! exigentes !, ...

Hebreos 9: 6/10 6 Preparadas así las cosas, los sacerdotes entran continuamente en la primera parte de la tienda para celebrar los oficios del culto. 7 Pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote, y sólo una vez al año; y cuando entra, tiene que llevar sangre de animales para ofrecerla por sí mismo y por los pecados que el pueblo comete sin darse cuenta. 8 Con esto el Espíritu Santo nos da a entender que, mientras la primera parte de la tienda seguía existiendo, 

el camino al santuario todavía no estaba abierto. 9 Todo esto es un símbolo para el tiempo presente; pues las ofrendas y sacrificios que allí se ofrecen a Dios no pueden hacer perfecta la conciencia de los que así lo adoran. 10 Se trata únicamente de alimentos, bebidas y ciertas ceremonias de purificación, que son reglas externas y que tienen valor solamente hasta que Dios cambie las cosas. DHH. 

... paladares cono los que mas, satisfacción de apetitos en la que no interviene la conciencia, exigencia que es pose social y religiosa, que se discrimina en la vanidad, porque en cuanto a las exigencias de la conciencia, la satisfacción alcanza siempre los niveles del infierno, debido a que en verdad la conciencia esta muerta cauterizada, encallecida por el pecado-injusticia-, acallada por las cartas, los menus del sistema de restaurantes, disponibles en toda la escala de la ignomia humana. 

Isaias 5: 20/25 20 ¡Ay de los que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno! ¡Ay de los que convierten la luz en tinieblas, y las tinieblas en luz!¡Ay de que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo! 21 ¡Ay de los que se creen sabios! ¡Ay de los que se consideran muy inteligentes! 22 ¡Ay de los valientes para beber vino, de los audaces para mezclar bebidas! 23 ¡Ay de los que mediante el soborno justifican al malvado y despojan de sus derechos al hombre honrado! 24 Por eso su raíz será como la podredumbre; 

por eso su flor se desvanecerá como el polvo, así como la llama del fuego consume el rastrojo y la lumbre devora la paja, porque despreciaron la enseñanza del Señor de los ejércitos y desdeñaron la palabra del Santo de Israel. 25 Por eso se encendió el furor del Señor contra su pueblo; por eso su mano se extendió contra él para herirlo; por eso se estremecieron los montes y sus cadáveres fueron arrojados a las calles. Y a pesar de todo esto, su furor no se ha calmado; su mano sigue aún extendida. RVC.

El sistema religioso extendido por todo el mundo, gobernado por un solo chef, el dios de este mundo, cuenta con tal gama de menus, que a su vez ofrecen la enorme preparación de recetas, que ponen a disposicion del capricho de la necedad de los clientes, los "platos" que les satisfarán, y que tienen los mejores precios, platos que podrán ordenar, cada vez que acudan "al restaurante", con la garantía que en cada visita, pueden ordenar platos diferentes a los de la visita anterior.

Romanos 14: 15/20 15 Ahora bien, si tu hermano se angustia por causa de lo que comes, ya no te comportas con amor. No destruyas, por causa de la comida, al hermano por quien Cristo murió. 16 En una palabra, no deis lugar a que se hable mal del bien que vosotros practicáis, 17 porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas, sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo. 18 El que de esta manera sirve a Cristo agrada a Dios y es aprobado por sus semejantes. 19 Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación. 20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todo alimento es puro; lo malo es hacer tropezar a otros por lo que uno come. CST. 

El escenario en que ocurre la ignominiosa discriminación, escalonada por la ostentación, en que los seres humanos, se precian de sus paladares gourmet, exhibiéndose en altas "esferas", pero como simples miembros del sistema religioso que ha dispuesto por cuenta de satanás el chef mayor, la capacitación de los chefs que preparan los menus en la multitud de restaurantes que forman parte del sistema, resaltando siempre los precios que los clientes han de pagar.

Santiago 2: 1/10 Hermanos míos, ustedes que tienen fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo, no deben hacer diferencias entre las personas. 2 Puede darse el caso de que al lugar donde ustedes se reúnen llegue alguien vestido con ropa elegante y con anillos de oro, y llegue también un pobre vestido con ropa andrajosa. 3 Si ustedes reciben gustosos al que viste la ropa elegante, y le dicen: «Venga usted, siéntese aquí, que es un buen lugar», pero al pobre le dicen: «Tú, quédate allá de pie, o siéntate en el suelo», 4 ¿acaso no están discriminando entre ustedes y haciendo juicios malintencionados? 5 Amados hermanos míos, escuchen esto: 

¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe y herederos del reino que él ha prometido a los que lo aman? 6 ¡Pero ustedes han despreciado a los pobres! ¿Acaso no son los ricos quienes los explotan a ustedes, y quienes los llevan ante los tribunales? 7 ¿Acaso no son ellos los que blasfeman contra el precioso nombre que fue invocado sobre ustedes? 8 Bien harán ustedes en cumplir la ley suprema de la Escritura: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»; 9 pero si ustedes hacen diferencia entre una persona y otra, cometen un pecado y son culpables ante la ley. 10 Porque cualquiera que cumpla toda la ley, pero que falle en un solo mandato, ya es culpable de haber fallado en todos. RVC.

Nadie que acude a los restaurantes, lo hace porque tenga verdaderamente "hambre", todos aceden a satisfacer sus apetitos y a fortalecer sus instintos, es escalofriante asunto de vientres y de bajos vientres, porque lo que en realidad buscan no es nutrirse y fortalecer las relaciones unos con otros; como pude ser, sí los que se "sientan", en estos escenarios son perfectos extraños, aún los que ocupan las mismas mesas, vinculados estérilmente,  por sangre o conveniencia. 

Juan 6: 53/58 53 Jesús les dijo:—Les digo la verdad: si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán la verdadera vida dentro de ustedes. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. 55 Mi carne es comida verdadera y mi sangre es bebida verdadera. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, vive en mí y yo vivo en él. 57 El Padre que me envió es fuente de vida y yo vivo debido a él. Así mismo el que se alimenta de mí, vivirá debido a mí. 58 Yo no soy como el pan que sus antepasados comieron, ellos comieron de ese pan pero de todas maneras murieron. Yo soy el pan que bajó del cielo. Si alguien come de este pan, vivirá para siempre. PDT. 

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