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Genesis 3: 17/21 17 Después Dios le dijo al hombre:―La tierra estará bajo maldición por tu culpa, pues le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto que te prohibí. Por eso, de aquí en adelante tendrás que trabajar muy duro para conseguir tu alimento. 18 Te producirá espinos y cardos, y comerás hierbas del campo.19 Comerás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres, y al polvo volverás.»20 El nombre que Adán le dio a su mujer fue Eva,[a] porque ella fue la madre de todos los vivientes. 21 Luego Dios el Señor hizo túnicas de pieles para vestir al hombre y a su mujer. NBV/RVC.
... del menú adulterado por el chef impostor. decidiste comer sin necesitarlo, porque Yo te alimente en casa Siempre según tu real necesidad, te preparé la dieta que es unica porque satisfizo tu tu hambre, la integral dieta para tu cuerpo alma-mente- y espíritu; decidiste "probar" lo que no es comida de verdad, te inquietó el suplantador que tomó lo que es Mio, usó el fruto de Mi árbol uy lo mezcló con especias supuradas de la mente-alma-, que es Mia.
Espolvoreo ajenjo de muerte y lo decoro con azúcar de codicia por ocupar Mi lugar, por "ser" Dios, cuando el menú estuvo listo, te incito el engañador a satisfacer tu apetito comiendo, de lo que en efecto comiste y tendrás que seguir comiendo, hasta que comprendas que tu existencia vaciá de vida, tendrá que ser satisfecha temporalmente, materialmente, hasta que se complete el ciclo de los cuerpos y muera, para que la mente-alma-, sea confinada a la tumba eterna.
Genesis 3: 21/22 21 Dios el Señor hizo túnicas de pieles de animales, y con ellas vistió al hombre y a su mujer. 22 Y dijo: «Ahora el ser humano es como uno de nosotros, pues sabe lo que es bueno y lo que es malo, no conviene que tome del fruto del árbol de la vida y viva para siempre». 23 Entonces Dios el Señor expulsó al hombre y a la mujer del jardín de Edén, y puso al hombre a que trabajara la tierra de la cual fue hecho. 24 Después de haber expulsado al hombre y a la mujer, Dios puso al oriente del jardín de Edén a los querubines, y una espada encendida que giraba en todas las direcciones, para evitar que nadie pudiera llegar hasta el árbol de la vida. NBV.
La existencia carente de vida, y recluida en el infierno, contrasta con el Paraiso, en el que la vida es su inherencia rutilante plena de amor; la estrategia de satanás, el chef impostor, incluía el descomunal atrevimiento de convertir el cielo en el lugar en que los muertos podrían "compartir", con los vivos, dado que los muertos llegaron al conocimiento del bien y del mal, en que la excelencia de las personas, obra en el poder de su libre albedrio, que opta siempre por el bien desechando el mal.
Solo que cuando el tiempo rinda su rotación y se consuman los siglos, Yo El Dios de Amor, Tu Padre, proveeré, la comida genuina, que te restaurará a la vida nuevamente, será el tiempo en que podrás comer, con hambre genuina, con hambre que es amor, por la Presencia de tu Padre, el Unico y genuino Chef capaz de proveer Amor en el que tengas el panorama suficiente para tu realización como persona sin tiempo ni medida, porque estarás de regreso en el paraíso.
Juan 6: 49/55 49 Vuestros antepasados comieron el maná en el desierto y, sin embargo, murieron. 50 Este, en cambio, es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo voy a dar es mi carne, entregada para que el mundo tenga vida. 52 Esto suscitó una fuerte discusión entre los judíos, que se preguntaban:— ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? 53 Jesús les dijo:
— Os aseguro que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. 55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. BLP. 39 Uno de los criminales también empezó a insultarlo: —¿No eres el Mesías? ¡Entonces sálvate a ti mismo y a nosotros también!40 Pero el otro criminal lo reprendió y le dijo: —¿Es que no tienes temor de Dios? ¿Acaso no estás bajo la misma sentencia? 41 Tú y yo merecemos morir por lo que hicimos, pero este hombre no ha hecho nada malo. 42 Luego le dijo: —Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar. 43 Entonces Jesús le dijo: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas 23: 39/43 PDT.