!!! Bienes !!!, ...

2 de Corintios 12: 1/7 Si hay que seguir presumiendo, aunque me parezca totalmente inútil, pasaré a las visiones y revelaciones que me concedió el Señor. Conozco a un creyente en Cristo que hace catorce años fue arrebatado al tercer cielo, si con cuerpo o sin cuerpo no sabría decirlo; Dios es quien lo sabe. Lo cierto es que ese hombre —repito que no sé si con cuerpo o sin cuerpo; Dios es quien lo sabe— fue arrebatado al paraíso y escuchó palabras inefables que a ningún humano le está permitido pronunciar. De alguien así podría presumir; pero en lo que me atañe, sólo presumiré de mis flaquezas. Y eso que, si quisiera presumir, no diría ningún desatino, al contrario, estaría diciendo la pura verdad; pero me abstengo de hacerlo para que nadie me considere por encima de lo que ve o escucha de mí a causa de revelaciones tan extraordinarias. BLP.

... inefables son los que les son revelados a los elegidos, a los ungidos que comparten la genética Divina de su Creador y Dios y Padre; se trata de la herencia celestial que los hace coherederos con su Señor y Salvador, el Unigénito Hijo de Dios, con el que son uno, unidos por el "Hilo de Plata" que es su fe, encadenados eternamente a la Vida que es el Bien Supremo de su tesoro, pues los bienes materiales son unicamente medios con los que se coadyuva el cumplimiento de su proposito.  

2 de Corintios 4: 1/6  Por lo tanto, ya que Dios, en su misericordia, nos ha dado este nuevo camino,[a] nunca nos damos por vencidos. Rechazamos todas las acciones vergonzosas y los métodos turbios. No tratamos de engañar a nadie ni de distorsionar la palabra de Dios. Decimos la verdad delante de Dios, y todos los que son sinceros lo saben bien. Si la Buena Noticia que predicamos está escondida detrás de un velo, solo está oculta de la gente que se pierde.

Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios. Como ven, no andamos predicando acerca de nosotros mismos. Predicamos que Jesucristo es Señor, y nosotros somos siervos de ustedes por causa de Jesús. Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo. NTV.   

Los vulgares, y descriptibles bienes terrenales, bienes materiales, son la revelación que satanás propicia a los "ojos corporales" de los seres humanos, que los mantiene unidos a la estrategia que les asegura su permanencia, a cambio de su constancia postrados de rodillas ante él, negándoles su legitima identidad y desviando su fe en la forma de lo que llaman, "amor al dinero", a las posesiones fisicas, constreñidos a la fraudulenta paternidad que reemplaza al Creador.      

2 de Corintios 4: 7/10 Pero este tesoro lo guardamos en vasijas de barro para que conste que su extraordinario valor procede de Dios y no de nosotros. Nos acosan por todas partes, pero no hasta el punto de abatirnos; estamos en apuros, pero sin llegar a ser presa de la desesperación; nos persiguen, pero no quedamos abandonados; nos derriban, pero no consiguen rematarnos. 10 Por todas partes vamos reproduciendo en el cuerpo la muerte dolorosa de Jesús, para que también en nuestro cuerpo resplandezca la vida de Jesús. 11 En efecto, mientras vivimos, estamos de continuo en trance de muerte por causa de Jesús para que, a través de nuestra naturaleza mortal, se haga manifiesta la vida de Jesús. BLP. 

El poder que Dios despliega en la persona de sus hijos, se explica en la Presencia del creador habitando en sus corazones, de manera que el caracter personal de cada hijo, es desarrollado en el Carácter de Cristo Jesús, que obra la verdad en que cada cristiano, es imagen y semejanza de su Señor y Salvador y Creador, que los hace gigantes de la humildad, y los sitúa en la cúspide de la excelencia que crece y madura por amor, en la dedicación al cuidado de los demás.

Filipenses 2: 1/3  Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. NBD.  28 Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. 29 Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. 30 Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana». Mateo 11: 28-30 NTV.

El poder que satanás despliega en los seres humanos de los que se se ha hecho su padre, se explica en la imitación de su caracter de asesino, mentiroso, ladrón, destructor, mediante el que acumulan odio, en la forma de instrumentos para atemorizar, y de las diferencias que rotula como pobres, ricos, inteligentes, ignorantes, doctos, e indoctos, autoridad y sumisión, que los situa en el submundo de la decadencia, que languidece más y más debido al odio en que se destruyen, y destruyen a los demás.

Santiago 4: 1/5 ¿De dónde vienen todos los conflictos y peleas que hay entre ustedes? Vienen de ustedes mismos, de sus deseos egoístas que siempre están librando una guerra en su interior. Ustedes desean las cosas pero no las consiguen. Su envidia puede llegar hasta el extremo de matar y aun así no consiguen lo que quieren. Por eso discuten y pelean. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios. Y cuando le piden a Dios no reciben nada porque la razón por la que piden es

mala, para poder gastar en sus propios placeres. ¿De dónde vienen todos los conflictos y peleas que hay entre ustedes? Vienen de ustedes mismos, de sus deseos egoístas que siempre están librando una guerra en su interior. Ustedes desean las cosas pero no las consiguen. Su envidia puede llegar hasta el extremo de matar y aun así no consiguen lo que quieren. Por eso discuten y pelean. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios. Y cuando le piden a Dios no reciben nada porque la razón por la que piden es mala, para poder gastar en sus propios placeres. PDT.

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