¡ Vivimos ¡, ...
1 de Pedro 4: 1-5 Si Cristo padeció en su cuerpo, haceos a la idea de que también vosotros tenéis que padecer, pues el que está sufriendo corporalmente se supone que ha roto con el pecado 2para vivir el resto de su vida mortal conforme a la voluntad de Dios y no conforme a las pasiones humanas. 3Porque bastante tiempo habéis pasado ya viviendo al estilo de los paganos, es decir, entregados al desenfreno y a la liviandad, a crápulas, orgías, borracheras y abominables cultos idolátricos. 4Ahora, ellos se extrañan y os insultan porque no os lanzáis junto con ellos a ese torrente desbordado de lujuria. 5Pero tendrán que rendir cuentas al que está preparado para juzgar a vivos y muertos. BLP.
... en la glotonería y el desenfreno, en la avidez por los placeres frívolos, ansiosos de diversiones mundanas, entregados al azaroso despropósito de los juegos, del ocio en que nos "asociamos" con la gente de este mundo, ausentes de lo celestial y sabio de nuestras oraciones, que desconocen la consagración que ha ser consecuencia de orar según las medidas, las reglas, esto es los mandamientos de Dios.
Lucas 19: 9-14 9Jesús contó esta otra parábola para algunos que, seguros de sí mismos por considerarse justos, despreciaban a los demás: 10«Dos hombres fueron al templo a orar: el uno era fariseo, y el otro era uno de esos que cobran impuestos para Roma. 11El fariseo, de pie, oraba así: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos. 12Yo ayuno dos veces a la semana y te doy la décima parte de todo lo que gano.” 13Pero el cobrador de impuestos se quedó a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” 14Les digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa ya justo, pero el fariseo no. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.» DHH.
El Poder con el que la oración fluye en el sistema de comunicación entre El Creador y sus Creados hijos, descubre, señala el pecado como obstáculo insalvable para ejercerla, por lo que orar es el medio con el que Dios allana el obstáculo, redarguyendo nuestra elocuencia, sabia y celestial, para situarnos en la manera como "vivimos", pues la oración que se eleva como mera sabiduría humana destacando los atributos de Dios es vana.
Santiago 3: 13-16 13 Si entre vosotros alguien se precia de sabio o inteligente, demuestre con su buena conducta su amabilidad y su sabiduría. 14 Pero si tenéis el corazón lleno de envidia y de ambición, ¿para qué presumir de sabiduría y andar falseando la verdad? 15 Semejante sabiduría no viene de lo alto, sino que es terrena, carnal, diabólica. 16 Y es que donde hay envidia y ambición, allí reina el desenfreno y la maldad sin límites. BLP.
Orar con el esplendor que arranca toda manifestación de la lisonja que reconoce en las hiladas expresiones, aun verdades que son Divinas, pero que no tienen como objetivo consagrar la vida como Dios dice que la vida debe ser vivida, es el mas grande fracaso, entendido que los tiempos de "oración", escasamente cubren horarios religiosos, pues terminados, cada quien "sale" a existir pero que los paganos.
Lucas 6: 46-49 46 »¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo? 47 Voy a decirles a quién se parece todo el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica: 48 Se parece a un hombre que, al construir una casa, cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida. 49 Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que construyó una casa sobre tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó, y el desastre fue terrible.» NBD.
Los valores apreciables en el orden espiritual, comienzan con la vida, los atributos disponibles como talentos, el tiempo y los bienes materiales y son reflejo del valor que les concede el Creador; es un hecho, no un pensamiento religioso, que los hombres son criaturas semejantes a su Creador, de modo que la vida ha de ser en cada creyente, el cumplimiento de las Reglas, los Criterios, los Mandamientos revelados por El.
2 de Corintios 12: 20-21 20 Porque temo que cuando vaya a verlos, quizá no los encuentre como quisiera, y que tampoco ustedes me encuentren a mí como ustedes quisieran. Temo que haya discordias, envidias, enojos, egoísmos, chismes, críticas, orgullos y desórdenes. 21 Temo también que, en mi próxima visita, mi Dios me haga sentir vergüenza de ustedes, y que me haga llorar por muchos de ustedes que desde hace tiempo vienen pecando y no han dejado la impureza, la inmoralidad sexual y los vicios que practicaban. DHH.