! Elegir !, ...

Jeremias 21: 8 «Dile a todo el pueblo: “Esto dice el Señor: ‘¡Elijan entre la vida y la muerte! NTV

... entre la vida y la muerte, es decidir a que dinastía pertenecer desde ahora, eternamente; la dinastía de Abel, conocedor de su identidad, por tanto reverente por amor ante "Quien" le dió la vida y el propósito para vivirla; eficaz en la provisión requerida, esta que dignifica la obra de sus manos aprobadas, porque son "movidas" por un corazón convergente, que siempre recibe el permiso para emplear, no para disipar, el Don de la vida y todo lo material que le es dado.  

Santiago 2: 19/23 19 Tú crees que Dios es uno, y haces bien. ¡Pues también los demonios lo creen, y tiemblan! 20 ¡No seas tonto! ¿Quieres pruebas de que la fe sin obras es muerta? 21 ¿Acaso nuestro padre Abrahán no fue justificado por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿No ves que la fe de Abrahán actuó juntamente con sus obras, y que su fe se perfeccionó por las obras? 23 Y se cumplió la Escritura que dice: «Abrahán creyó a Dios, y eso le fue contado por justicia», por lo que fue llamado «amigo de Dios». RVC.

La dinastía de Caín, aquel ser humano que se "clonó", en los que han pasado y pasarán por este planeta, nulos de si mismos, vacíos de origen por tanto de identidad; ¿sere ameba, quizas primate, o quizas un gran accidente de inteligencias que toman la decisión de "cambiar" en apariencia mejorando, pero en realidad implotando en flagrante primitivismo; irreverentes fruto del odio, avaros consecuencia de su acendrado egoísmo, cultivado en el ajenjo de su orgullo.

Judas 1: 9/12 Ni siquiera el arcángel Miguel, cuando argumentaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar contra él un juicio de maldición, sino que dijo: «¡Que el Señor te reprenda!» 10 Éstos, en cambio, maldicen todo lo que no entienden; y como animales irracionales, lo que entienden por instinto es precisamente lo que los corrompe. 11 ¡Ay de los que siguieron el camino de Caín! Por ganar dinero se entregaron al error de Balám y perecieron en la rebelión de Coré. 12 Estos individuos son un peligro oculto:[a] sin ningún respeto convierten en parrandas las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran. Buscan sólo su propio provecho.[b] Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto cuando debieran darlo; están doblemente muertos, arrancados de raíz. NBD.

La profunda y en verdad espantosa verdad, está en el pensamiento colectivo, la realidad "universal", en que los seres humanos zambullidos en su sistema social y el religioso, creen como Caín, creen que todo se reduce a construir altares y a regatear con sus estómagos e instintos, para re escoger lo peor de lo que satanás les negocia y "ofrecerlo" a sus diosas y a sus dioses, como execrable imitación del inimitable altar de Abel, porque ese altar es su corazón.

Gálatas 6: 6/10 El que recibe instrucción en el mensaje del evangelio, debe compartir con su maestro toda clase de bienes. No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna. Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. 10 Siempre que nos sea posible, hagamos el bien a todos, pero especialmente a los seguidores de Cristo. DHH/TLA.

La generalidad de los que como Caín rechazaron a Cristo Jesús, es decir los anticristos, esto es, los que conforman el 66.6 %-666- de la gente que nacerá en "este mundo", eligieron ser parte del sistema religioso que fundó satanás, enunciado desde Caín; la minoría-el remanente-, son los que como Abel encontraron su origen, su dignidad, su identidad en Cristo Jesús, son los que por herencia son parte de la familia de Dios, son los que conforman el 33.3 % de los que nacerán en "ese mundo".

Zacarías 13: 8/9 Dos terceras partes de la población de la tierra morirán, dice el SEÑOR, pero una tercera parte sobrevivirá. Entonces pondré a prueba a los sobrevivientes. Los probaré como se pone a prueba la pureza de la plata en el fuego. Los evaluaré como se evalúa la pureza del oro. Me llamarán y pedirán mi ayuda y yo les responderé: “Este es mi pueblo”. Y ellos dirán: “El SEÑOR es nuestro Dios”». PDT.        

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