La voluntad humana, ...

Efesios 2: 1/2 Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. NTV.

... opera soberanamente-Libre albedrío-, para hacer lo que le parece, o para hacer la Voluntad de Dios. Se trata de como el hombre lleva a efecto su voluntad, obedeciendose a si mismo, animado por el es es forma y figura de la desobediencia, y que actúa desde sus corazones.

El pecado es el resultado de la operación de la voluntad humana, asistida por las tinieblas, que conforme a la Palabra de Dios, es el estado en que "vive el hombre estando muerto", sin excepción; "Igual que el reto de la gente, que obedece al diablo", que entronado en sus corazones, es el que los guía en desobediencia a Dios.

Pero cuando la voluntad humana, libremente decide rendirse a Dios, obra soberanamente para rechazar al habitante oscuro de su corazón y dar lugar al Creador, que por Amor, iluminará su corazón, cuando acepte su estado de muerte causado por el pecado, reciba el perdón de Dios , por la redención que Cristo Jesús realizó en la cruz y reciba una nueva vida.

Una nueva vida y un nuevo corazón, en el que habitará para siempre su Señor y Salvador, Cristo Jesús, debido a la unción del Espíritu Santo, para honrar el Amor del Padre Celestial. Cristo guiando la nueva vida de cada cristiano desde su corazón, reflejara su carácter de obediencia, de modo que su nueva vida, se realizará obedeciendo la voluntad de Dios.

Dios Bendice la decision rendida del que hecho persona en Cristo Jesús, madura en sus manos, como nueva persona, resultado de que el hombre antiguo, el hombre viejo, murió con El en la cruz; ¿que ocurre con los que piden ser "bendecidos para revivir al viejo hombre que murio"?.

2 de Corintios 5: 16/17
Así que, de aquí en adelante, nosotros ya no conocemos a nadie desde el punto de vista humano; y aun si a Cristo lo conocimos desde el punto de vista humano, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, ya es una nueva creación; atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya todo es nuevo! RVC.

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