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Jeremías 3: 21/22 21 »Se oyen voces en las lomas desiertas: ¡son los israelitas, que lloran y piden compasión!
Se desviaron del camino recto y se olvidaron de mí, el Señor su Dios. 22 Vuélvanse a mí, hijos rebeldes, y yo los curaré de su rebeldía.» DHH.
... mudas , voces muertas, ruidos humanos, que les parecen cantos, tonadas, aderezadas, con fingidos tarareos, vocalizados al aire, pues aire son, dado que las supuestas, direcciones en que van "dirigidas", son improvisaciones mentales-de las almas-, de los cantores, que no conocen al que pronuncian dios, diosa, poder, erróneamente, estimulados, por voces, sordas, mudas, y muertas, de los que dejan oír sus, salmodias, como estimulo para la gente que lideran, motivándolos, sobre que el ruido, les atraerá, beneficios.
Lucas 17: 12/18 12 y al entrar en cierta aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia, 13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros! 14 Cuando Él los vio, les dijo: Id y mostraos a los sacerdotes. Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. 15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. 16 Y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús[a], dándole gracias; y este era samaritano. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo ninguno que regresara[b] a dar gloria a Dios, excepto este extranjero? LBLA.
Diez seres humanos, levantaron sus "voces", parecían iguales, como ellos parecían iguales; y lo eran en cuanto a su enfermedad, pero nueve fueron voces mudas, muertas, lanzadas al azar de sus insignificantes creencias supersticiosas, ignorantes en todo, superficiales practicantes religiosos, ciertamente solo una voz, solo una persona, un samaritano, fue dotado de la capacidad para "ver", a Dios, en aquel al que de comienzo vio como un hombre mas, él regreso y postrado en revente agradecimiento, supo que voz fue escuchada.
Sofonías 3: `14/16 14 ¡Canta, ciudad de Sión! ¡Da voces de alegría, pueblo de Israel! ¡Alégrate, Jerusalén,
alégrate de todo corazón! 15 El Señor ha retirado la sentencia contra ti y ha rechazado a tus enemigos. El Señor, el Rey de Israel, está en medio de ti: ya no tendrás que temer mal alguno. 16 En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: «¡No tengas miedo, Sión, ni dejes que tus manos queden sin fuerzas!» DHH.
Las ignorantes, irreverentes voces religiosas, enmarañadas en las ceremonias y cultos religiosos, que retumban en los escenarios de sus fingidas celebraciones, enarboladas con aturdimientos espiritistas, hilan palabras que fueron pronunciadas como aquel ex leproso, o como el Dulce Cantor de Israel, alejados como esta, el suelo del firmamento, de las personales, genuinas razones, por las que fueron pronunciadas, cara a cara con Cristo Jesús, en sumisa, humildad causada por el conocimiento, del Único que puede conceder Bendiciones.
Amos 5: 21/26 21 «Odio todos sus grandes alardes y pretensiones, la hipocresía de sus festivales religiosos y asambleas solemnes. 22 No aceptaré sus ofrendas quemadas ni sus ofrendas de grano. Ni siquiera prestaré atención a sus ofrendas selectas de paz. 23 ¡Fuera de aquí con sus ruidosos himnos de alabanza! No escucharé la música de sus arpas. 24 En cambio, quiero ver una tremenda inundación de justicia y un río inagotable de rectitud. DHH.
El amor compartido por Cristo Jesús y sus hermanos, es el Amor que le manifiestan al Padre, El Padre que los sostiene en su regazo lleno de ternura, y los colma de todo lo que ellos, "realmente necesitan"; ¿porque si tienen a Dios como Padre, que otra cosa pueden necesitar?; por tanto las voces de los hijos, de los hijos no son sonidos guturales, vacíos, muertos, son alabanzas nacidas de sus corazones, henchidos de amor, son dulces, y temerosas voces de glorificación, de enaltecimiento a su Creador, y Dios, y Padre.
Jeremías 55: 15/19 15 El Señor hizo la tierra con su poder y la preserva con su sabiduría. Con su propia inteligencia desplegó los cielos. 16 Cuando habla en los truenos, los cielos rugen con lluvia. Él hace que las nubes se levanten sobre la tierra. Envía el relámpago junto con la lluvia y suelta el viento de sus depósitos. 17 ¡Toda la raza humana es necia y le falta conocimiento! Los artesanos quedan deshonrados por los ídolos que hacen, porque sus obras hechas con tanto esmero son un fraude. Estos ídolos no tienen ni aliento ni poder. 18 Los ídolos son inútiles; ¡son mentiras ridículas! En el día del juicio todos serán destruidos. 19 ¡Pero el Dios de Israel[a] no es ningún ídolo! Él es el Creador de todo lo que existe, incluido su pueblo, su posesión más preciada. ¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre! NTV.