!! anónimos ¡¡, ...
Isaías 55:6/11 6 Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora, mientras está cerca. 7 Que los malvados cambien sus caminos y alejen de sí hasta el más mínimo pensamiento de hacer el mal. Que se vuelvan al Señor, para que les tenga misericordia. Sí, vuélvanse a nuestro Dios, porque él perdonará con generosidad. 8 «Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos—dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. 9 Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos. 10 »La lluvia y la nieve descienden de los cielos y quedan en el suelo para regar la tierra. Hacen crecer el grano, y producen semillas para el agricultor y pan para el hambriento. 11 Lo mismo sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envíe. NTV.
... disfrazados, se mueven, deambulan los seres humanos, tratando de conseguir pasar desapercibidos, mimetizados en la jungla, en el mundo, formado por anónimos camaleones, que se confunden, creyéndose, distintos, los que son parte de la gigante mentira formada por la verdad de cada anónimo, escondido e su deliberada, decisión de evitar, encontrar la verdad, acerca de su identidad, el tácito rechazo a la Paternidad, Justa, Santa, Amorosa de su verdadero Padre.
Jeremías 18: 12/17 12 Ellos te van a decir: “¡No pierdas tu tiempo! Preferimos vivir como a nosotros nos gusta y seguir tercamente las malas inclinaciones de nuestro corazón.”» 13 Por eso, el Señor dice: «Pregunten entre las naciones, si alguien ha oído cosa semejante. ¡El pueblo de Israel ha hecho algo muy horrible! 14 ¿Desaparece alguna vez la nieve de las altas rocas del Líbano? ¿Se secarán acaso las frescas aguas que bajan de las montañas? 15 Pero mi pueblo me ha olvidado, y ofrece incienso a dioses falsos. Se ha extraviado en su camino, el camino antiguo, y sigue senderos desconocidos. 16 Así ha convertido su país en un desierto, en un constante motivo de asombro. Todo el que pase por él moverá espantado la cabeza. 17 Yo, como un viento del este, dispersaré a Israel; lo haré huir de sus enemigos. Yo le volveré la espalda, no la cara, cuando llegue el día de su castigo.» DHH.
La raza, la estirpe, que señala Cristo Jesús, en que se sumergen los seres humanos, para desconocerlo, para rechazarlo, para auto declarar, que "no existe", los hace forasteros, en la eternidad, del cielo, reservada para los hijos que se han identificado por completo, en absoluto a su Único y absoluto, Creador y Dios y Padre, en la Obra Todopoderosa-Sobrenatural-, realizada, en el ciento por ciento de la naturaleza humana, cimentada en el ciento por ciento de la Naturaleza Divina.
Mateo 23: 27/32 27 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza. 28 Así son ustedes: por fuera aparentan ser gente honrada, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad. 29 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos, 30 y luego dicen: “Si nosotros hubiéramos vivido en tiempos de nuestros antepasados, no habríamos tomado parte en la muerte de los profetas.” 31 Ya con esto, ustedes mismos reconocen que son descendientes de los que mataron a los profetas. 32 ¡Terminen de hacer, pues, lo que sus antepasados comenzaron! 33 »¡Serpientes! ¡Raza de víboras! ¿Cómo van a escapar del castigo del infierno? DHH.
Ciudadanos del mundo, forasteros del cielo, así operan la gente, de la misma manera que su impostor padrastro, temblando aterrorizados, ante la Verdad, de su Majestuosa Identidad, de Su Persona, Inmensamente inalcanzable, pero, pero que por Atributos de su Carácter, decide, hacer de los redimidos, justificados, regenerados, y nuevos nacidos hijos, el templo, Sagrado en que El Habita, llevando a efecto, el Plan de revelación, de Su Persona, para los anónimos camuflados, en el fugas tiempo del mundo.
Juan 3: 16/21 16 »Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no se acerca a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21 Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sea evidente que sus obras son hechas en Dios.» RVC.
Así, las cosas, los ciudadanos del mundo, tenidos como forasteros en el reino de los cielos, continuaran su eternidad como ciudadanos del infierno, en tano los ciudadanos del cielo, son tenidos como forasteros, como inmigrantes, por los ciudadanos del mundo, y continuaran en su vida eterna, como ciudadanos del cielo, como podría ser diferente, si los primeros, evadieron. a sabiendas, o ignorantemente, su verdadera identidad, para garantizar el placer, la felicidad de su existencia de pecado, mientras los segundos, "están el gozo de su Señor".
Hebreos 11: 8/13 8 Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que él le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a dónde iba, 9 y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa. 10 Porque Abraham esperaba aquella ciudad que tiene bases firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor.
11 Por fe también, aunque Sara no podía tener hijos y Abraham era demasiado viejo, éste recibió fuerzas para ser padre, porque creyó que Dios cumpliría sin falta su promesa. 12 Así que Abraham, aunque ya próximo al fin de sus días, llegó a tener descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar, que no se puede contar. 13 Todas esas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos, y las saludaron reconociéndose a sí mismos como extranjeros de paso por este mundo. DHH.