Perseverantes, ...

2 de Corintios 1: 18/20 Tan cierto como que Dios es fiel, nuestra palabra a ustedes no oscila entre el «sí» y el «no». Pues Jesucristo, el Hijo de Dios, no titubea entre el «sí» y el «no». Él es aquel de quien Silas, Timoteo y yo les predicamos, y siendo el «sí» definitivo de Dios, él siempre hace lo que dice. Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!», y por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa «sí») se eleva a Dios para su gloria. NTV.

... los de un solo ánimo, los que con constancia, vencen todos los obstáculos que el mundo embosca para hacerlos caer, y para apartarlos de la realización de la visión de vida que han recibido de su creador y que personalmente guía en cada creyente, desde el día en que es salvo al recibir el perdón de sus pecados y aceptar en su corazón a su Señor y Salvador Cristo Jesús.

2 de corintios 1: 21/22 Es Dios quien nos capacita, junto con ustedes, para estar firmes por Cristo. Él nos comisionó y nos identificó como suyos al poner al Espíritu Santo en nuestro corazón como un anticipo que garantiza todo lo que él nos prometió. NTV.

No hay variación en el "ánimo", en el carácter, de la persona que es capacitada por Dios para ser la persona que el quiere que sea; Es la visión del Padre Celestial, para cada uno de sus hijos, y que los hijos edifican cada día, obedeciendo la guía y dirección que el provee amorosamente en Cristo Jesús por la unción del Espíritu Santo.

1 de Corintios 10: 13 Hasta ahora, ninguna prueba les ha sobrevenido que no pueda considerarse humanamente soportable. Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean puestos a prueba más allá de sus propias fuerzas; al contrario, junto con la prueba les proporcionará también la manera de superarla con éxito. BHTI.

La fidelidad de Dios es el principio único, en el que crecen y maduran los hijos, dentro del proceso en el que la base de la obra que crece hoy, es porque se edifica sobre la construcción a la que llegaron ayer, de manera que el "edificio", va tomando forma, con los agregados de cada día, de manera que lo que que se edifica hoy, es solido debido a la estructura, sobre la que se ha puesto.

Efesios 2: 19/21 Por eso, ustedes ya no son extranjeros, ya no están fuera de su tierra, sino que ahora comparten con el pueblo santo los mismos derechos, y son miembros de la familia de Dios. Ustedes son como un edificio levantado sobre los fundamentos que son los apóstoles y los profetas, y Jesucristo mismo es la piedra principal. En Cristo, todo el edificio va levantándose en todas y cada una de sus partes, hasta llegar a ser, en el Señor, un templo santo. DHH. 

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