Es El, ...

Hechos 17: 24/26 »Es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él. Puesto que él es Señor del cielo y de la tierra, no vive en templos construidos por manos humanas. Él no necesita nada de los seres humanos; al contrario, les da a todos vida, aire y todo lo necesario. De un solo hombre Dios creó todos los distintos seres humanos para que habitaran en todo el mundo y determinó cuándo y dónde debían vivir. PDT.

... Es Dios, es Cristo Jesus Resucitado, es El Señor en el que el universo visible e invisible tiene propósito, es el Señor en el corazón de los hijos de Dios, que sin verlo, pero viéndolo en El Orden Espiritual, saben Quien Es y por eso rendidos de amor por El aceptan su Señorío, saben que El es el dueño absoluto de todo su ser; cuerpo alma, y espíritu, es En El en quien la Vida tiene propósito y es En El en quien es posible realizarlo.

Colosenses 1: 15/18 Nadie puede ver a Dios, pero Cristo es Dios en forma visible. Él existe desde antes de la creación y es supremo Señor de toda ella. Con su poder creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, lo que se ve y lo que no se ve, ya sean ellos seres espirituales, poderes, autoridades o gobernantes. Todo ha sido creado por él y para él. Cristo existió antes que todas las cosas, y todo el universo sigue su curso gracias a él. Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él dio comienzo a todo y fue el primero en resucitar de la muerte. Entonces él es el más importante en todo sentido. PDT.

Han pasado solo cinco días desde que el sistema social y religioso festejó desde la perspectiva de la "naturaleza" de su grupo, o confesión o práctica o denominación, lo que para unos fue easter, para otros pascua, para otros escepticismo silencioso en el que amparan su incapacidad para asociar, huesos, músculos, tendones, piel, órganos, que es lo único en que creen, con "resurrección", obrando en perfecta concordancia con los religiosos saduceos.

Juan 20: 24/29 Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Después los otros discípulos le dijeron: —Hemos visto al Señor. Pero Tomás les contestó: —Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer. Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo: —¡Paz a ustedes! Luego dijo a Tomás: —Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree! Tomás entonces exclamó: —¡Mi Señor y mi Dios! Jesús le dijo: —¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto! DHH.

La sociedad y la religión subsisten gracias a las tradiciones que son su "piedra angular", sin las que se derrumban irremediablemente porque "ellas" son el motivo por el que existen, su mayor felicidad es tachar en el calendario la fiesta de ayer y prepararse para la fiesta de mañana, nada distinto a esto tiene cabida en sus mentes temblorosas e inseguras, al igual que Tomás, solo "creen" en lo que ven y pueden tocar.

1 de Juan 4: 12/13,20 A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Si alguno dice: «Yo amo a Dios», y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve. DHH.

Cada quien a su manera celebró la "fiesta del domingo pasado", fue solo eso porque la tradición religiosa es lo que único que cuenta, por eso el domingo fue solo un festejo que en nada "afectó" la tradición de los grupos religiosos es decir en nada cambio la existencia de los seres humanos que forman cada grupo religioso, hoy ese día ya se olvidó y el sistema en su totalidad esta listo para el próximo festejo.

Marcos 7: 5/9 Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: —¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos impuras? Respondiendo él, les dijo: —¡Hipócritas! Bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: “Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí, pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”, porque, dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber. Y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: —Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición, RVR95. 

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