!Que tanto!, ...

Tito 1: 1/10 10 Y es que hay muchos rebeldes, charlatanes y engañadores, especialmente los partidarios de la *circuncisión. 11 A ésos hay que taparles la boca, ya que están arruinando familias enteras al enseñar lo que no se debe; y lo hacen para obtener ganancias mal habidas. 12 Fue precisamente uno de sus propios profetas el que dijo: «Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones perezosos.» 13 ¡Y es la verdad! Por eso, repréndelos con severidad a fin de que sean sanos en la fe 14 y no hagan caso de leyendas judías ni de lo que exigen esos que rechazan la verdad. 15 Para los puros todo es puro, pero para los corruptos e incrédulos no hay nada puro. Al contrario, tienen corrompidas la mente y la conciencia. 16 Profesan conocer a Dios, pero con sus acciones lo niegan; son abominables, desobedientes e incapaces de hacer nada bueno. CST.
 
... hace, que la gente hizo de la tradición su devoción; que tan antigua es la cicatriz quemada en sus conciencias, esculpida en sus mentes-almas- la piedra que reemplazó la vida, que vibraba en sus corazones, la vida que perdieron cuando murieron espiritualmente; cuantos milenios de ignominia han servido para cauterizar la quemadura, que caracteriza la muerte, el estado inerte, insensible, inconmovible, inactivo, improductivo, inútil, en el que se hace conocer la especie humana.  
 
Marcos 7: 8/13  Porque ustedes dejan el mandato de Dios para seguir las tradiciones de los hombres. También les dijo:—Para mantener sus propias tradiciones, ustedes pasan por alto el mandato de Dios. 10 Pues Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y “El que maldiga a su padre o a su madre, será condenado a muerte.” 11 Pero ustedes afirman que un hombre puede decirle a su padre o a su madre: “No puedo ayudarte, porque todo lo que tengo es corbán” (es decir: «ofrecido a Dios»); 12 y también afirman que quien dice esto ya no está obligado a ayudar a su padre o a su madre. 13 De esta manera ustedes anulan la palabra de Dios con esas tradiciones que se trasmiten unos a otros. Y hacen otras muchas cosas parecidas. DHH.  
 
Hace tanto, como desde el comienzo en que los seres humanos muertos espiritualmente deambulan en círculos sobre la faz de la tierra; comenzó cuando la muerte fue instalada fuera del paraíso, fuera de casa, desde el tiempo en que incapaces de vivir, incapaces de contener amor para dispensarlo como fuente inagotable, la decisión fue darle forma de interés a lo que merecía según ellos ser considerado religioso, como el interés por la "limpieza de las manos", hecha devoción milenaria.
 
Mateo 15: 1/3 Ciertos escribas y fariseos de Jerusalén se acercaron entonces a Jesús, y le preguntaron: «¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? ¡No se lavan las manos cuando comen pan!» Él les respondió: «¿Por qué también ustedes quebrantan el mandamiento de Dios por causa de su tradición? RVC. Tengan cuidado: no se dejen llevar por quienes los quieren engañar con teorías y argumentos falsos, pues ellos no se apoyan en Cristo, sino en las tradiciones de los hombres y en los poderes que dominan este mundo. Porque toda la plenitud de Dios se encuentra visiblemente en Cristo, 10 y en él Dios los hace experimentar todo su poder, pues Cristo es cabeza de todos los seres espirituales que tienen poder y autoridad. Colosenses 2: 8/10 DHH.
 
Un acercamiento práctico a la explicación de la devoción, puede hacerse analizando lo que la "casi" totalidad de los seres humanos hace con "estos" artefactos de forma rectangular que han bautizado teléfonos, sin que se vea la relación con la forma y servicio de los genuinos teléfonos que se conocieron por su función; artefactos que cuentan con la mas explicita y férrea devoción de "todos", desde los niños hasta los ancianos, que no se apartan de "ellos", ni por un segundo.
 
Juan 15: 1/7 »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho. Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí. »Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece unido a mí, será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el fuego. DHH.
 
La vid se reconoce por el tronco y la frondosidad de sus ramas, de sus pámpanos, nos proveen la realidad del árbol, que es un cuerpo integral arraigado para dar fruto; ¿cuanto tiempo podrá estar "separada" del tronco la rama que "decida", darse una vuelta para acometer sus propios intentos por dar fruto?; bueno esto es un disparate, porque la rama separada ya no es rama es materia muerta, se trata del pámpano que cambio la devoción por la vida, sometiéndose a la muerte.       
 
Filipenses 3: 1/9 Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. No me molesta escribirles las mismas cosas, si a ustedes les proporciona seguridad. ¡Ojo con esos perros, con esos perversos agitadores, con esos que se empeñan en mutilarse! ¡Nosotros somos los auténticos circuncidados! ¡Nosotros los que ofrecemos un culto nacido del Espíritu divino! ¡Nosotros los que estamos orgullosos de Cristo Jesús y no hemos puesto en algo humano nuestra confianza! Y eso que yo tengo buenas razones, muchas más que cualquier otro, para poner mi confianza en lo humano: fui
 
circuncidado a los ocho días de nacer, soy de raza israelita, de la tribu de Benjamín, hebreo de pies a cabeza. En lo que atañe a mi actitud ante la ley, fui fariseo; apasionado perseguidor de la Iglesia y del todo irreprochable en lo que se refiere al recto cumplimiento de la ley. Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo. BLPH/NBD. 

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