En él, ...

Juan 9: 24/  24 Por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: —Es Dios quien debería recibir la gloria por lo que ha pasado,[a] porque sabemos que ese hombre, Jesús, es un pecador. 25 —Yo no sé si es un pecador —respondió el hombre—, pero lo que sé es que yo antes era ciego, ¡y ahora puedo ver! 26 —¿Pero qué fue lo que hizo? —le preguntaron—. ¿Cómo te sanó? 27 —¡Miren! —exclamó el hombre—. Ya les dije una vez. ¿Acaso no me escucharon? ¿Para qué
 
quieren oírlo de nuevo? ¿Ustedes también quieren ser sus discípulos? 28 Entonces ellos lo insultaron y dijeron: —Tú eres su discípulo, ¡pero nosotros somos discípulos de Moisés! 29 Sabemos que Dios le habló a Moisés, pero no sabemos ni siquiera de dónde proviene este hombre. 30 —¡Qué cosa tan extraña! —respondió el hombre—. A mí me sanó los ojos, ¿y ustedes ni siquiera saben de dónde proviene? 31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores pero está dispuesto a escuchar a los que lo adoran y hacen su voluntad. NTV.
 
... en Moisés, en la ley que escribió desde cuando el original escrito por la Mano de Dios, aquellas dos tablas cortadas, moldeadas, por El para ser el pergamino sobre el que se leerían los criterios que definen el Carácter de Dios, la Santidad, la Justicia y el Amor, que Moisés arrojó para destruir a los idolatras y su ídolo;  todo lo que le fue dictado por El Creador, empezando por la nuevas tablas cortadas y moldeadas por la mano de Moisés, aquel pentateuco, fue es y será fundamento sobre el que los seres humanos edificaron y edifican sus grupos religiosos.
 
Éxodo 31: 18,32:15/16,19  18 Cuando el Señor terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas de piedra grabadas con las condiciones del pacto,[a] escritas por el dedo de Dios. 15 Moisés volvió entonces del monte. Cuando bajó, traía en sus manos las dos tablas de la *ley, las cuales estaban escritas por sus dos lados. 16 Tanto las tablas como la escritura grabada en ellas eran obra de Dios.  19 Cuando Moisés se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira y arrojó de sus manos las tablas de la ley, haciéndolas pedazos al pie del monte. NBD. 
 
Éxodo 34: 1/4 El Señor le dijo a Moisés: «Labra dos tablas de piedra semejantes a las primeras que rompiste. Voy a escribir en ellas lo mismo que estaba escrito en las primeras. Prepárate para subir mañana a la cumbre del monte Sinaí, y presentarte allí ante mí. Nadie debe acompañarte, ni debe verse a nadie en ninguna parte del monte. Ni siquiera las ovejas y las vacas deben pastar frente al monte.» Moisés labró dos tablas de piedra semejantes a las primeras, y muy de mañana subió con ellas al monte Sinaí, como se lo había ordenado el Señor. NBD.
 
Los mas representativos grupos o confesiones religiosas que forman el sistema, han tomado como base La ley de Moisés bajo variadas expectativas y nombres, para la creación de sus dioses, diosas, y para construir las "casas" en que les fijaran su "vivienda", junto con las prácticas con las que creen rendir adoración y culto para lograr su aceptación; son discípulos de Moisés, guardadas las diferencias que guardan con rigor, para intentar desclasificar, individualizar "como única", su forma de creencia, el nombre de sus dioses y diosas y los encargos y sacrificios que les exigen.    
 
Juan 1: 14/18 14 Entonces la Palabra se hizo hombre[a] y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad.[b] Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre. 15 Juan dio testimonio de él cuando clamó a las multitudes: «A él me refería yo cuando decía: “Alguien viene después de mí que es muy superior a mí porque existe desde mucho antes que yo”». 16 De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra.[c] 17 Pues la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inagotable de Dios y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo. 18 Nadie ha visto jamás a Dios; pero el Único, que es Dios,[d] está íntimamente ligado al Padre. Él nos ha revelado a Dios. NTV. 
 
Aún las confesiones que se presentan ante la sociedad, como cristianas, algunas, no pocas de ellas, en realidad son seguidoras de Moisés, de la ley, dado que sus actividades religiosas son repetición de tradiciones sociales extrapoladas para conseguir como hipótesis su confesión religiosa, desarrollando como centro de su atención religiosa, en practicas que no parecen ser los sacrificios previstos por la ley, pero que buscan ser lo mismo, en el orden de la adoración, el culto y la consecución de la aceptación de dios, muy notoriamente expresados en lo externo, en lo aparente. 
 
Colosenses 2: 16/19 16 Por lo tanto, no permitan que nadie los condene por lo que comen o beben, o porque no celebran ciertos días santos ni ceremonias por luna nueva ni los días de descanso. 17 Pues esas reglas son solo sombras de la realidad que vendrá. Y Cristo mismo es esa realidad. 18 No dejen que los condene ninguno de aquellos que insisten en una religiosa abnegación o en el culto a los ángeles,[a] al afirmar que han tenido visiones sobre estas cosas. Su mente pecaminosa los ha llenado de arrogancia 19 y no están unidos a Cristo, la cabeza del cuerpo. Pues él mantiene todo el cuerpo unido con las articulaciones y los ligamentos, el cual va creciendo a medida que Dios lo nutre. NTV.
 
La ley que describe lo erróneo en la conducta de los seres humanos, conforme a las diferentes normas, reguladas, que llegan hasta la imposibilidad de su cumplimiento, es el escenario perfecto en el que cada quien sale a escena para actuar a su "manera", el libreto que ha sido escrito, orientado por la ley, pero "personalizado" con nombre, al que podrán acceder, los que hayan disfrutado de la escenificación y en la actuación de los que lo exponen, porque concluyentemente nadie ve mas que lo externo, lo aparente, convencido de que nadie puede ver en él mas que lo aparente lo externo. 
 
Gálatas 4: 4/7  Sin embargo, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley. Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos; y debido a que somos[a] sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre»[b]. Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios, y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero. NTV.   

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