Genesis 3: 6/10 6 Entonces la mujer se dio cuenta de lo hermoso que era el árbol, de lo deliciosos que eran sus frutos y lo tentador que era tener aquel conocimiento; así que tomó del fruto y comió, dándoselo seguidamente a su marido que estaba junto a ella y que también comió. 7 En aquel momento se les abrieron los ojos y descubrieron que estaban desnudos, por lo que entrelazaron unas hojas de higuera y se taparon con ellas. 8 Cuando el hombre y su mujer sintieron los pasos de Dios, el Señor, que estaba paseando por el jardín al fresco de la tarde, corrieron a esconderse entre los árboles del jardín para que Dios no los viera. 9 Pero Dios, el Señor, llamó al hombre diciendo: — ¿Dónde estás? 10 El hombre contestó: — Te oí en el jardín, tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí. BLPH.
... ante Dios, el que fue hombre, quedó reducido a simple ser humano, manifiesta presencia de la naturaleza estrictamente física, material, gobernada por el anima-mente-alma, se abrió el abismo de proporciones imposibles de medir, entre las meramente criaturas, corpóreas, animadas, y su Santo, Justo, Infalible en Justicia Creador, y Dios y Padre, separación, de semejante realidad, en que hemos de entender el inimaginable poder del pecado, es decir de la injusticia, esto es la existencia puesta en camino de condenación eterna.
1 de Juan 1: 5/10 5 Éste es el mensaje que hemos oído de él, y que les anunciamos a ustedes: Dios es luz, y en él no hay tiniebla alguna. 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y vivimos en tinieblas, estamos mintiendo y no practicamos la verdad. 7 Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. RVC.
Gente sin culpa, porque está muerta, culpa todos a su alrededor, y termina culpando al Creador, como podría reconocer, su falta, asumir responsabilidad, si estos son rasgos que caracterizan la vida; la muerte, es muerte, y el pecado, es pecado, no puede, le es imposible relacionar su estado con algo diferente, porque nada hay diferente, todo es muerte, descomponiéndose en el pecado, es la simple forma en que ni es revelada la desnudez a que fue confinado el hombre, y que para la mayoría será su estado eterno.
Zacarias 13: 7/9 7 El SEÑOR Todopoderoso dice: «¡Espada, levántate y lucha contra mi pastor! Lucha contra mi querido amigo. Golpea al pastor para que las ovejas salgan corriendo; yo castigaré a esas pequeñas. 8 Dos terceras partes de la población de la tierra morirán, dice el SEÑOR, pero una tercera parte sobrevivirá. 9 Entonces pondré a prueba a los sobrevivientes. Los probaré como se pone a prueba la pureza de la plata en el fuego. Los evaluaré como se evalúa la pureza del oro. Me llamarán y pedirán mi ayuda y yo les responderé: “Este es mi pueblo”. Y ellos dirán: “El SEÑOR es nuestro Dios”». PDT.
Los seres humanos, son los que le dan forma a todo, en el ámbito de sus posibilidades, y ese todo, incluye lo que alcanzan a deletrear de la palabra dios, la desnudez que revela su estado de pecaminosidad rampante, diseña diosas, dioses y toda la gama de las supersticiones, magias, suertes, amuletos, abortados por su mentes-almas-, para que los "ayuden", a aumentar esa desnudez, de manera que todo lo que señalan como dios, dioses, no tienen en cuenta en absoluto la desnudez del que los invoca.
Juan 9: 24/31 24 Entonces volvieron a llamar al que había sido ciego, y le dijeron: «Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador.» 25 Pero él respondió: «Si es pecador, no lo sé; lo que sí sé, es que yo era ciego y ahora veo.» 26 Volvieron a decirle: «¿Pero qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?» 27 Él les respondió: «Ya se lo he dicho, y ustedes no escuchan. ¿Por qué quieren oírlo otra vez? ¿También ustedes quieren hacerse discípulos suyos?» 28 Ellos lo insultaron, y le dijeron: «¡Discípulo suyo lo serás tú! ¡Nosotros somos discípulos de Moisés! 29 Nosotros sabemos que Dios le habló a Moisés; pero de ése, no sabemos ni de dónde es.» 30 El hombre les dijo: «Pues esto es lo asombroso, que ustedes no sepan de dónde es, pero a mí me abrió los ojos. 31 Y sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero que si alguno es temeroso de Dios y hace su voluntad, a ése sí lo escucha. RVC.
La tercera parte, el remanente que es pasado por el fuego, después de aceptar su pecado, y recibir la redención en la cruz, en que Cristo Jesús murió por ellos, para ser Justificados ante El Padre, regenerados, como preparación para la resurrección, es decir para la nueva vida, en que se restaura, la relación personal con Dios, por medio de Cristo Jesús, pues tan revestidos de El, cubiertos por su Sangre, de manera que la desnudez, ha muerto y ahora, el vestido es Cristo Jesus, y el corazón es el templo en que El Habita.
2 de Corintios 5: 1/5
1Sabemos que Dios nos tiene preparado un templo construido en el cielo para cuando nuestra carpa en este mundo[a] sea destruida. Esa casa durará para siempre porque no ha sido construida por manos humanas. 2 Nos quejamos mientras vivimos en este cuerpo, pues quisiéramos que Dios nos vistiera con nuestro cuerpo celestial 3 para no seguir desnudos una vez que el cuerpo se nos quite. 4 Mientras vivimos dentro de esta carpa, sufrimos y gemimos porque no quisiéramos que nos la quitaran. Más bien quisiéramos ser revestidos con un cuerpo celestial para que nuestro cuerpo mortal quede totalmente cubierto de vida. 5 Dios es quien nos ha preparado para esto y nos ha dado su Espíritu como adelanto que garantiza que cumplirá sus promesas. PDT.