Una es, ...
Marcos 7: 19/23 Porque lo que coma una persona no afecta su manera de pensar, sino que va a su estómago y luego sale a la letrina. Con estas palabras Jesús daba a entender que ningún alimento está prohibido. Después les dijo: —Lo que sale del interior de la gente es lo que vuelve impuro a alguien. Porque del interior de la gente, o sea de la mente, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, el robo, el asesinato, el adulterio, la codicia, la maldad, el engaño, el desenfreno, la envidia, los insultos, la arrogancia y la necedad. Toda esa maldad proviene del interior y es lo que hace impura a la gente. PDT.
... la forma como la ofensa a Dios toma nombre de pecado, y otra es la forma como el sistema religioso entiende y se hace cargo del pecado. El pecado que habita en el interior del hombre que llena el vacío que dejó el espíritu que murió, es el que le da forma a la naturaleza humana que siempre opera ofendiendo a Dios, maquinando toda obra que al ser cometida daña al que la comete y a otros o algunos otros.
Exodo 32: 7/8 El Señor dijo a Moisés: — Desciende del monte, porque tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto, se ha pervertido. Muy pronto se han apartado del camino que yo les había indicado. Se han fabricado un becerro de metal al que adoran y ofrecen sacrificios al tiempo que proclaman: “¡Israel, este es tu dios, el que te sacó de Egipto!”. BHTI. ¿Y quiénes fueron los que escucharon la voz de Dios y aun así se rebelaron contra él? Los que Moisés sacó de Egipto. ¿Con quién estuvo enojado Dios durante cuarenta años? Con esos mismos pecadores que murieron y cuyos cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Hebreos 3:16, 17 PDT.
La rebelión que le da la espalda a Dios, es el pecado que cuando se comete lo insulta, adorando la figura de un animal-becerro-, o de hombres y mujeres; los israelitas muertos por el pecado, existiendo por y para el pecado, agregaron a su estado natural la decisión de rechazar a Dios y continuar la herencia en que la adoración es a Satanás, por lo que su pecado imperdonable los llevó a la segunda muerte.
Dios conoce y escudriña omniscientemente y omnipotentemente el interior de los seres humanos, porque su anhelo esta puesto en que mediante el libre albedrío, decidan llenar "nuevamente" el espacio en que reinaba la Vida que es Cristo Jesús; su anhelante Amor se prueba en que a pesar de la frenética existencia humana cometiendo toda clase de manipulaciones para lograr su objetivo pecaminoso parándose sobre el rostro de los demás, Dios aún no nos ha destruido, debido a su Voluntad permisiva.
Josue 24: 19/20 Entonces Josué advirtió a los israelitas: —Ustedes no son capaces de servir al Señor, porque él es Dios santo y celoso. No les perdonará su rebelión ni sus pecados. Si abandonan al Señor y sirven a otros dioses, él se pondrá en contra de ustedes y los destruirá, aunque les haya hecho tanto bien en el pasado. NTV. Jesús les respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, y el campo es el mundo. La buena semilla representa a los que son del reino, y la mala hierba representa a los que son del maligno, y el enemigo que sembró la mala hierba es el diablo. La cosecha representa el fin del mundo, y los que recogen la cosecha son los ángeles. Mateo 13:37-39 DHH.
La sociedad y el sistema religioso entiende y se hace cargo del pecado, cuando la "infracción es cometida", la infracción recibe nombre y le asignan "nivel de gravedad", para exigir el sacrificio que corresponda, jamás entienden el "corazón" que da frutos de pecado sin cesar, porque es imposible cambiar el interior del hombre que es el origen de su naturaleza; todos los sacrificios con los que se ponen a paz y salvo con su grupo religioso, son ante Dios la consumación de pecado sobre pecado.
Isaías 1: 13/15 No me traigan más ofrendas inútiles. Su incienso me desagrada. Ya no aguanto sus reuniones de Luna nueva, los días de descanso y las demás fiestas religiosas mientras practican el pecado. Detesto sus fiestas de Luna nueva y demás fiestas religiosas. Todo eso se me ha hecho insoportable, estoy cansado de todo eso. Cuando ustedes alzan sus manos hacia mí para orar, yo me niego a prestarles atención. Ya no escucharé su gran cantidad de oraciones porque ustedes tienen las manos manchadas de opresión y violencia. PDT.
Dejar de pecar es dejar de existir, porque mientras el hombre existe vacío de Amor, vació de Justicia, vació de Dios, lo único para lo que esta capacitado es para pecar, de manera que en efecto hay que dejar de existir, hay que morir cumpliendo así la Justicia de Dios decretada contra el pecado, ¡Y he ahí¡ que el inconmensurable Amor de Dios el Padre, entregó a su hijo Santo Amoroso y Justo, para que en El muriera toda la humanidad como en efecto murió, para que los que mueren con El en la cruz nazcan de nuevo Vivos, porque el Cristo Resucitado, que es la Vida, habite en el lugar que la muerte había dejado vacío.
Hebreos 2: 14/15 Los hijos de una familia son gente de carne y hueso, por eso Jesús se hizo de carne y hueso igual que ellos. Sólo así pudo morir y con su muerte derrotar al diablo, quien tenía el poder de la muerte. Jesús se hizo hombre para liberar a los hombres, quienes habían estado esclavizados toda la vida por temor a la muerte. PDT. Él era como Dios en todo sentido, pero no se aprovechó de ser igual a Dios. Al contrario, él se quitó ese honor, aceptó hacerse un siervo y nacer como un ser humano. Al vivir como hombre, se humilló a sí mismo y fue obediente hasta el extremo de morir en la cruz. Filipenses 2:6-8 PDT.
... la forma como la ofensa a Dios toma nombre de pecado, y otra es la forma como el sistema religioso entiende y se hace cargo del pecado. El pecado que habita en el interior del hombre que llena el vacío que dejó el espíritu que murió, es el que le da forma a la naturaleza humana que siempre opera ofendiendo a Dios, maquinando toda obra que al ser cometida daña al que la comete y a otros o algunos otros.
Exodo 32: 7/8 El Señor dijo a Moisés: — Desciende del monte, porque tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto, se ha pervertido. Muy pronto se han apartado del camino que yo les había indicado. Se han fabricado un becerro de metal al que adoran y ofrecen sacrificios al tiempo que proclaman: “¡Israel, este es tu dios, el que te sacó de Egipto!”. BHTI. ¿Y quiénes fueron los que escucharon la voz de Dios y aun así se rebelaron contra él? Los que Moisés sacó de Egipto. ¿Con quién estuvo enojado Dios durante cuarenta años? Con esos mismos pecadores que murieron y cuyos cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Hebreos 3:16, 17 PDT.
La rebelión que le da la espalda a Dios, es el pecado que cuando se comete lo insulta, adorando la figura de un animal-becerro-, o de hombres y mujeres; los israelitas muertos por el pecado, existiendo por y para el pecado, agregaron a su estado natural la decisión de rechazar a Dios y continuar la herencia en que la adoración es a Satanás, por lo que su pecado imperdonable los llevó a la segunda muerte.
Dios conoce y escudriña omniscientemente y omnipotentemente el interior de los seres humanos, porque su anhelo esta puesto en que mediante el libre albedrío, decidan llenar "nuevamente" el espacio en que reinaba la Vida que es Cristo Jesús; su anhelante Amor se prueba en que a pesar de la frenética existencia humana cometiendo toda clase de manipulaciones para lograr su objetivo pecaminoso parándose sobre el rostro de los demás, Dios aún no nos ha destruido, debido a su Voluntad permisiva.
Josue 24: 19/20 Entonces Josué advirtió a los israelitas: —Ustedes no son capaces de servir al Señor, porque él es Dios santo y celoso. No les perdonará su rebelión ni sus pecados. Si abandonan al Señor y sirven a otros dioses, él se pondrá en contra de ustedes y los destruirá, aunque les haya hecho tanto bien en el pasado. NTV. Jesús les respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, y el campo es el mundo. La buena semilla representa a los que son del reino, y la mala hierba representa a los que son del maligno, y el enemigo que sembró la mala hierba es el diablo. La cosecha representa el fin del mundo, y los que recogen la cosecha son los ángeles. Mateo 13:37-39 DHH.
La sociedad y el sistema religioso entiende y se hace cargo del pecado, cuando la "infracción es cometida", la infracción recibe nombre y le asignan "nivel de gravedad", para exigir el sacrificio que corresponda, jamás entienden el "corazón" que da frutos de pecado sin cesar, porque es imposible cambiar el interior del hombre que es el origen de su naturaleza; todos los sacrificios con los que se ponen a paz y salvo con su grupo religioso, son ante Dios la consumación de pecado sobre pecado.
Isaías 1: 13/15 No me traigan más ofrendas inútiles. Su incienso me desagrada. Ya no aguanto sus reuniones de Luna nueva, los días de descanso y las demás fiestas religiosas mientras practican el pecado. Detesto sus fiestas de Luna nueva y demás fiestas religiosas. Todo eso se me ha hecho insoportable, estoy cansado de todo eso. Cuando ustedes alzan sus manos hacia mí para orar, yo me niego a prestarles atención. Ya no escucharé su gran cantidad de oraciones porque ustedes tienen las manos manchadas de opresión y violencia. PDT.
Dejar de pecar es dejar de existir, porque mientras el hombre existe vacío de Amor, vació de Justicia, vació de Dios, lo único para lo que esta capacitado es para pecar, de manera que en efecto hay que dejar de existir, hay que morir cumpliendo así la Justicia de Dios decretada contra el pecado, ¡Y he ahí¡ que el inconmensurable Amor de Dios el Padre, entregó a su hijo Santo Amoroso y Justo, para que en El muriera toda la humanidad como en efecto murió, para que los que mueren con El en la cruz nazcan de nuevo Vivos, porque el Cristo Resucitado, que es la Vida, habite en el lugar que la muerte había dejado vacío.
Hebreos 2: 14/15 Los hijos de una familia son gente de carne y hueso, por eso Jesús se hizo de carne y hueso igual que ellos. Sólo así pudo morir y con su muerte derrotar al diablo, quien tenía el poder de la muerte. Jesús se hizo hombre para liberar a los hombres, quienes habían estado esclavizados toda la vida por temor a la muerte. PDT. Él era como Dios en todo sentido, pero no se aprovechó de ser igual a Dios. Al contrario, él se quitó ese honor, aceptó hacerse un siervo y nacer como un ser humano. Al vivir como hombre, se humilló a sí mismo y fue obediente hasta el extremo de morir en la cruz. Filipenses 2:6-8 PDT.