!! pasado ¡¡, ...
Lucas 23: 40/43 40 Pero el otro criminal lo reprendió y le dijo: —¿Es que no tienes temor de Dios? ¿Acaso no estás bajo la misma sentencia? 41 Tú y yo merecemos morir por lo que hicimos, pero este hombre no ha hecho nada malo. 42 Luego le dijo: —Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar. 43 Entonces Jesús le dijo: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso. PDT.
... anticuado, entretejido como telaraña abandonada por su tejedora, desaparecida en su cansancio y culminación del ciclo en que la cacería , fue la garantía de su existencia, conocedora de la repetición del ciclo, en las arañas, "jóvenes", que no usaran su vieja, antigua telaraña, sino que hilaran y tejerán su propia maraña de cacería, convencidas de lo nuevas y fuertes que son, evadiendo la verdad, que determina, el mismo proceso, sin que importe si la tela es vieja, o del pasado, o "nueva, y del presente".
Eclesiastés 3: 13/15 13 pues si comemos y bebemos y contemplamos los beneficios de nuestro trabajo, es porque Dios nos lo ha concedido. 14 Y también sé que todo lo que Dios ha hecho permanecerá para siempre. No hay nada que añadirle ni nada que quitarle; Dios lo ha hecho así, para que ante él se guarde reverencia. 15 Nada existe que no haya existido antes, y nada existirá que no exista ya. Dios hace que el pasado se repita. DHH.
El pasado define siempre lo que sera "el presente, y el futuro", como la repetición arcaica, desmembrada de los seres humanos, incapaces de cambiar el ciclo del pecado y las consecuencias inherentes de la muerte, resignados, en el nivel inexplicable a la cordura, a llevar a efecto sus existencias, satisfechos con la innovación de nuevos tejidos, nuevas formas de enredadera, para practicar la misma "cacería", consecuencia de la ignorancia de lo que antecede al pasado.
Job 29: 1/7 2 «¡Cómo quisiera volver a los tiempos pasados, a los días en que Dios me brindaba protección;
3 días en que su lámpara brillaba sobre mí, días en que a su luz andaba yo en la oscuridad, 4 cuando estaba yo en la flor de mi vida y el favor de Dios reposaba en mi hogar. 5 En aquel tiempo, el Omnipotente estaba conmigo, y mis hijos estaban en derredor mío; 6 me daba entonces el lujo de chapotear en leche, y de extraer de las piedras torrentes de aceite; 7 cuando salía yo a las puertas de la ciudad, me cedían un lugar para impartir justicia. RVC.
Anduviste tejiendo tu propia existencia, sin cuidado, sin atención, abandonado por los que parecían estar cerca, pero iguales a ti, creyendo que la "vida", consiste en ser el mejor cazador, así eras Dimas, pero ahora, que has encontrado, la Justicia, para tus telarañas, quedarán en el pasado eterno, del ciclo de la muerte, porque a partir de este mismo momento, has sido restaurado a la vida, e iras al lugar que esta antes del pasado, iras conmigo al paraíso. para ser amado, cuidado, protegido, lleno de la Majestad del Padre Celestial, porque eres su hijo.
Juan 5:22/25 22 El Padre no juzga a nadie; todo el poder de juzgar se lo ha dado al Hijo. 23 Y quiere que todos den al Hijo el mismo honor que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo ha enviado. 24 Yo os aseguro que el que acepta mi palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna; no será condenado, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida. 25 Os aseguro que está llegando el momento, mejor dicho, ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan volverán a la vida. BLP.
El pasado deja de serlo, únicamente, cuando es sometido a la Justicia Divina, para dar por terminada la condenación al infierno, al anticipar la muerte, antes de que el cuerpo muera, mediante el poder de Dios, que obra en su Hijo Unigénito Cristo Jesús, que al morir, cubre enteramente la deuda de pecado, es decir de la injusticia, mediante la sangre que fue el pago a los demonios, por la liberación de los esclavos, de la muerte, para regenerar lo degenerado, y crear la nueva criatura, que es genética de Dios.
1 de Pedro 1: 14/19 14 Por lo tanto, vivan como hijos obedientes de Dios. No vuelvan atrás, a su vieja manera de vivir, con el fin de satisfacer sus propios deseos. Antes lo hacían por ignorancia, 15 pero ahora sean santos en todo lo que hagan, tal como Dios, quien los eligió, es santo. 16 Pues las Escrituras dicen: «Sean santos, porque yo soy santo»[a]. 17 Recuerden que el Padre celestial, a quien ustedes oran, no tiene favoritos. Él los juzgará o los recompensará según lo que hagan. Así que tienen que vivir con un reverente temor de él durante su estadía aquí como «residentes temporales». 18 Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. No fue pagado con oro ni plata, los cuales pierden su valor, 19 sino que fue con la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha. NTV.