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Job 27: 11/13 11 »Les voy a enseñar a ustedes acerca del poder de Dios. No ocultaré los planes del Todopoderoso. 12 En realidad, todos ustedes han visto el poder de Dios. ¿Por qué entonces dicen ustedes cosas tan absurdas?» 13 [a] «Este es el castigo que Dios planeó para el perverso. Es la herencia que el Todopoderoso tiene para los que aterrorizan. PDT.
... inmanente, a la humanidad que tiene como raíz de su existencia, la experiencia causada por el pecado, y la muerte como consecuencia, inherencia en que se manifiesta la naturaleza humana, sin excepción, debido a su origen, en el que se desarrolla la "forma de ser", de cada individuo, en cumplimiento de la "recesión de los caracteres" de los antecesores, y que serán por igual herencia natural de los que harán parte de los que nacerán, y recibirán la herencia de los que los concibieron.
Juan 3: 1/7 1Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, prominente entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales[a] que Tú haces si Dios no está con él». 3 Jesús le contestó: «En verdad te digo que el que no nace de nuevo[b] no puede ver el reino de Dios». 4 Nicodemo le dijo*: «¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?». 5 Jesús respondió: «En verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te asombres de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo[c]”. NBLA.
No hay nada que resulte válido para el análisis acerca de cambiar esta verdad de la herencia, que les es transmitida por la padres a los hijos, los padres, humanos, que conciben hijos por la razones de su naturaleza carnal, de sus instintos, y demás conveniencias, sociales y religiosas, pues intentarlo es el peor disparate de la inteligencia y la sabiduría humanas: pues lo que nace de carne, y de sangre, carne, y sangre es, no importa si el disparate consiste en regresar al vientre y volver a salir.
1 de Pedro 1: 3/5 3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos tuvo gran compasión y nos hizo nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Así nos dio la plena esperanza 4 de recibir una herencia que Dios tiene guardada para nosotros en el cielo; herencia que no se arruina, ni se destruye, ni pierde su valor. 5 Por medio de la fe, el poder de Dios los protege para que reciban la salvación que Dios les dará a conocer en el día final. PDT.
El paradigma que paraliza la naturaleza humana, y la deja en completa bancarrota espiritual, es la mera idea, la suposición de tener que "morir", para que la herencia de muerte, sea cambiada por herencia de vida, tener que aceptar que su existencia, su herencia milenaria, solo puede cambiar, muriendo, para dar lugar al Poder de Cristo Jesús, que crea de nuevo, criaturas que nacen y crecen madurando espiritualmente como hijos e hijas de Dios, por los Meritos de la Obra que realizó Cristo Jesús.
Efesios 3: 3/7 3 que por revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes les escribí brevemente. 4 En vista de lo cual, leyendo[a], podrán[b] entender mi comprensión del[c] misterio de Cristo, 5 que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado a Sus santos apóstoles y profetas por[d] el Espíritu; 6 a saber, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente[e] de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio.7 Es de este evangelio que fui hecho ministro, conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia de Su poder. NBLA.
La herencia transmitida por los seres humanos a sus descendientes, es el "estigma eterno" imposible de modificar, o cambiar, y por estas razones divinas, esa herencia tendrá plenitud en el lugar de la segunda muerte, en el gehena; es de tal realidad su imposibilidad de modificación, o cambio, que el Creador hubo de tomar el lugar en que debe morir todo ser humano que pise el mundo, para deshacer lo obra de satanás, pues muerta la carne. y la sangre de pecado. y muerte, nace el Espíritu de la Vida.
Romanos 8: 13/17 13 Porque si ustedes viven conforme a la carne, habrán de[a] morir; pero si por el Espíritu hacen morir las obras de la carne[b], vivirán. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. 15 Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor[c], sino que han recibido un espíritu[d] de adopción como hijos, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!». 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. 17 Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él. NBLA.