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Romanos 3: 10/12 10Como está escrito: "No hay justo, ni aun uno; 11no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. 12Todos se han desviado, a una se hicieron inutiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. NBLH.

Los seres humanos que le dan forma ala sociedad y a la religión, se han especializado en "definir", a la gente de acuerdo con sus propios criterios, es decir de acuerdo a su manera de definir las cosas. Hay calificativos que "definen" todo tipo de conductas humanas y todos entre si las aceptan y se congratulan por ello.

Un grupo religioso muy representativo del sistema religioso mundial, tiene por ejemplo su propia definición para santo. Han creado todo un proceso después del cual, le otorgan a ciertas personas, el titulo de santo. Lo que ocurre con este procedimiento es que aquellos que son "definidos" como santos, adquieren las mismas características de todos sus dioses y diosas.

La gente puede por tanto, pedirle a estos santos todo lo que quieran, sin embargo hay cierta especialidad para cada uno de los han sido etiquetados como tal, y es en esa especialidad en la que principalmente favorecerá a los que le pidan milagros. Es tan aceptado esto, que los "creyentes" invocan constantemente el nombre de su nuevo dios, y el de los demás teniendo en cuenta la "especialidad de cada uno".

Dios, por su parte define quien es santo: 1 de Pedro 1: 15/16
15pero ahora sean santos en todo lo que hagan, tal como Dios, quien los eligió, es santo. 16Pues las Escrituras dicen: «Sean santos, porque yo soy santo». NTV. Esta es la forma como Dios etiqueta a los que habiendo recibido el perdón de sus pecados, en la sangre de Cristo Jesús, es hecho parte de la familia de Dios, pues para Dios solo hay dos clases de seres humanos, los pecadores, que aún están sin Cristo Jesús, y los Santos que lo han hecho el habitante de su corazón.

Son tantas las cosas que resultan cuando con plena responsabilidad, y en ejercicio del libre albedrío, sometemos nuestras creencias a la Palabra de Dios, una de las principales ha de ser, encontrar el verdadero sentido de nuestras inclinaciones, cuando traemos a nuestra mente la palabra Dios, y cuando pronunciamos nombres en busca de soluciones sobrenaturales a las crisis por las que atravesamos.

El celoso y Unico Dios, que nos anhela, es el mismo que nos enseña, lo que es la idolatría y las consecuencias de ese pecado. El jamás permitirá que se le rinda reconocimiento a la condición de dios, a otro que no sea El, porque lo primero que sucede es que Dios nos da la espalda, y nos deja a merced de lo que no es dios, que con seguridad nos dará una buena explicación a las crisis y a los éxitos.

Ezequiel 39: 23/24
23Luego las naciones sabrán por qué los israelitas fueron enviados al destierro, fue el castigo por su pecado, porque fueron infieles a su Dios. Por lo tanto, les di la espalda y dejé que sus enemigos los destruyeran. 24Les di la espalda y los castigué por su contaminación y por sus pecados. NTV.



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