Las lagrimas, ...

Lucas 19: 41/44 Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, lloró y dijo: «¡Habitantes de Jerusalén! ¡Cómo me gustaría que hoy ustedes pudieran entender lo que significa vivir en paz! Pero no, ustedes son incapaces de comprenderlo. Llegará el momento en que sus enemigos vendrán, y harán rampas alrededor de la ciudad para atacarla por todos lados. La destruirán por completo, y no dejarán en pie una sola pared. Todos ustedes morirán, y sufrirán todo esto, porque no quisieron reconocer que Dios me envió a salvarlos.» TLAD.

... que brotaron de los ojos de Dios, son la anticipación de la rebelión humana, ante la Gracia de Dios, que durante algo mas de tres años, fue puesta a disposición de la gente, de todas las condiciones sociales y religiosas, misma gente que en breve "mordería la mano", que los curó, los alimentó, los liberó de los demonios, los consoló, los protegió, los volvió a la existencia cuando sus cuerpos murieron.

Toda la Gracia Amorosa de Dios desplegada como jamás había sido vista y palpada por los seres humanos, fue y es, la prueba de como los que así lo decidan, recibirán todo aquello, solo como un anticipo del verdadero Don, del verdadero bien, enviado por Dios que es la Vida, que es la salvación de la muerte que causó el pecado, y que fue, y es el motivo principal de la presencia de Cristo Jesús sobre la tierra.

Galatas 2: 20 En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme.TLAD.

Que puede decirse de lo que causó en el corazón de Dios, que sus lagrimas fueran derramadas, sino que el anhelo por todas sus criaturas, anhelo que lo mantenía caminando hacia la cruz, le permitía en su omnisciencia, ver cómo el rechazo, la traición, fruto de su odio, los convertiría en sus asesinos,  los que esquizofrenicamente gritaban ante los paganos líderes políticos romanos en complicidad con los líderes religiosos, crucificale, crucificale.     

Esto es lo que ocurrió, y es lo que ocurre cada segundo de existencia social y religiosa, encarnada en los seres humanos, viles y traidores, que siguen rechazando, la oferta gratis-por Gracia- de la salvación, cambio que se da por el solo acto de rechazar, ser cómplice de los que crucificaron a Cristo Jesús, aceptando la obra redentora en su sangre; rechazando a los que lo crucifican día a día con su conducta pecaminosa.

Hebreos 10: 28/29 Cualquiera que rechazaba la ley de Moisés moría irremediablemente por el testimonio de dos o tres testigos. ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado, y que ha insultado al Espíritu de la gracia? NVI.      

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