!! Alma !!, ...
Apocalipsis 1: 13/16 13 En medio de los candelabros estaba alguien «semejante al Hijo del hombre»,[a] vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido con una banda de oro a la altura del pecho. 14 Su cabellera lucía blanca como la lana, como la nieve; y sus ojos resplandecían como llama de fuego. 15 Sus pies parecían bronce al rojo vivo en un horno, y su voz era tan fuerte como el estruendo de una catarata. 16 En su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una aguda espada de dos filos.
Su rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor. NBD. 12 Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos. 13 No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas. Hebreos 4: 12/13. NTV.
... mente-, incorpórea, inexplicable por los sentidos que solo exponen las capacidades del cuerpo; es el alma-mente-, el vacío que dejo la muerte, es el vacío de identidad que llena de abominable confusión los cuerpos, que satiramente, sacrílegamente, violan las Disposiciones del Creador que al Dar la vida a sus criaturas decidió que fueran hombres y mujeres, dotados espiritualmente para manifestar masculinidad o feminidad, la orientación en que sus vidas tienen propósito.
Apocalipsis 1: 17/19 17 Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último, 18 y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno.[b] 19 »Escribe, pues, lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá después. NBD. 10 Porque todos debemos presentarnos ante Cristo para que nos juzgue y cada uno recibirá el pago por todo lo bueno o malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo. 2 de Corintios 5: 10. PDT.
Si la muerte extinguiera lo que "estaba vivo", en verdad la muerte no existiría, pues si la muerte diluye el "ser" en la nada, nada existe, no hay trascendencia, el cuerpo muere y es hecho ceniza o es sepultado para ser parte del suelo, del polvo; pero no es el cuerpo el que rinde cuentas, es el alma-mente-, que ha de responder por los actos cometidos mientras ocupaba el cuerpo, mientras "estaba en el cuerpo"; el alma-mente- huérfana de vida, huérfana de espíritu, es muerte que se eterniza.
Isaias 66: 23/24 23 Sucederá que de una luna nueva a otra, y de un *sábado a otro, toda la humanidad vendrá a postrarse ante mí —dice el Señor—. 24 Entonces saldrán y contemplarán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí. »Porque no morirá el gusano que los devora, ni se apagará el fuego que los consume: ¡repulsivos serán a toda la humanidad!» NBD. 27 Lo que les digo en la oscuridad, repítanlo a pleno día; lo que les digo al oído, quiero que lo proclamen desde las azoteas. 28 No les tengan miedo a los que matan el cuerpo pero no el alma. Más bien témanle a Dios que puede destruir tanto el cuerpo como el alma en el infierno. 29 Se compran dos pajaritos con sólo una moneda, pero aun cuando son capturados no dejan de estar bajo el cuidado de su Padre. [a] Mateo 10: 27/29. PDT.
Porque el alma-mente-, no muere, sucede que cuando el cuerpo, mortal muere, es puesto junto con el alma-mente- muerta en el infierno; en términos de un parpadeo, el alma-mente-, junto con el cuerpo, instrumento para el pecado que usó durante su paso por la tierra, estará cara a cara con el Creador y sin que medie palabra alguna, los seres humanos mentales-de almas-, puestos de rodillas, tomarán el atajo al reino de la muerte, estupefactos ante la Majestad del Creador que siempre negaron.
1 de Pedro 3: 17/20 17 Es mejor sufrir por hacer el bien, si es la voluntad de Dios, que sufrir por hacer el mal. 18 Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez y para siempre.
Cristo no era culpable y aun así murió por los que sí lo eran, para poder llevarlos a ustedes ante Dios. Sufrió la muerte en su cuerpo, pero volvió a la vida por medio del Espíritu. [a]19 Por el Espíritu, Jesucristo fue a proclamar su victoria a los espíritus que estaban presos. PDT. 6 Y a los ángeles que no supieron conservar su condición privilegiada y abandonaron la que era su mansión, los mantiene eternamente encadenados a las tinieblas en espera del gran día del juicio. 7 Y Sodoma y Gomorra, junto con las ciudades limítrofes entregadas como ellas a la lujuria y a la homosexualidad, sufrieron el castigo de un fuego perpetuo, sirviendo así de escarmiento a los demás. Judas 1: 6/7 BLP.
Cristo no era culpable y aun así murió por los que sí lo eran, para poder llevarlos a ustedes ante Dios. Sufrió la muerte en su cuerpo, pero volvió a la vida por medio del Espíritu. [a]19 Por el Espíritu, Jesucristo fue a proclamar su victoria a los espíritus que estaban presos. PDT. 6 Y a los ángeles que no supieron conservar su condición privilegiada y abandonaron la que era su mansión, los mantiene eternamente encadenados a las tinieblas en espera del gran día del juicio. 7 Y Sodoma y Gomorra, junto con las ciudades limítrofes entregadas como ellas a la lujuria y a la homosexualidad, sufrieron el castigo de un fuego perpetuo, sirviendo así de escarmiento a los demás. Judas 1: 6/7 BLP.
La estrategia universal, que ejecuta el dios de este mundo, satanás, se cumple en lo social y religioso, evitando que las almas-mentes-, se aparten "inadvertidamente", de la mentira existencial de la extinción en la nada de los seres, pues encontrarían la verdad, esta si que, diluye la mentira que astutamente pronunciada por los demonios, fue por siempre "verdad", para dar lugar a la confrontación soberana del ser contra su asesino y destructor, renegando de él.
Efesios 2: 1/5 Hace tiempo ustedes estaban espiritualmente muertos a causa de sus pecados y sus ofensas contra Dios. 2 Antes vivían pecando, igual que todo el mundo, y se dejaban guiar por el que gobierna las fuerzas de maldad que están en el aire y que todavía actúa por medio de los que desobedecen a Dios. 3 Todos nosotros vivíamos así antes. Nuestra forma de vida era complacer los deseos perversos de nuestra naturaleza carnal. Hacíamos cualquier cosa que la naturaleza carnal deseara o que la mente pudiera imaginar. Tal como los demás, merecíamos que Dios nos castigara con su enojo. 4 Pero la compasión de Dios es muy grande, y él nos amó con un inmenso amor. 5 Estábamos muertos espiritualmente a causa de nuestras ofensas contra Dios, pero él nos dio vida al unirnos con Jesucristo. Fíjense, ustedes fueron salvos sólo gracias a la generosidad de Dios. PDT.