Recurrente, ...

Romanos 10: 13/15 porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: «¡Cuán hermosa es la llegada de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!» RVC. 

... en sus tradiciones sostenidas por el calendario, se ha mantenido desde siempre funcionando el sistema religioso extendido por la fas de la tierra, la gente ha sido enseñada con rigor de nacimiento y muerte, que lo que ha de suceder desde el nacimiento hasta que mueran, depende del calendario, que es la agenda que maneja el subconsciente colectivo de la humanidad.

Marcos 7:6/8 Jesús les respondió: —¡Hipócritas! Isaías tenía razón cuando profetizó sobre ustedes: “Este pueblo me honra de labios para afuera, pero su corazón está lejos de mí. De nada les sirve que me adoren porque todo lo que enseñan son normas de hombres”. Ustedes han olvidado los mandamientos de Dios. Sólo cumplen tradiciones humanas. PDT.

No puede ser diferente si tenemos en cuenta que cada uno de los seres humanos en "uso de razón", se acuesta el "día de hoy" y espera despertar mañana, no hay nada que le garantice que habrá otro día que no sea el calendario y es en el calendario en que basa la totalidad de la actividad humana, que en un intento por permanecer, hace "planes", para mañana, un mes, un año y mas, registrados cuidadosamente en "el calendario".

Marcos 1: 14/15 Después de que encarcelaron a Juan, Jesús fue a Galilea y comenzó a anunciar la buena noticia de parte de Dios. Él decía: «Ha llegado el momento, el reino de Dios ya está cerca. Cambien su manera de pensar y de vivir, crean en la buena noticia». PDT. No ignoren esto, amados hermanos: para el Señor, un día es como mil años, y mil años son como un día. No es que el Señor se tarde en cumplir lo que prometió como piensa la gente. Lo que pasa es que Dios es paciente porque no quiere que nadie sea destruido sino que todos cambien su vida y dejen de pecar. 2 Pedro 3: 8/9 PDT.

Los seres humanos sociales y religiosos existen aferrados desesperadamente a sus tradiciones, su encomiado esfuerzo es mantenerlas vigentes para encontrar justificación a su existencia la que en su interior saben "algún día terminara", de manera que las actividades sociales y sus practicas religiosas, suceden cada año como una repetición, como la recurrente conducta humana que tiene en su mentes tantos escenarios como días tiene el calendario.

Hechos 17: 29/31 »Así que, si somos hijos de Dios, no es posible que él sea como una de esas estatuas de oro, de plata o de piedra. No hay quien pueda imaginarse cómo es Dios, y hacer una estatua o pintura de él. Durante mucho tiempo Dios perdonó a los que hacían todo eso, porque no sabían lo que hacían; pero ahora Dios ordena que todos los que habitan este mundo se arrepientan, y que lo obedezcan sólo a él. Porque Dios ha decidido ya el día en que juzgará a todo el mundo, y será justo con todos. Dios eligió a Jesús para que sea el juez de todos, y ha demostrado que esto es cierto al hacer que Jesús resucitara.» TLA.

No hay posibilidad alguna para los seres humanos que tratan de entender el costo de la obra realizada por Dios "en el tiempo del hombre", para restaurar la vida que se manifiesta en el el orden de Dios en el que no hay tempo ni medida pues Dios es eterno como la vida es eterna, para eliminar el calendario en el que se basa la existencia humana, que solo aguarda pasar de muerte a muerte; ese costo es la Sangre y Vida de Cristo Jesus unigénito Hijo de Dios.   

La recurrencia calendaria en cumplimiento de tradiciones fechadas para estos tres días, convierte en vana y mágica y secreta y pagana imitación, la mas grande obra de Dios sucedida hace algo mas de dos mil años, por los ecuménicos cómplices del imperio romano y la hollywood religiosa, que han hecho actores y espectadores a los que son llamados a abandonar su existencia de pecado y muerte, confirmando su condenación eterna.

Hebreos 10: 28/31 Si uno quebranta la ley de Moisés y dos o tres testigos lo confirman, es condenado a muerte sin compasión. Pues ¡qué decir de quien haya pisoteado al Hijo de Dios, haya profanado la sangre de la alianza con que fue consagrado y haya ultrajado al Espíritu que es fuente de gracia! ¿No merece un castigo mucho más severo? Conocemos, en efecto, a quien ha dicho: A mí me corresponde tomar venganza; yo daré a cada uno según su merecido. Y también: El Señor es quien juzgará a su pueblo. ¡Tiene que ser terrible caer en las manos del Dios viviente! BHTI.  

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