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Job 39: 14/17 14 El avestruz pone sus huevos en la tierra y los deja empollar con el calor de la arena. 15 Se olvida de que alguien puede pisarlos o de que algún animal salvaje puede quebrarlos. 16 Trata a sus polluelos como si no fueran suyos. No le importa que su trabajo pueda haber sido en vano. 17 Es porque Dios no le dio sabiduría ni le dio inteligencia. PDT.

... es el cascarón que abrirlo, no tiene tiene fruto, antes de tratar de encontrar su razon de ser, se parece a todos los demás cascarones, en verdad son miles de ellos, según su especie, por ejemplo las arvejas, los frijoles, las habas, identificados en principio por la "vaina", que contiene lo valioso, los granos de arveja, de frijol, de haba, puestos en las alhacenas, para el servicio de las personas, en tanto los cascarones, las vainas, son desechadas, o usadas como comida del ganado.

Jeremias 51: 57/58 57 Voy a emborrachar a sus funcionarios, sabios, gobernadores, magistrados y militares. Dormirán un sueño eterno del que no despertarán». Es la decisión del Rey; su nombre es el SEÑOR Todopoderoso. 58 Así dice el SEÑOR Todopoderoso: «Los anchos muros de Babilonia serán completamente derribados, y sus altas puertas serán incendiadas. Los pueblos trabajaron en vano y las naciones se fatigaron sólo para lo que se devora el fuego». PDT.

"desgranar", es una hermosa forma de llevar a efecto, la separación de la vaina, del cascarón, de los frutos, de los granos, de modo que el Creador, no obra, "como desgranador", de la humanidad, de los seres humanos, vacíos, los que son únicamente el cascarón, la vaina de lo que debían ser, pero que se perdió durante la crisis del paraíso, modo que no puede ser encontrado fruto alguno en ninguno de ellos, perdidos en el sin valor de si mismos, y de los demás.

Lucas 13: 6/9 6 Jesús les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, y fue a ver si daba higos, pero no encontró ninguno. 7 Así que le dijo al hombre que cuidaba el viñedo: “Mira, por tres años seguidos he venido a esta higuera en busca de fruto, pero nunca lo encuentro. Córtala, pues; ¿para qué ha de ocupar terreno inútilmente?” 8 Pero el que cuidaba el terreno le contestó: “Señor, déjala todavía este año; voy a aflojarle la tierra y a echarle abono. 9 Con eso tal vez dará fruto; y si no, ya la cortarás.” » DHH.

Vana, sin contenido, inútil, por estéril, es la naturaleza humana, sorda, ciega, insensible, ante su propia vaciedad, lerda, y socarrona, respecto de lo que podría ser "valioso", desarrollando como motivo de su existencia, como objetivo individual darse importancia, valor y significado, con cosas, de su misma insuficiencia, de su misma falta de capacidad para trascender, por lo que se "llenan", de materiales, y minerales brillantes, de ani-males, de honores, de dinero, rechazando siempre a los son sus iguales.        

Eclesiastés 1: 1/5 1Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. 2 ¡Vanidad de vanidades!
¡Vanidad de vanidades! ¡Todo es vanidad! —Palabras del Predicador. 3 ¿Qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos y de todos sus afanes bajo el sol? 4 Una generación se va, y otra generación viene, pero la tierra permanece para siempre. 5 El sol sale, el sol se pone, y vuelve presuroso al lugar de donde se levanta. RVC.
 
Asi como la semilla se va en vano, y no fructifica, opera la humanidad sobre la superficie del mundo, un ámbito desértico, en el que agonizan, dispuestos a lo que sea, por un poco de "agua", que les permita seguir deambulando sin brújula por el gigante desierto, para cumplir la estrategia de satanás, de adiestrarlos desde ahora, en el mundo, muy caliente, sin forma, ni incentivo, para su llegada al desierto eterno-infierno-, no los agarre tan de sorpresa. 

Santiago 3: 13/18 13 ¿Hay entre ustedes alguien verdaderamente sabio y entendido? Que demuestre su sabiduría con su buena conducta y con buenas obras hechas con humildad. El verdadero sabio no es orgulloso. 14 Pero si ustedes están llenos de celos y rivalidad, no tienen por qué dárselas de sabios. Su orgullo es una mentira que oculta la verdad. 15 Esa no es la clase de sabiduría que viene del cielo sino terrenal, producto de la mente; aunque en realidad viene del demonio. 16 Por eso, donde hay celos y rivalidad, también hay desorden y toda clase de mal. 17 Pero la sabiduría que viene del cielo es, ante todo, pura. También es pacífica, considerada y flexible. Además siempre es compasiva y produce una cosecha de bondad. Así mismo es justa y sincera. 18 Aquellos que promueven la paz por medios pacíficos están sembrando una cosecha de justicia. PDT.

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