!La rutina!, ...

Romanos 2: 26/29 27 De hecho, los gentiles incircuncisos que cumplen la ley de Dios los condenarán a ustedes, judíos, que están circuncidados y tienen la ley de Dios pero no la obedecen. 28 Pues no se es un verdadero judío solo por haber nacido de padres judíos ni por haber pasado por la ceremonia de la circuncisión. 29 No, un verdadero judío es aquel que tiene el corazón recto a los ojos de Dios. La verdadera circuncisión no consiste meramente en obedecer la letra de la ley, sino que es un cambio en el corazón, producido por el Espíritu. Y una persona con un corazón transformado busca[a] la aprobación de Dios, no la de la gente. NTV.

... religiosa que por tediosa e inútil solo cuenta con provocar competencia, lo único que consigue es promover la olimpiada farisea que exhibe en sus escenarios a los "mejores atletas", entrenados con rigor, para ser los émulos de los que son visitados y de los que asisten a sus exposiciones, que los ven como dioses olímpicos que serán superados, por los emuladores que están comprometidos con sus grupales programas religiosos, como preparación para la próxima olimpiada.  
 
Lucas 10: 25/28 25 Por entonces, un doctor de la ley, queriendo poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta: — Maestro, ¿qué he de hacer para alcanzar la vida eterna?  26 Jesús le contestó: — ¿Qué está escrito en la ley de Moisés? ¿Qué lees allí?  27 Él respondió: — Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu inteligencia; y a tu prójimo como a ti mismo.28 Jesús le dijo: — Has respondido correctamente. Haz eso y vivirás. BLP. 
 
La provocación con la que el doctor de la ley, el fariseo envanecido en su propia arrogancia, lleva al Creador del universo a competir con él; su estúpida-necia- ceguera, en la que se "cree" un dios del saber y la práctica de reglas y normas para correr en el estadio religioso,  anticipando su victoria vaciá, estéril, sobre el que llamó maestro, pues lo veía en inferioridad de condiciones ante su docta sabiduría, navegaba en su profunda ignorancia sobre el Amor, sobre Dios, Sobre la vida.
 
Lucas 10: 29/32 29 Pero el doctor de la ley, para justificar su pregunta, insistió: — ¿Y quién es mi prójimo?  30 Jesús le dijo:— Un hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó fue asaltado por unos ladrones, que le robaron cuanto llevaba, lo hirieron gravemente y se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Casualmente bajaba por aquel mismo camino un sacerdote que vio al herido, pero pasó de largo. 32 Y del mismo modo, un levita, al llegar a aquel lugar, vio al herido, pero también pasó de largo. BLP.
 
El soberbio, pedante, orgulloso, inútil doctor de la ley, obra conforme a su conciencia insensible, cínica y trafica con trucos para atrincherarse, para esquivar la espada de doble filo que estaba en cierne sobre su pecho; usted Jesús me habla del projimo, pero no lo describe como yo se que debe ser considerado, pues yo en verdad soy el projimo de toda la chusma, que tiene la obligación de rendirse ante mi, deben servirme como me lo merezco, deben lisonjearme, deben adularme.
 
Lucas 10: 33/35 33 Finalmente, un samaritano que iba de camino llegó junto al herido y, al verlo, se sintió conmovido. 34 Se acercó a él, le vendó las heridas poniendo aceite y vino sobre ellas, lo montó en su propia cabalgadura, lo condujo a una posada próxima y cuidó de él. 35 Al día siguiente, antes de reanudar el viaje, el samaritano dio dos denarios al posadero y le dijo: “Cuida bien a este hombre. Si gastas más, te lo pagaré a mi vuelta”. BLP.
 
Nada es mas importante que nuestro adiestramiento, por eso el sacerdote hizo lo que yo siempre hago, y aún el levita, porque ellos como yo corremos presurosos al templo, es decir al estadio en que los fans, los fanáticos, nos esperan para brindarnos sus aplausos, para besar nuestras manos, para elevarnos en el podio de la ignomia y la depravación imperdonable, porque cierto e irremediable es, que somos pecado imperdonable y nuestros fans son sus consumadores. 
 
Lucas 10: 36/38 36 Pues bien, ¿cuál de estos tres hombres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de ladrones? 37 El doctor de la ley contestó:— El que tuvo compasión de él. Y Jesús le replicó:— Pues vete y haz tú lo mismo. BLP. Después de esto, Jesús dijo a la gente y a sus discípulos: «Los escribas y los fariseos se apoyan en la cátedra de Moisés. Así que ustedes deben obedecer y hacer todo lo que ellos les digan, pero no sigan su ejemplo, porque dicen una cosa y hacen otra. 
 
 Imponen sobre la gente cargas pesadas y difíciles de llevar, pero ellos no mueven ni un dedo para levantarlas. Al contrario, todo lo que hacen es para que la gente los vea. Ensanchan sus filacterias y extienden los flecos de sus mantos, y les encanta ocupar los mejores asientos en las cenas y sentarse en las primeras sillas de las sinagogas, y que la gente los salude en las plazas y los llame: “¡Rabí, Rabí!” RVC. 

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