En casa, ...
Lucas 19: 7/8 pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la casa de un pecador de mala fama». Mientras tanto, Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo: —Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más. NTV.
... en privado, Zaqueo y su Creador, alejados de la multitud doblemente pecadora; primero por su pecado, segundo por declarar su propia justicia desconociendo la Santidad y la Justicia de Dios despreciando a los demás, se estableció la relación eterna y personal entre un pecador arrepentido y El Señor y Salvador, confesando su pecado, mas allá de las mentes pervertidas y maliciosas que se atrevieron a Juzgar no solo a Zaqueo sino al Creador.
El ejemplo que ha seguir cada uno de los que sean llamados a "bajar del sicomoro" por Cristo Jesús, es por principio Divino el mismo, en lo privado a solas con Cristo ha de confesar su pecado y su confesión ha de ser genuina en arrepentimiento, que es la acción voluntaria, que hace realidad la "petición de perdón haciendo obras de arrepentimiento" que en otras palabras es la decisión de reparar el daño causado con el pecado cometido .
Mateo 3: 7/9 Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían a mirarlo bautizar, los enfrentó. «¡Camada de víboras! —exclamó—. ¿Quién les advirtió que huyeran de la ira divina que se acerca? Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios. No se digan simplemente el uno al otro: “Estamos a salvo porque somos descendientes de Abraham”. Eso no significa nada, porque les digo que Dios puede crear hijos de Abraham de estas piedras. NTV.
Arrepentirse es reparar, reparar es obrar dentro de los limites que Dios provee a cada uno según cada "caso-pecado-"; es la disposición de Dios, para sus hijos con los que se dignifica el perdón, en donde el perdón ha de ser concedido acercando a los afectados al punto en que las raíces de amargura, odio y deseos de venganza sean eliminados en respuesta a la operación del libre albedrío que finalmente dará testimonio de su fe.
Romanos 12: 18 Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos. DHH. Haya sobre todo mucho amor entre ustedes, porque el amor perdona muchos pecados. 1 Pedro 4: 8 DHH. Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder. Santiago 5: 16 DHH.
Confesión, seguida de arrepentimiento, es decir de "reparación", conduce al perdón genuino, al perdón que sana los corazones que han sido dañados, restaurando la paz entre los que fueron participes del pecado conforme a la enseñanza que Dios nos da en el caso de Zaqueo, que pone a disposición del Señor su vida y sus bienes para que El disponga como usarlos en su nueva vida, como miembro de la familia de Dios.
Lucas 19: 9/10 Jesús le dijo: —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido. DHH. Hijitos, no se dejen engañar: el que practica la justicia es justo, como Jesús es justo. El que practica el pecado pertenece al diablo, porque el diablo comenzó a pecar desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo. 1 de Juan 3: 7/8 NBD.
... en privado, Zaqueo y su Creador, alejados de la multitud doblemente pecadora; primero por su pecado, segundo por declarar su propia justicia desconociendo la Santidad y la Justicia de Dios despreciando a los demás, se estableció la relación eterna y personal entre un pecador arrepentido y El Señor y Salvador, confesando su pecado, mas allá de las mentes pervertidas y maliciosas que se atrevieron a Juzgar no solo a Zaqueo sino al Creador.
El ejemplo que ha seguir cada uno de los que sean llamados a "bajar del sicomoro" por Cristo Jesús, es por principio Divino el mismo, en lo privado a solas con Cristo ha de confesar su pecado y su confesión ha de ser genuina en arrepentimiento, que es la acción voluntaria, que hace realidad la "petición de perdón haciendo obras de arrepentimiento" que en otras palabras es la decisión de reparar el daño causado con el pecado cometido .
Mateo 3: 7/9 Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían a mirarlo bautizar, los enfrentó. «¡Camada de víboras! —exclamó—. ¿Quién les advirtió que huyeran de la ira divina que se acerca? Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios. No se digan simplemente el uno al otro: “Estamos a salvo porque somos descendientes de Abraham”. Eso no significa nada, porque les digo que Dios puede crear hijos de Abraham de estas piedras. NTV.
Arrepentirse es reparar, reparar es obrar dentro de los limites que Dios provee a cada uno según cada "caso-pecado-"; es la disposición de Dios, para sus hijos con los que se dignifica el perdón, en donde el perdón ha de ser concedido acercando a los afectados al punto en que las raíces de amargura, odio y deseos de venganza sean eliminados en respuesta a la operación del libre albedrío que finalmente dará testimonio de su fe.
Romanos 12: 18 Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos. DHH. Haya sobre todo mucho amor entre ustedes, porque el amor perdona muchos pecados. 1 Pedro 4: 8 DHH. Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder. Santiago 5: 16 DHH.
Confesión, seguida de arrepentimiento, es decir de "reparación", conduce al perdón genuino, al perdón que sana los corazones que han sido dañados, restaurando la paz entre los que fueron participes del pecado conforme a la enseñanza que Dios nos da en el caso de Zaqueo, que pone a disposición del Señor su vida y sus bienes para que El disponga como usarlos en su nueva vida, como miembro de la familia de Dios.
Lucas 19: 9/10 Jesús le dijo: —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido. DHH. Hijitos, no se dejen engañar: el que practica la justicia es justo, como Jesús es justo. El que practica el pecado pertenece al diablo, porque el diablo comenzó a pecar desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo. 1 de Juan 3: 7/8 NBD.