!!! Dominio, ...

Efesios 4: 17/19 17Con la autoridad del Señor digo lo siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios,[a] porque ellos están irremediablemente confundidos. 18Tienen la mente llena de oscuridad; vagan lejos de la vida que Dios ofrece, porque cerraron la mente y endurecieron el corazón hacia él. 19Han perdido la vergüenza. Viven para los placeres sensuales y practican con gusto toda clase de impureza. NTV. 

... propio ¡¡¡, es el imperio de la persona sobre el animal que corcovea en su mente-alma-, es el ejercicio consiente, que somete lo inconsciente de sus apetitos e instintos, al orden determinado por el Creador para sus criaturas, las que fueron fabricadas a su imagen y semejanza, dotadas de la dignidad que las situá como señores de todo cuanto las rodea, la autoridad delegada por el Dueño Y Señor, que cobija a sus hijos, pues son de su misma naturaleza, la Naturaleza Divina. 

2 de Pedro 2: 12/14 12Esos hombres son como los animales: no tienen entendimiento, viven sólo por instinto y nacen para que los atrapen y los maten. Hablan mal de cosas que no entienden; pero morirán de la misma manera que los animales, 13sufriendo por lo que han hecho sufrir a otros. Se creen felices entregándose al libertinaje en pleno día. ¡Son una vergüenza y un escándalo cuando los acompañan a ustedes en sus fiestas, divirtiéndose con sus placeres engañosos! 14No pueden ver a una mujer sin desearla; no se cansan de pecar. Seducen a las almas débiles; son expertos en la avaricia; son gente maldita. DHH. 

Los animales responden a sus apetitos e instintos, conforme al diseño temporal que les determinó el Creador, para que las especies se muevan sobre la tierra, y en esos movimientos cumplan el fin para el que fueron creados, ese fin que esta ligado como factor de equilibrio, que suple algunas necesidades de las personas, conforme al propósito de vida, propósito que encuadra dentro de los Planes del Padre Celestial, para toda la humanidad.

2 de Pedro 2: 17/22 17Esos maestros son como pozos sin agua, como nubes llevadas por el viento; están condenados a pasar la eternidad en la más negra oscuridad. 18 Dicen cosas altisonantes y vacías, y con vicios y deseos humanos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el error. 19 Les prometen libertad, siendo ellos mismos esclavos de la corrupción; porque todo hombre es esclavo de aquello que lo ha dominado. DHH. 

Los seres humanos, la gente esta bajo el dominio, de la tiranía de su naturaleza humana, la natural expresión de los cuerpos gobernados por mentes-almas-, que solo saben engullir, y violar, envilecer, torturar sádicamente a otros, especialmente a los niños a las niñas, corrompiendo el orden del Creador, pervirtiendo, hasta la depravación, el Orden Divino del amor, mediante la corrupción de los instintos, degradándolos en tal forma, que ni los animales, son capaces de tal decadencia.

2 de Pedro 2: 20/22 20ues los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y han escapado así de las impurezas del mundo, si se dejan enredar otra vez en esas cosas y son dominados por ellas, quedan peor que antes. 21Hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino recto que, después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. 22Pero en ellos se ha cumplido la verdad de aquel dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también lo de «La puerca recién bañada vuelve a revolcarse en el lodo.» DHH.  

Las personas que han aceptado pasar por el proceso Divino de la redención, la justificación, la regeneración, y en tal paradigma, estar  listos para ser creados de nuevo, son la creación que es tomada por Cristo Jesús, como instrumento de dignidad para la Justicia, el amor, que es santidad en plena ejecución, como parte del Orden espiritual, personas que ejercen pleno dominio de los apetitos e instintos que subyacen en los residuos de su naturaleza humana. 

2 de Timoteo 1: 3/7 3Doy gracias a Dios, a quien, como mis antepasados, sirvo con limpia conciencia, de que siempre, día y noche, me acuerdo de ti en mis oraciones. 4Al acordarme de tus lágrimas siento deseos de verte, para llenarme de gozo; 5pues me viene a la memoria la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que habita en ti también. 6Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios, que por la imposición de mis manos está en ti. 7Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. RVC. 

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