!! inopinados ¡¡, ...

1 de Corintios 8: 1/6 En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, es cierto que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, mientras que el amor edifica. 2 El que cree que sabe algo, todavía no sabe como debiera saber. 3 Pero el que ama a Dios es conocido por él. 4 De modo que, en cuanto a comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es absolutamente nada, y que hay un solo Dios. 5 Pues, aunque haya los así llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra (y por cierto que hay muchos «dioses» y muchos «señores»), 6 para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos. CST.

... inesperados para ellos mismos, aparecidos repentinamente, sin razón ni explicación, los seres humanos, se abren paso dentro de la espeluznante maraña de sus semejantes, de sus iguales, de sus congéneres, que de ninguna manera, los ven así, de ninguna manera iguales, de ninguna manera congéneres, de ninguna manera semejantes, no sabemos como, ni porqué lo afirman, si realmente, ni uno solo, es igual a, "ni uno solo", de los completamente extraños, que nos rodean, es decir que nos rodeamos unos a otros.

Mateo 23: 8/12 8 »Pero ustedes no deben pretender que la gente los llame maestros, porque todos ustedes son hermanos y tienen solamente un Maestro. 9 Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo. 10 Ni deben pretender que los llamen guías, porque Cristo es su único Guía. 11 El más grande entre ustedes debe servir a los demás. 12 Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido. DHH.

Ásperos, toscos, sospechosos de si mismos,, y de cada uno de los que se les  acercan, no importa como sugieran que se les debe decir, por ejemplo hijos, aquellos que por su asombrosa capacidad para desenredar a los hipócritas, son adestrados por esos, en sospecha, de manera que la "coexistencia", sucede en el marco de lo que se ha desarrollado en la sociedad, y claro en todos sus estamentos, incluido el religioso, conceptos tan serios y extendidos como el stress, la ansiedad, la angustia, la depresión.

Jonás 1: 1/5 Había un hombre en Israel llamado Jonás[a], hijo de Amitai. Un día el SEÑOR le dijo: 2 «Anda, ve a la gran ciudad de Nínive[b] y avisa que voy a acabar con ella porque la noticia de su maldad ha llegado hasta mi presencia». 3 Pero Jonás quiso escapar del SEÑOR y se fue hacia Tarsis. Bajó a Jope[c], donde encontró un barco que salía a Tarsis, pagó su pasaje y descendió al barco junto con los demás que iban a esa ciudad, lejos de la presencia del SEÑOR. 

4 Pero el SEÑOR arrojó al mar un fuerte viento y hubo una tormenta tan grande que el barco corría el peligro de romperse en pedazos. 5 Los marineros estaban muy asustados, cada uno le rogaba a su propio dios y arrojaron la carga al mar para quitarle peso al barco. Mientras tanto Jonás había bajado al interior del barco y se encontraba sumido en un sueño profundo. 6 Entonces el capitán se le acercó y le dijo: —¿Qué estás haciendo ahí, dormilón? ¡Levántate y ruega a tu dios! A lo mejor tu dios se fije en nosotros y nos ponga a salvo. PDT.

La existencia, ciega, porque poder ver es propio, es atributo de la vida, se discrimina, a si misma, y en penumbras se consagran a  esas diferencias, nosotros somos, y tu en cambio, eres; nosotros, uno por uno, y cada uno según su dios,  y tú quizás tengan tu dios también, es así como opera, la maquinación asesina de satanás, junto con todas las demás formas de incitación, que funcionan como resultado del adiestramiento, de la conducción de sus mentes-almas-, y son cometidas, contra otros, porque no son "iguales a mi".

Miqueas 7: 1/7 ¡Me siento muy mal! Me siento como si estuviera en un campo del que ya se ha recogido todo el fruto. Como si estuviera en un campo del que ya se han recogido todas las uvas. No quedan racimos de uvas para comer, ni esos higos frescos que tanto me gustan. 2 Ya no quedan hombres fieles en la tierra; no quedan personas honestas. Todos están planeando cómo agredir y asesinar. Se atrapan con redes los unos a los otros. 3 La gente es hábil para hacer el mal con sus manos. El funcionario exige dinero y se soborna al juez.
Los líderes importantes hacen las leyes a su conveniencia y todas ellas se cumplen. 4 Los mejores de ellos son como arbustos llenos de espinas. 

Los más honestos de ellos son peor que una planta torcida, cubierta de espinas. Se acerca el momento que anunciaron tus centinelas. Llegará pronto el día de la desgracia; los perversos serán presa de la confusión. 5 No creas en tu vecino, no confíes en tu amigo. Ten cuidado de lo que dices a tu esposa, incluso cuando la tengas abrazada. 6 El hijo despreciará al papá, la hija se rebelará contra la mamá, la nuera se pondrá en contra de su suegra y los enemigos de cada cual estarán dentro de su propia familia. 7 Pero yo estaré alerta, esperando al SEÑOR. Pacientemente esperaré en Dios mi Salvador; él me escuchará. PDT.

Existencia que ocurre desde lo inesperado, tan repentinamente, puestos en el mundo, que son deshabilitados para "situarse", no pueden definir de donde viene, no saben porque están en donde están, no saben para donde ir, simplemente yacen, dispersos en ese valle, dispuesto por la Voluntad del Creador,  como "morada previa", a la morada que es la segunda muerte, de la que pueden ser librados, si aceptan ser llevados ante la cruz, fortalecidos por la Voz del Evangelio, y por el Poder De Cristo Jesús, ser revestidos nuevamente de vida. 

Gálatas 2: 17/21 17 Ahora bien, si buscando ser reconocidos como justos por medio de Cristo, resulta que también nosotros somos pecadores, ¿acaso esto querrá decir que Cristo nos hace pecadores? ¡Claro que no! 18 Pues si destruyo algo y luego lo vuelvo a construir, yo mismo soy el culpable. 19 Porque por medio de la ley yo he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo he sido crucificado, 20 y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí. 21 No quiero rechazar la bondad de Dios; pues si se obtuviera la justicia por medio de la ley, Cristo habría muerto inútilmente DHH.

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