemente consecuencias.