! Es esta!, ...
Mateo 24: 11/14 10 Muchos tropezarán[a] entonces y caerán, y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán. 11 Y se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán. 12 Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. 13 Pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo. 14 Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo[b] como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. LBLA. (verso 14: 14 El fin del mundo llegará cuando las buenas noticias del reino de Dios sean anunciadas en toda la tierra, y todo el mundo las haya escuchado. TLA) .
... la escalofriante verdad, es la paradoja en la que encontramos como "verdad lo contrario" de lo que El Creador advirtió escatológicamente, ha de ser señal del final, señal del resumen de los siglos, consumados en su obra redentora y de restauración de la vida; es la previsión del tiempo en que El Evangelio sera predicado en toda la tierra; predicado aunque no aceptado por la mayoría; Santa previsión del anhelante Corazon del Creador; anhelo que se cumpliría si las criaturas, decidieran devotamente, amorosamente, hacerlo parte de "ellas", de la misma manera como en "este tiempo", toda la población de la tierra esta entregada a la espantosa devoción por sus celulares.
1 de Corintios 2: 6/10 6 Sin embargo, entre los que han alcanzado la madurez sí hablamos con sabiduría, pero no con la sabiduría de este mundo ni la de sus gobernantes, los cuales perecen. 7 Más bien hablamos de la sabiduría oculta y misteriosa de Dios, que desde hace mucho tiempo Dios había predestinado para nuestra gloria, 8 sabiduría que ninguno de los gobernantes de este mundo conoció, porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de la gloria. 9 Como está escrito: «Las cosas que ningún ojo vio, ni ningún oído escuchó, Ni han penetrado en el corazón del hombre, Son las que Dios ha preparado para los que lo aman.» RVC.
Sin embargo la paradoja, la contradicción, contiene asombrosas revelaciones que deben ser recogidas y puestas en el tesoro que cada hijo-a- tiene, fruto de la promesa cumplida del creador: lo que ojo no ha visto, ni oido ha escuchado, ni corazon ha maquinado, es lo que el Espíritu de Dios revela a los amados que lo aman, los cristianos que viven en armonía con su Señor y Dios y Salvador; son los hechos que indican el efecto de la devoción humana entregada a la nada del devaneo en sus rectangulares "dioses", devaneo en el que alguna vez "les aparecerá", el nombre del Creador, Cristo Jesús y aunque lo hagan desaparecer rápidamente, ya no tendrán excusa en la rendición de cuentas.
1 de Corintios 2: 11/16 11 Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que entendamos lo que Dios nos ha dado, 13 de lo cual también hablamos, pero no con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, que explican las cosas espirituales con términos espirituales. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; y tampoco las puede entender, porque tienen que discernirse espiritualmente. 15 En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no está sujeto al juicio de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿O quién podrá instruirlo? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo. RVC.
Para el hombre natural la paradoja está en que, por obedecer a su mentor espiritual el dios de este mundo, desplegando odio contra Dios, su solitaria, aislada, y frenética devoción centrada en su celular, será causa de su caída, del tropiezo final y eterno, porque en la enajenada actividad de 24 horas; pues aún dormidos su "animo es vigilante" pues su dios descansa sobre su pecho, enfrentaran a Cristo Jesús; así es, el aparente triunfo de satanás, separando a la gente una de otra, especialmente a los que "conviven en la misma edificación", significará la develación de la estafa en la que cayó la humanidad engañada con el azucarado éxito y la prosperidad.
2 de Corintios 4: 3/5 3 Si la Buena Noticia que predicamos está escondida detrás de un velo, solo está oculta de la gente que se pierde. 4 Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios. NTV. 7 Queridos hijos, no dejen que nadie los engañe acerca de lo siguiente: cuando una persona hace lo correcto, demuestra que es justa, así como Cristo es justo. 8 Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo. 1 de Juan 3: 7/8. NTV.
Dios siempre cumple su Sagrada Voluntad, Siempre, esta es la razón por la que el diablo tiembla de terror ante su Majestuosa Persona, ante su Poder irresistible, ante la Justicia que es esencia de su carácter; así las cosas El Creador, Presente en Santidad, revelado por Amor, hace responsable de sus actos de su conducta, únicamente a cada uno de los creados que tienen la capacidad para decidir rechazarlo o aceptarlo; no hay segundas o terceras responsabilidades, la responsabilidad es "personal" es individual, en un escenario idéntico al que fueron llevados Adán y Eva consecuencia de su adulterio contra Dios; no hay forma de echarle la culpa a nadie.
Santiago 2: 19 19 Tú dices tener fe porque crees que hay un solo Dios.[a] ¡Bien hecho! Aun los demonios lo creen y tiemblan aterrorizados. NTV. Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. 2 Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible[a]—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. 3 Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás. Efesios 2: 1/3. NTV.