! cambiar !, ...

1 de Samuel 8: 6/8 6Samuel, disgustado porque le pedían que nombrara un rey para que los gobernara, se dirigió en oración al Señor; 7pero el Señor le respondió: «Atiende cualquier petición que el pueblo te haga, pues no es a ti a quien rechazan, sino a mí, para que yo no reine sobre ellos. 8Desde el día en que los saqué de Egipto, hasta el presente, han hecho conmigo lo mismo que ahora te hacen a ti, pues me han abandonado para rendir culto a otros dioses. DHH. 

... de lugar no cuesta, y no significa nada, cuando el "cambio", es hecho para extender el lugar que hemos escogido; lugar que es el reino, en que todo se inclina ante nosotros; el entorno que cimentado con concreto armado nos da seguridad, nos enorgullece; significa la corona que nos confiere el poder para gobernarnos y para gobernar a los súbditos, que astuta, maquinadamente, aceptamos en nuestro reino para que nos sean tributarios.             

Lucas 13 1/5 1En aquel tiempo vinieron algunos a contarle a Jesús lo que les había pasado a unos de Galilea. Pilato los había matado mientras estaban adorando a Dios, y había mezclado su sangre con la de los animales que estaban sacrificando. 2 Jesús les respondió: «¿Ustedes piensan que lo que les pasó a ellos fue porque eran más pecadores que la demás gente de Galilea? 3 ¡No! Pero les digo que si ustedes no cambian su manera de pensar y de vivir, morirán también como ellos. 4 O miren lo que les pasó a los dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé les cayó encima. ¿Piensan que eso les pasó porque eran más culpables que el resto de la gente que vivía en Jerusalén? 5 ¡No! Pero les digo que si ustedes no cambian su manera de pensar y de vivir, morirán también como ellos». PDT.

Como reyes y reinas, los súbditos se humillan ante nosotros en todo, súbditos que por nuestras calculadas  manipulaciones, son más débiles que nosotros, para que nuestra autoridad como reyes no sea discutida, solo aceptada y obedecida; en nuestro reinado también aceptamos diosas, y dioses que igual han de ser súbditos, deben ser gobernables, han de reconocer nuestra autoridad, para garantizar el éxito y la prosperidad de nuestro imperio. 

Mateo 18: 1/4 1En ese tiempo los seguidores se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Quién es el más importante en el reino de Dios? 2Jesús llamó a un niñito y lo puso en medio de sus seguidores. 3Entonces les dijo: —Les digo la verdad: si no cambian y se vuelven como un niño, no podrán entrar jamás al reino de Dios. 4Por tanto el que se humille como este niño, será el más importante en el reino de Dios. PDT. 

Los seres humanos, cambian de lugar, a lugar, van, y viene, en constante decadencia "imperial", aumentando joyas en sus coronas y los hilos de oro de los mantos que cubren, no la realeza, sino la real naturaleza humana caída en la desidia miserable de la corrupción, que dejan caer con brutalidad y salvajismo sobre "sus súbditos", los mas débiles, ignorantes de lo que realmente significa familia, a pesar de sus hipócritas manifestaciones de amor.

Marcos 6: 47/52 47Muy tarde esa misma noche, los discípulos estaban en la barca en medio del lago y Jesús estaba en tierra, solo. 48Jesús vio que ellos se encontraban en serios problemas, pues remaban con mucha fuerza y luchaban contra el viento y las olas. A eso de las tres de la madrugada,[a] Jesús se acercó a ellos caminando sobre el agua. Su intención era pasarlos de largo, 49pero cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, gritaron de terror pues pensaron que era un fantasma. 50Todos quedaron aterrados al verlo. Pero Jesús les habló de inmediato: «No tengan miedo —dijo—. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí![b]». 51Entonces subió a la barca, y el viento se detuvo. Ellos estaban totalmente asombrados 52porque todavía no entendían el significado del milagro de los panes. Tenían el corazón demasiado endurecido para comprenderlo. NTV.

Las pequeñísimas criaturas, entrelazadas en lo que quiere decir insignificante, creen sacrílegamente que pueden hacer que, diosas y dioses, les sean servidores de maldad e injusticia; tributarios del diabólico e incalculablemente pequeño reinado mundanal y carnal, que por pequeño, no se nota, es solo neblina, de la que hace densa la oscuridad de las regiones celestes, en que reina satanás, del que en verdad son, no, tributarios, sino esclavos. 

2 de Pedro 2: 17/20 17Estos individuos son tan inútiles como manantiales secos o como la neblina que es llevada por el viento. Están condenados a la más negra oscuridad. 18Se jactan de sí mismos con alardes tontos y sin sentido. Saben cómo apelar a los deseos sexuales pervertidos, para incitar a que vuelvan al pecado los que apenas se escapaban de una vida de engaño. 19Prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos del pecado y de la corrupción porque uno es esclavo de aquello que lo controla. 20Y cuando la gente escapa de la maldad del mundo por medio de conocer a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, pero luego se enreda y vuelve a quedar esclavizada por el pecado, termina peor que antes. NTV. Negrilla agregada por V.de.C.

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