¿juicio?, ...
Juan 8: 43/45 ¿Por qué no pueden entender lo que les digo? ¡Es porque ni siquiera toleran oírme! Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira. Por eso, es natural que no me crean cuando les digo la verdad. NTV.
... es la palabra que sirve de trinchera a la gente social y religiosa, que socava la autenticad de lo que quisieran predicar los empleados que contratan en los grupos que le dan forma a la religión, manipulando a su antojo y conveniencia la prevención Divina a los seres humanos que se atreven a juzgar a sus congéneres.
Mateo 7: 1/5 »No juzguen a los demás, para que Dios no los juzgue a ustedes. Porque se les juzgará de la misma manera que ustedes juzguen a los demás. Con la misma medida que ustedes midan a los demás, Dios los medirá a ustedes. »¿Por qué te fijas en la pajita que tiene tu hermano en el ojo, pero no te das cuenta de la viga que tienes tú en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la pajita que tienes en el ojo”, mientras que en el tuyo hay una viga? ¡No seas hipócrita! Primero saca la viga de tu ojo y verás mejor para poder sacar la pajita de tu hermano. PDT.
La humanidad entera. sin excepción alguna,-no hay ni uno que sea justo-nace contaminada de pecado, de manera que tratar de justificarse ante los demás, solo aumenta el pecado, y le da forma a la legitima aplicación de lo que Dios condena y llama juicio, pero no tiene forma ni aplicación cuando de Dios se trata.
Dios es la única autoridad Santa y Justa, que por derecho de creación, puede y en efecto juzga a sus criaturas, primeramente por el error al identificar a Dios y después por la acción discriminatoria que usan los seres humanos para pecar contra los demás por considerarse mejores o peores, errando esencialmente por que no se conocen y no conocen a Dios.
"Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo", es la afirmación de la predicación de Cristo Jesús, que confronta a los que dicen conocer a dios, siendo en realidad idólatras, dejando en el vacío la conciencia de pecado, que es fruto de conocer personalmente a Dios y por tanto la Santidad y la Justicia, que lo caracterizan.
El que predica a Cristo Jesús, como única vía para conocer al Padre Celestial, esta libre del pecado de juicio, porque la enseñanza de su predicación es la " apologética", mediante la que confronta, no juzga, a los que encubren la verdad que conduce al conocimiento del Unico y absoluto Dios, para evitar que se ponga al descubierto el pecado y la solución que Dios proveyó en la sangre que Cristo derramo en la cruz.
Lucas 18: 9/12 Había unos que creían que siempre hacían el bien. Estaban tan seguros de sí mismos que menospreciaban a los demás. Jesús contó esta historia para ellos: «Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era un fariseo y el otro era un cobrador de impuestos. El fariseo, puesto de pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás. No soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el pecado de adulterio, ni tampoco como este cobrador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que adquiero”. PDT.,
... es la palabra que sirve de trinchera a la gente social y religiosa, que socava la autenticad de lo que quisieran predicar los empleados que contratan en los grupos que le dan forma a la religión, manipulando a su antojo y conveniencia la prevención Divina a los seres humanos que se atreven a juzgar a sus congéneres.
Mateo 7: 1/5 »No juzguen a los demás, para que Dios no los juzgue a ustedes. Porque se les juzgará de la misma manera que ustedes juzguen a los demás. Con la misma medida que ustedes midan a los demás, Dios los medirá a ustedes. »¿Por qué te fijas en la pajita que tiene tu hermano en el ojo, pero no te das cuenta de la viga que tienes tú en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la pajita que tienes en el ojo”, mientras que en el tuyo hay una viga? ¡No seas hipócrita! Primero saca la viga de tu ojo y verás mejor para poder sacar la pajita de tu hermano. PDT.
La humanidad entera. sin excepción alguna,-no hay ni uno que sea justo-nace contaminada de pecado, de manera que tratar de justificarse ante los demás, solo aumenta el pecado, y le da forma a la legitima aplicación de lo que Dios condena y llama juicio, pero no tiene forma ni aplicación cuando de Dios se trata.
Dios es la única autoridad Santa y Justa, que por derecho de creación, puede y en efecto juzga a sus criaturas, primeramente por el error al identificar a Dios y después por la acción discriminatoria que usan los seres humanos para pecar contra los demás por considerarse mejores o peores, errando esencialmente por que no se conocen y no conocen a Dios.
"Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo", es la afirmación de la predicación de Cristo Jesús, que confronta a los que dicen conocer a dios, siendo en realidad idólatras, dejando en el vacío la conciencia de pecado, que es fruto de conocer personalmente a Dios y por tanto la Santidad y la Justicia, que lo caracterizan.
El que predica a Cristo Jesús, como única vía para conocer al Padre Celestial, esta libre del pecado de juicio, porque la enseñanza de su predicación es la " apologética", mediante la que confronta, no juzga, a los que encubren la verdad que conduce al conocimiento del Unico y absoluto Dios, para evitar que se ponga al descubierto el pecado y la solución que Dios proveyó en la sangre que Cristo derramo en la cruz.
Lucas 18: 9/12 Había unos que creían que siempre hacían el bien. Estaban tan seguros de sí mismos que menospreciaban a los demás. Jesús contó esta historia para ellos: «Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era un fariseo y el otro era un cobrador de impuestos. El fariseo, puesto de pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás. No soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el pecado de adulterio, ni tampoco como este cobrador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que adquiero”. PDT.,