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Ezequiel 16: 53/59 53 Y cambiaré su suerte[a], la suerte[b] de Sodoma y de sus hijas, la suerte[c] de Samaria y de sus hijas, y junto con[d] ellas, tu propia suerte[e], 54 para que cargues con tu humillación y te avergüences de todo lo que has hecho cuando seas consuelo para ellas. 55 Y tus hermanas, Sodoma con sus hijas[f] y Samaria con sus hijas, volverán a su estado anterior; también tú y tus hijas volveréis a vuestro estado anterior. 56 El nombre de tu hermana Sodoma no era mencionado en tu boca el día de tu soberbia,
57 antes que fuera descubierta tu maldad. Como ella has venido a ser tú el[g] oprobio de las hijas de Edom[h] y de todas sus vecinas y de las hijas de los filisteos que te desprecian por todos lados. 58 Llevas sobre ti el castigo de tu lascivia y de tus abominaciones —declara el Señor. 59 Porque así dice el Señor Dios: Yo haré contigo como has hecho tú, que has despreciado el juramento violando el pacto. LBLA.
... evidente, de la acumulación milenaria, inequívoca de la experiencia humana, en que se expone, se demuestra, por las consecuencias, la irrefutable verdad, de la cosecha, que dio, da y seguirá dando su fruto; el fruto de la siembra, dedicada, como lo haría el mejor de los hortelanos, el cultivador excelente, que se entrega por entero, a cuidar su cultivo, solo que asombrados somos testigos de la semilla, que es usada, en una variedad tan descompuesta, que se llama pecado, explicación de cada "ejercicio", humano en injusticia.
Lamentaciones 5: 7/10 7 Nuestros antepasados pecaron y ahora están muertos, pero nosotros sufrimos las consecuencias de sus crímenes. 8 Los sirvientes nos gobiernan y no hay quien nos libere de su poder. 9Arriesgamos nuestra vida para conseguir comida en medio de los peligros del desierto. 10 Nuestra piel está tan caliente como un horno por la fiebre que nos causa el hambre. PDT.
El campo para la "siembra es el mundo", el encubierto astuto, saboteador, es satanás y sus demonios, "los hortelanos, los sembradores", son los seres humanos, sometidos como esclavos, a asesinarse, a engañarse, a mentir, para conseguir los premio diarios, al estilo de los atletas que al final del entrenamiento, y de los esfuerzos durante la competencia, reciben los laureles, aderezados por la sangre, de los niños, los cónyuges, los ancianos, satisfacción orgullosa egoísta, fundada en el odio, que avanza segura, hacia el infierno.
Mateo 13: 24/28,36/39 24 Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero, mientras dormían los trabajadores, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Cuando el trigo brotó y dio fruto, apareció también la cizaña. 27 Entonces, los siervos fueron a preguntarle al dueño del terreno: “Señor, ¿acaso no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde salió la cizaña?” 28 El dueño les dijo:
“Esto lo ha hecho un enemigo. 36 Cuando despidieron a la multitud y regresaron a la casa, sus discípulos le pidieron que les explicara el simbolismo de la mala hierba y el trigo. 37 ―Muy bien —comenzó—: Yo soy el labrador que siembra el grano selecto. 38 El terreno en que se sembró es el mundo y las buenas semillas son los súbditos del reino; las malas hierbas son los súbditos de Satanás. 39 El enemigo que sembró la mala hierba entre el trigo es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.» RVC/NBV.
Como se puede asimilar, la caótica, actitud de la gente de todos los tiempos, y muy en particular, la gente, que ha estado en este planeta por los últimos dos mil años, altamente entrenada, intensamente adiestrada para pecar, es decir para dar rienda suelta a su odio, llegando a igualar a satanás, su entrenador, mentiroso, que les ha prometido que "irán al cielo", principalmente como "consecuencia de su prácticas religiosas", porque su carácter asesino, engañador, mentiroso, aberrado sexual, no sera tenido en cuenta en esa consecuencia.
1 de Juan 3: 7/10 7 Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; 8 pero el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo. 9 Ninguno que sea hijo de Dios practica el pecado, porque tiene en sí mismo el germen de la vida de Dios; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. 10 Se sabe quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo, porque cualquiera que no hace el bien o no ama a su hermano, no es de Dios. DHH.
Como es posible que un labriego de alto rendimiento en la siembra del pecado, de odio, que es su elevadísimo estilo de "vida", señalado infaliblemente por Cristo Jesus, como, la cizaña, que sera amontonada y echa al infierno-quemada-, tenga la capacidad, cuente con los méritos, que de por si, en lo literal, son imposibles, en cuanto a tratar de ser trigo, siendo en realidad la más estéril, desértica, inútil cizaña, hecho, de la simpleza que resulta de la comparación, que concluye, como el trigo, no pretende ser trigo, sino que estructuralmente lo es.
Lucas 16: 7/10 7 Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; 8 pero el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo. 9 Ninguno que sea hijo de Dios practica el pecado, porque tiene en sí mismo el germen de la vida de Dios; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. 10 Se sabe quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo, porque cualquiera que no hace el bien o no ama a su hermano, no es de Dios. NTV.