!! Ay !!, ...
Isaias 1: 4 4 ¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de culpa, generación de malhechores, hijos corruptos! ¡Han abandonado al Señor! ¡Han despreciado al Santo de Israel! ¡Se han vuelto atrás! CST. 20 Si, habiendo escapado de la contaminación del mundo por haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a enredarse en ella y son vencidos, terminan en peores condiciones que al principio. 21 Más les hubiera valido no conocer el camino de la justicia que abandonarlo después de haber conocido el santo mandamiento que se les dio. 22 En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: «El perro vuelve a su vómito»,[a] y «la puerca lavada, a revolcarse en el lodo». 2 de Pedro 2: 20/22 CST.
... de las criaturas que se presentan itinerantes a cumplir con la membresía que los acredita como componentes de cada uno de los grupos que le dan forma al sistema religioso, aquel adefesio "corporativo" que reúne a los espontáneos que se lanzan al ruedo, para desafiar la Deidad, junto con los que habiendo conocido a su verdadero padre, responden a la corrupción del padrastro, impuesto por la gran ramera, sus secuaces ecuménicos y la Hollywood religiosa.
Salmo 116: 14/18 14 Cumpliré las promesas que le hice al Señor en presencia de todo su pueblo. 15 Al Señor le conmueve profundamente la muerte de sus amados. 16 Oh Señor, soy tu siervo; sí, soy tu siervo, nací en tu casa; me has liberado de mis cadenas. 17 Te ofreceré un sacrificio de agradecimiento e invocaré el nombre del Señor. 18 Cumpliré mis votos al Señor en presencia de todo su pueblo, NTV.
Los hijos corruptos que abandonaron al Señor, los que se asociaron con malhechores, los que en tiempo efímero, fueron parte de la familia, fingiendo fidelidad, y fueron testigos de las promesas del Padre a sus genuinos hijos, la atención, cuidado, restauración, provision, como miembros de la familia, las vocalizan durante los encuentros religiosos, que celebran subterráneamente, promesas Pronunciados por el Justo, Amoroso, Santo Todopoderoso Creador.
2 de Corintios 6: 3/10 3 Vivimos de tal manera que nadie tropezará a causa de nosotros, y nadie encontrará ninguna falta en nuestro ministerio. 4 En todo lo que hacemos, demostramos que somos verdaderos ministros de Dios. Con paciencia soportamos dificultades y privaciones y calamidades de toda índole. 5 Fuimos golpeados, encarcelados, enfrentamos a turbas enfurecidas, trabajamos hasta quedar exhaustos, aguantamos noches sin dormir y pasamos hambre. 6 Demostramos lo que somos por nuestra pureza, nuestro entendimiento, nuestra paciencia, nuestra bondad, por el Espíritu Santo que está dentro de nosotros[c] y por nuestro amor sincero. (Dios habita, no visita)
7 Con fidelidad predicamos la verdad. El poder de Dios actúa en nosotros. Usamos las armas de la justicia con la mano derecha para atacar y con la izquierda para defender. 8 Servimos a Dios, ya sea que la gente nos honre o nos desprecie, sea que nos calumnie o nos elogie. Somos sinceros, pero nos llaman impostores. 9 Nos ignoran aun cuando somos bien conocidos. Vivimos al borde de la muerte, pero aún seguimos con vida. Nos han golpeado, pero no matado. 10 Hay dolor en nuestro corazón, pero siempre tenemos alegría. Somos pobres, pero damos riquezas espirituales a otros. No poseemos nada, y sin embargo, lo tenemos todo. NTV.
El desprecio de Dios por su Santidad, es la bolsa en que se acomoda la multitud de injusticias-pecados- que carga la generación de malhechores, encorvados por el peso de su culpa, han caído en la contaminación del mundo, se han vuelto atrás, han acumulado pecado sobre pecado, y son dueños de las localidades que ocuparan en el infierno, pero no paran de repetir; Dios es bueno, yo soy bueno, el proveerá todo lo que necesito para conservar mi reinado de corrupción.
Judas 1: 3/7 3 Queridos hermanos, ardía yo en deseos de escribiros acerca de un asunto que a todos nos concierne: el de nuestra salvación. Pero ahora debo hacerlo forzado por las circunstancias, pues es preciso alentaros a combatir en defensa de la fe confiada a los creyentes de una vez por todas. 4 Y es que entre vosotros se han infiltrado solapadamente algunos individuos cuya condenación está anunciada en las Escrituras desde hace mucho tiempo; son gente impía que confunde la gracia de Dios con el libertinaje y que reniega de Jesucristo, nuestro único Dueño y Señor.
5 Aunque lo conocéis todo perfectamente, quiero recordaros que si bien el Señor liberó al pueblo de la opresión egipcia, después aniquiló a los incrédulos. 6 Y a los ángeles que no supieron conservar su condición privilegiada y abandonaron la que era su mansión, los mantiene eternamente encadenados a las tinieblas en espera del gran día del juicio. 7 Y Sodoma y Gomorra, junto con las ciudades limítrofes entregadas como ellas a la lujuria y a la homosexualidad, sufrieron el castigo de un fuego perpetuo, sirviendo así de escarmiento a los demás. BLP.
¿Hay alguna disertación, por elocuente que sea, capaz de explicar semejante disparate?, la difamación de la Justicia Divina que es blasfemia, la afirmación de los malhechores, los que reniegan del Creador Cristo Jesús, pero atraen sobre si sus Promesas; ¿hay alguna forma de ser parte de las Promesas de Dios, que no sea, cumpliendo con rigor los votos formulados Ante Cristo Jesus en la cruz?, ¿cómo este engaño es aceptado por millones de seres humanos caídos en pecado-injusticia-?.
Miqueas 6: 6/13 6 Tú, Israel, preguntas: «¿Con qué me presentaré ante el Señor? ¿Cómo adoraré al Dios Altísimo? ¿Debo presentarme ante él con holocaustos, o con becerros de un año? 7 ¿Le agradará al Señor recibir millares de carneros, o diez mil ríos de aceite? ¿Debo darle mi primogénito a cambio de mi rebelión? ¿Le daré el fruto de mis entrañas por los pecados que he cometido?» 8 ¡Hombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti,
y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios. 9 La voz del Señor clama a la ciudad. Es de sabios temer a su nombre. Presten ustedes atención al castigo y a quien lo establece: 10 «El impío aún tiene en su casa riquezas mal habidas, y esas odiosas medidas falsas. 11 ¿Y voy a tener por inocente al que tiene balanzas falsas y pesas engañosas? 12 Tu gente rica, Jerusalén, se ha saturado de rapiña; tus habitantes mienten; su lengua y sus labios son engañosos. 13 Por eso yo también te herí, te debilité, te asolé por tus pecados. RVC. Nota, y negrilla agregada por V.de.C.