! ¿No hay, ...
Lucas 11: 23 23 »El que no está conmigo a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra. NTV. 1 Sálvanos, Señor, que ya no hay *gente fiel; ya no queda gente sincera en este mundo. 2 No hacen sino mentirse unos a otros; sus labios lisonjeros hablan con doblez. 3 El Señor cortará todo labio lisonjero y toda lengua jactanciosa 4 que dice: «Venceremos con la lengua; en nuestros labios confiamos. ¿Quién puede dominarnos a nosotros?» 5 (6) Esto ha dicho el Señor: «A los pobres y débiles se les oprime y se les hace sufrir. Por eso voy ahora a levantarme, y les daré la ayuda que tanto anhelan.» 8 aun cuando los malvados estén al acecho y la humanidad siga exaltando la vileza. Salmo 12: 1/4,6,8. NBD/ RVC.
... ni uno? !, uno que sea digno del ojalá, del anhelo que en Moisés, es el Anhelo de Dios, para los que forman la armonía de los que trabajan en comunión con su Señor, realizando sus vidas en el propósito que El les Dió, como parte fundamental de su Trabajo; aunque la corriente de este mundo, la gigante avalancha formada por la nauseabunda mezcla de pecados, la vileza efecto de la libre elección de los seres humanos solazados por la sociedad y el sistema religioso, que vociferan cínicamente sobre su "poder", confiados en que nadie podrá dominarlos, exacerban en todos los rincones del "mundo", la exaltación de su naturaleza, de su vileza que es el cieno que inunda el infierno.
Gálatas 6: 7/10 7 No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra. 8 Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna. 9 Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. NTV. 19 Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; 20 idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos 21 y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5: 19/21. NBD.
Anhelar que el espíritu de Dios, habite en cada uno de los seres humanos, es el ojalá que pronuncia Moisés, ante la exposición de motivos de los que guiados por el dios de este mundo, han colmado la copa de la depravación, que los hace dueños del infierno, y amenazan con destruir a Moisés, claro incluido Josué, desafio que mastican con frases inspiradas por la muerte, incendiadas por la "fuerza" que es visible en que son miles, mientras que la Voz de Dios, es pronunciada únicamente por los labios de los pobres y débiles Moisés y Josué, voces que creyeron acallar con sus frívolos, desérticos, estériles e inútiles gruñidos, que ignoraban la "ayuda" de Dios, que los dejó tendidos en el desierto.
Mateo 12: 43/46 43 »Cuando un espíritu maligno[a] sale de una persona, va al desierto en busca de descanso, pero no lo encuentra. 44 Entonces dice: “Volveré a la persona de la cual salí”. De modo que regresa y encuentra su antigua casa vacía, barrida y en orden. 45 Entonces el espíritu busca a otros siete espíritus más malignos que él, y todos entran en la persona y viven allí. Y entonces esa persona queda peor que antes. Eso es lo que le ocurrirá a esta generación maligna. NTV. 33 »¡Serpientes! ¡Raza de víboras! ¿Cómo van a escapar del castigo del infierno? 34 Por esto yo les voy a enviar profetas, sabios y maestros. Pero ustedes matarán y crucificarán a algunos de ellos, y a otros los golpearán en las sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo. Mateo 23: 33/34. DHH.
La Justicia de Dios en la que los inspirados siervos del Señor en el Antiguo Testamento, eran redargüidos de responsabilidad, de responsabilidad personal ante El, estaba sostenida por el Espíritu de Dios que los guiaba, en la comprensión de su propósito, en el tiempo y el lugar en que les correspondió vivir, propósito que le era inherente a todos, uno por uno de los que estaban cubiertos por el nombre de Israel, pero sin excepción, ni acepción, inherente a todos los seres humanos presentes en ese mismo tiempo y en ese mismo lugar; esos siervos fueron testigos espirituales, de lo sucedido al vulgo, que huérfano del Espíritu de Dios, ignoró lo que El Espíritu les advirtió.
1 de Pedro 1: 10/12 10 Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para ustedes, estudiaron y observaron esta salvación. 11 Querían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería el Espíritu de *Cristo, que estaba en ellos, cuando testificó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la gloria que vendría después de éstos. 12 A ellos se les reveló que no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado los que les predicaron el *evangelio por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Aun los mismos ángeles anhelan contemplar esas cosas. NBD. 20 Ante todo, tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie. 21 Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad *humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo. 2 de Pedro 1: 20/21. NBD.
Dios es espíritu y su manifestación solo puede ser recibida en el Orden Espiritual, por que los puramente físico, lo carnal, lo material, solo puede ser entendido desde lo espiritual, que siempre ha de ser "primero"; toda forma física, cercana, distante e infinita como el universo que se supone "extenso" por infinito, fue creado por Dios; El Creador es Espíritu y Es todo lo creado, porque El está en cada cosa creada, haciendo posible su operación, que es respuesta al objetivo que El le da; solo el Espíritu de Dios, reseña en sus criaturas, el propósito "dado", en el que serán parte del trabajo en que la eternidad toma forma respondiendo a la Voluntad de su Creador.
2 de Corintios 2: 1/5,10/14 Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio[a] de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría. 2 Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de éste crucificado. 3 Es más, me presenté ante ustedes con tanta debilidad que temblaba de miedo. 4 No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, 5 para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios. 10 Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios. 11 En efecto, ¿quién conoce los
pensamientos del *ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. 12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido. 13 Esto es precisamente de lo que hablamos, no con las palabras que enseña la sabiduría humana sino con las que enseña el Espíritu, de modo que expresamos verdades espirituales en términos espirituales.[d] 14 El que no tiene el Espíritu[e] no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente. NBD.