! Reos !, ...

Juan 16: 5/9 »Ahora voy a aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy. En cambio, se entristecen por lo que les he dicho. En realidad, es mejor para ustedes que me vaya porque, si no me fuera, el Abogado Defensor[a] no vendría. En cambio, si me voy, entonces se lo enviaré a ustedes; y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado y de la justicia de Dios y del juicio que viene. El pecado del mundo consiste en que el mundo se niega a creer en mí. NTV.  

... merecedores de castigo, encontrados culpables de las faltas cometidas contra la Justicia de Dios; abyectos, ante la Santidad, en razon de la necia rebeldía ofensiva para El Creador incapaces por completo, de presentar defensa a sus "casos", dado que el Juez es Perfectamente Santo Justo y Amoroso, en tanto los reos somos pecadores, injustos, odiadores, el contraste exacto con la Persona de Dios, el Juez, que por Ser Quien Es, es el ofendido.

Ezequiel 20: 35/38 35-36 Los llevaré al desierto de los pueblos, y cara a cara los llamaré a juicio, de la misma manera que llamé a juicio a sus padres en el desierto de Egipto. Yo, el Señor, lo afirmo. 37 Yo los examinaré a ustedes como un pastor que cuenta sus ovejas, y haré que se sometan a la alianza. 38 Separaré de ustedes a los rebeldes y revoltosos, y los sacaré de la tierra extranjera en que ahora están viviendo; pero ellos no entrarán en la tierra de Israel. Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor. DHH.

El principio divino en que se disuelve el sistema religioso, es la Justicia que Caracteriza Al Creador, de manera que la Pronunciación del Carácter de Dios, deja al descubierto el carácter humano, esto es la injusticia que es pecado, todo cometido por el arraigado odio sembrado en las mentes-almas- de la gente, así que la predicación genuina expone el Evangelio, que es Cristo Jesús cumpliendo Las Sagradas Escrituras, que es vivir en Santidad Justicia y Amor.

1 de Juan 2: 3/6 Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si obedecemos sus mandamientos. Si alguien afirma: «Yo conozco a Dios», pero no obedece los mandamientos de Dios, es un mentiroso y no vive en la verdad; pero los que obedecen la palabra de Dios demuestran verdaderamente cuánto lo aman. Así es como sabemos que vivimos en él. Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió. NTV. 

La proclamación de dios, encerrado en la grandilocuencia de las expresiones emocionales, sentimentales y circunstanciales de la gente, reseñando en gran manera las concesiones, las mercedes, las bendiciones disponibles, dejan al descubierto el espíritu del error, que convence a la gente de tener la aceptación de Dios, a cambio de inútiles prácticas que son en realidad, la forma como los seres humanos "negocian" con sus dioses lo que reciben a cambio de lo que "les dan".      

1 de Juan 4: 2/6 Pero ésta es la mejor manera de reconocer el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios. Éste es el espíritu del anticristo, el cual ustedes han oído que viene, y que ya está en el mundo. Hijitos, ustedes son de Dios, y han vencido a esos falsos profetas, porque mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo. Ellos son del mundo. Por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. Por esto sabemos cuál es el espíritu de la verdad, y cuál es el espíritu del error. RVC.

El poder profético que contiene la Predicación de Cristo Jesús, realizada en voz de sus instrumentos, de los que son el templo en El habita, expone consistentemente, armónicamente, el Plan mediante el cual los caídos reos, tienen acceso al Unico Defensor, Al Señor de su Salvación de la muerte eterna, que ejerce como perfecto Abogado basado en su posición de Redentor, El que ocupa el cadalso de muerte por cada uno de los no podían salvarse, debido a su gravísimo pecado.

Juan 3: 16/21 16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio[a] a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 »No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios. 19 Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. 20 Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, 21 pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere. NTV. 

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