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Jeremías 10: 21/24 21 Los pastores perdieron el juicio, ya no consultan al Señor; no son competentes y se ha dispersado su rebaño. 22 Corre la noticia: “Ahí llega un estruendo imponente desde el norte, que convertirá a las ciudades de Judá en desolación, en cueva de chacales”. 23 Ya sé, Señor, que la persona no es dueña de su conducta; que no es dueño el caminante de ir regulando sus pasos. 24 Corrígeme, Señor, pero hazlo con medida, si no tu cólera acabaría conmigo. BLPH. 

... es, la fe, de quien cree ser dueño de su significado, al menos acepta que la fe es la convergencia de lo que no se sabe con claridad que es en el entorno de la mente y del cuerpo, pero que, su dirección-converge=, en algo o alguien que puede, resolver los asuntos que exceden sus capacidades físicas, mentales-alma-, de modo que la operación de esa fe, es la convicción interior, de contar sin duda con aquel en quien se ha confiado, mas allá de la capacidad human y las supercherías, seudo espirituales.

Santiago 1: 5/7 5 Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno. 6 Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro. 7 Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor, 8 porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su conducta. DHH.

La gigante masa de seres humanos, los que ocupan las posiciones que le dan forma a la sociedad y al sistema religioso, esgrimen la fe, entre muchas otras manifestaciones de sus grupos religiosos, de manea que todo lo que son religiosamente hablando, es la evidente realidad, de su fe, esa mentalización, de su existir y sus contenidos, que deja ver sin lugar a dudas que la convergencia de su fe son ellos mismos; es la fe que expresan verbalmente, como dirigida, a sus deidades, supersticiones y demás, que los identifican.

Santiago 4: 1/3 1¿Qué provoca las guerras y los pleitos entre ustedes? Pues son las pasiones que luchan dentro de ustedes. 2 Ustedes desean algo y no lo consiguen. Entonces matan y sienten envidia, porque no pueden obtener lo que quieren. Pelean y se hacen la guerra. No tienen porque no piden. 3 Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propios placeres. NBV.

Esa "convergencia" a que nos referimos, indica el despojo de toda posibilidad, de quien ejerce la fe, para solucionar, lo que a su juicio, deba ser solucionado, en todos los ordenes de la existencia, principalmente en lo relacionado con la "salud' y con el bienestar que resultaría de contar con necesidades, "que requieren ser suplidas", dejando que el deposito de la fe, obre, dando lugar a la perfecta sumisión, la lineá de autoridad, ante quien se presentan los "asuntos", que sucederán conforme a su decisión.                  

2 Crónicas 16: 11/13 11 La historia de Asá, desde el principio hasta el fin, está escrita en el libro de los reyes de Judá y de Israel. 12 En el año treinta y nueve de su reinado, Asá enfermó gravemente de los pies; pero en su enfermedad no recurrió al Señor, sino a los médicos. 13 Murió en el año cuarenta y uno de su reinado, DHH.

El ser humano social y religioso de todos los tiempos, opera usando sus recursos, estos que se suman en su voluntad, desde la que hace lo imaginable e inimaginable para conseguir sus fines, para completar sus planes, es "típico", por siempre que la gente, maquine. dilucide, trame y cometa, cada uno de los hechos de su existencia, verbalizando vacíamente artilugios, sobre sus decisiones, unas que no ha consultado con sus "deidades", unas que son su manera de anticipar, el "éxito", de lo que decidió hacer. 

Sofonías 1: 3/6 3 Aniquilaré toda persona y animal: no dejaré pájaros en el cielo ni peces en el mar; haré perecer a los malvados y exterminaré a todo ser humano sobre la superficie de la tierra —oráculo del Señor—. 4 Extenderé mi mano contra Judá y contra todas las gentes de Jerusalén; borraré de este lugar hasta el último rastro de Baal: a todos sus servidores y sacerdotes; 5 a los que adoran en los terrados al ejército de los cielos, a los que se postran ante el Señor jurando al mismo tiempo por él y por Milcón, 6 a los que se alejan del Señor y no lo buscan ni consultan. BLPH.

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