!!! Encerrados ¡¡¡, ...

Genesis 7: 15/16 15 Y vinieron a Noé al arca, de dos en dos, de toda carne, en que había espíritu de vida. 16 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios: y el SEÑOR lo encerró. JBS.

... en el "Hueco de la Mano de Dios, cuidados como a la Niña de su Ojos, hechos testigos del Poder de Dios, desplegado, como evidencia de su Justicia, infalible, para dar a cada quien conforme a sus obras, ese proceso sin termino, ni medida, que lleva adelante el Plan supremo del Creador, para mantener la armonía de su creación, la identificación de los frutos de sus Amorosas e infalibles Manos, frutos personales, hijos auténticos, para los que todo, siempre procede para bien, pues la ruina de los apóstatas, es para posicionar a los hijos.     

Zacarias 2: 8/11 8-9 (12-13) El Señor todopoderoso me ha enviado con este mensaje contra las naciones que los saquearon a ustedes: «Cualquiera que toca a mi pueblo, toca a la niña de mis ojos. Por eso, yo mismo lucharé contra esas naciones, y haré que sus propios esclavos las saqueen.» Así mostrará su gloria el Señor todopoderoso, y así comprenderán ustedes que él fue quien me envió. 10 (14) El Señor afirma: «¡Canten de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre ustedes!» 11 (15) Cuando esto suceda, muchas naciones se unirán al Señor. Y él dirá: «También estas naciones serán pueblo mío. Y yo viviré entonces entre ustedes.» Así comprenderán ustedes que el Señor todopoderoso me ha enviado. DHH.

No existe el "poder humano", capaz de construir un "bunker", en que se crea protegido, aún si contrata mercenarios, para que cierren las puertas desde afuera, y autoconvencerse que está encerrado, protegido de las amenazas de sus congéneres, y de las entidades que lo amenazan y que no entienda más allá de la superstición, que cargan envuelta, en afirmaciones, que no sabe porque pronuncia, como por ejemplo; "dios no existe, y el diablo tampoco", en medio del terror por lo que le pueda hacer la madre naturaleza, la mala suerte, ... 

Romanos 8: 28/36 28 Y ya sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme al Propósito son llamados (a ser santos). 29 ¶ Porque a los que antes conoció, también les señaló desde antes el camino para que fueron hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el Primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que señaló desde antes el camino, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. 31 ¶ ¿Pues qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién será contra nosotros? 32 El que aun a su propio Hijo no escatimó, antes lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que los justifica. 

34 ¿Quién es el que los condenará? Cristo, Jesús, es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también demanda por nosotros. 35 ¿Quién nos apartará de la caridad de Cristo? ¿tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 (Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos estimados como ovejas de matadero.) 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar de la caridad de Dios, que es en Cristo, Jesús, Señor nuestro. JBS.

La revelación descriptiva, con la que Cristo Jesus, nos sitúa en Genesis 6, lo que aonte4cia, como forma de "vida", era la más execrable orgia, entre los hijos de Dios, los gigantes, y las hijas de los hombres, seres, que por lo que declara El Creador, hacían lo que, a su manera de juzgar, era el disfrute de la gran "civilización", en la que con seguridad ostentaban medios, extracorporales, que se suelen llamar armas, para controlar los limites en que cada sector de la sociedad, y de la religión, mantenía el equilibrio de la injusticia-pecado-. 

Lucas 17: 22/30 22 Les dijo a sus discípulos: ―Llegará el tiempo en que ustedes desearán ver por lo menos uno de los días del Hijo del hombre, pero no podrán. 23 Algunos les dirán: “¡Allá está!” o “¡Aquí está!”, pero no vayan, no los sigan. 24 Porque el día del Hijo del hombre, él resplandecerá como un relámpago que ilumina el cielo de un lado hasta el otro. 25 Pero primero tiene que sufrir mucho y ser rechazado por la gente de esta generación. 26 »Cuando regrese el Hijo del hombre, las cosas estarán como en los tiempos de Noé: 27 comían, bebían y se casaban, hasta el día en que Noé entró en el barco, llegó el diluvio y los destruyó a todos. 28 »Lo mismo pasó en tiempos de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y edificaban. 29 Pero cuando Lot salió de Sodoma, cayó fuego y azufre del cielo y acabó con todos. 30 »Así será el día en que el Hijo del hombre aparezca. NBV.

Todo el poder de la mezcla extraña, de seres, que se produjo sobre la tierra, dando forma y razon al "mundo", junto con su Poder, fueron abatidos, en pocos segundos, y los monumentos, y formas de poder, sis armas, sus secretas confabulaciones de grupo, los bunkers, las monumentales edificaciones, las mansiones y los "tugurios", todo por completo fue destruido por el Poder del Creador, de manera que las hazañas, de las simples, elementales, débiles, ignorantes, criaturas, se pudrió, sumergido bajo las aguas.

2 de Pedro 2: 4/10 4 Dios no dejó sin castigo a los ángeles que pecaron. Al contrario, los envió al infierno y los puso en cavernas oscuras, donde estarán hasta el día del juicio. 5 Tampoco dejó sin castigo al perverso mundo antiguo, sino que le mandó el diluvio, del que sólo salvó a Noé, quien enseñaba vivir para agradar a Dios, y a siete personas más. 6 Dios también castigó a las ciudades de Sodoma y Gomorra reduciéndolas a cenizas. Estas ciudades son ejemplo y advertencia de lo que les espera a quienes están en contra de Dios. 7 Pero Dios salvó a Lot, un buen hombre que se angustiaba por la mala vida que llevaba esa gente perversa. 

8 Lot era bueno, pero su corazón se atormentaba por todo lo que tenía que ver y oír todos los días viviendo entre tantos perversos.[a] 9 Esto es una prueba de que Dios sabe rescatar de las dificultades a los que dedican su vida a él, pero también sabe cómo castigar a los perversos mientras esperan el día del juicio. 10 El Señor castigará sobre todo a aquellos que se dejan llevar por sus sucios deseos y no respetan su autoridad. Ellos son los falsos maestros, atrevidos y tercos, que no tienen miedo de insultar ni siquiera a los poderes superiores[b]. PDT.

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