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Isaías 22: 12/ 19 12En aquel día el Señor, el Señor Todopoderoso, los llamó a llorar y a lamentarse, a raparse la cabeza y a hacer duelo. 13 ¡Pero miren, hay gozo y alegría! ¡Se sacrifican vacas, se matan ovejas, se come carne y se bebe vino! «¡Comamos y bebamos, que mañana moriremos!»14 El Señor Todopoderoso me reveló al oído: «No se te perdonará este pecado hasta el día de tu muerte. Lo digo yo, el Señor, el Señor Todopoderoso». 15 Así dice el Señor, el Señor Todopoderoso: «Ve a encontrarte con Sebna, el mayordomo, que está a cargo del palacio, y dile: 

16 »“¿Qué haces aquí? ¿Quién te dio permiso para cavarte aquí un sepulcro? ¿Por qué tallas en las alturas tu lugar de reposo, y lo esculpes en la roca? 17 »”Mira, hombre poderoso, el Señor está a punto de agarrarte y arrojarte con violencia. 18 Te hará rodar como pelota, y te lanzará a una tierra inmensa. Allí morirás; allí quedarán tus gloriosos carros de combate. ¡Serás la vergüenza de la casa de tu señor! 19 Te destituiré de tu cargo, y serás expulsado de tu puesto”. NVI.

... de malicia, merodeadores de lo sagrado, incursionan en lo desconocido del orden espiritual, con desparpajo de infantes, que juguetean con serpientes, festejan su inutilidad, se regocijan en la vagancia, marco infernal en que se gesta, diseña y comete el pecado sexual y sus extensos componentes, todo les va "bien", son mayordomos de sus propios apetitos e instintos, es es decir son sus propios señores, pues el "automatismo corporal", en que explican todo por completo, los hace sus propios señores, sus propios dioses.

Judas 1: 10/13 10 Pero éstos blasfeman de las cosas que no conocen; y en las que por instinto conocen se corrompen como animales irracionales. 11 ¡Lástima de ellos!, porque han seguido el camino de Caín.(A) Por amor al dinero cayeron en el error de Balaam(B) y murieron en la rebelión de Coré.(C) 12 Éstos empañan los ágapes que ustedes celebran, pues sin vergüenza alguna comen pensando sólo en sí mismos. Son nubes sin agua, que el viento arrastra de un lado a otro; árboles otoñales que no dan fruto; carentes de raíces, se han secado y vuelto a secar. 13 Son indómitas olas del mar, cuya espuma es su propia vergüenza; estrellas errantes, cuyo eterno destino serán las más densas tinieblas. RVC.

Pero así como el privilegio de ser parte nuevamente de la vida, por elección del Creador, así también los que eligieron para si el abismo de la muerte eterna, se encontraran en un tiempo, con la confirmación de esas decisión, habrá mensajeros, del Creador que como Isaías, portadores de la notificación en que la Justicia Divina, les da por primera la parpadeate, visión de los merecimientos de que se hicieron, poseedores como consecuencia de su necio desvarió. 

Isaías 1: 27/31 27 Con justicia Sión será redimida, y con rectitud, los que se arrepientan. 28 Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y perecerán los que abandonan al Señor. 29 Se avergonzarán de las encinas que tanto amáis; los jardines que elegisteis serán para ellos una afrenta. 30 Seréis como una encina con hojas marchitas, como un jardín sin agua. 31 El hombre fuerte se convertirá en estopa, y su trabajo en chispa; arderán los dos juntos, y no habrá quien los apague. CST.

Yo soy Jesús, el que ha despreciado, el que no has podido entender, porque la crónica perversion en que existes, ha sido mas poderosa que el mensaje de vida, que te ofrece sin costo, porque te es imposible pagarlo, pasar de muerte a vida, has desechado el Amor y le has dado trono eterno al odio, al orgullo infundido por tu esclavizador, el verdadero señor al que has estado "sirviendo", como mayordomo, como administrador de la muerte, del engaño, de la mentira, del envilecimiento sexual, en todas las sádicas sátiras formas.

Hechos 9: 1/6 Saulo aún lanzaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor cuando fue a ver al sumo sacerdote. 2 Allí le pidió cartas para las sinagogas de Damasco para que, en caso de hallar a hombres o mujeres de este Camino, los pudiera llevar presos a Jerusalén. 3 Pero sucedió que de pronto en el camino, ya cerca de Damasco, lo rodeó un poderoso haz de luz que venía del cielo 4 y que lo hizo rodar por tierra, mientras oía una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» 5 Y él contestó: «¿Quién eres, Señor?» Y la voz le dijo: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. [Dura cosa te es dar de coces contra el aguijón. 6 Él, temblando de temor, dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” Y el Señor le dijo:][a] Levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que debes hacer.» RVC.

Has llegado al fin de tu carrera dentro de la corriente de este mundo, compitiendo con tus congéneres, por los laureles de la muerte, en la diversificación del pecado, cometido ante los demonios que hacen de espectadores en el estadio del "mundo", disfrutando de la desproporcionada burla, en que les demuestran que los ganadores son "ellos", pues son habitantes eternos del infierno, en tanto los necios-estúpidos-, que creyeron en el automatismo de su existencia, pudieron haberlo evitado, acudiendo ante Cristo Jesús en la Cruz.

Mateo 25: 20/29 20 Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: “Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.” 21 El jefe le dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.” 22 Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: “Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.” 23 El jefe le dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.”

24 »Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: “Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. 25 Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.” 26 El jefe le contestó: “Tú eres un empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no esparcí, 27 deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero más los intereses.” 28 Y dijo a los que estaban allí: “Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil. 29 Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. DHH.






























































       

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