!! señalados !!, ...

Levítico 19: 27/28 27-28»No recorten las patillas de su cabello ni se afeiten la barba completamente, ni se hagan heridas ni tatuajes, como una manera de rendir culto a los muertos. Yo soy el Dios de Israel. TLA. 31»¡Vamos, atacad a esta nación indolente que vive del todo confiada, nación que no tiene puertas ni cerrojos, y que vive muy aislada! —afirma el Señor—. 32Sus camellos serán el botín, y su numeroso ganado, el despojo. Dispersaré a los cuatro vientos a los que se rapan las sienes; de todas partes les traeré su ruina —afirma el Señor—. Jeremias 49: 31/32 CST. 

... desde sus mentes-almas-, exponentes de las señales internas que afloran en sus cuerpos como evidencia "imborrable", de su dependencia, de su sometimiento de transcendencia muy antigua, que prevalece y se robustece en tiempo presente en avance progresivo hasta la culminación que nos es revelada en el apocalipsis, cuando a las señales que imprimieron en sus cuerpos como anticipo, reciba la "recompensa" final, al recibir la marca de la bestia.   

Apocalipsis 13: 12/18 12Cuando estaba en presencia de la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada, ejercía toda la autoridad de ésta, y hacía que la tierra y sus habitantes la adoraran. 13También hacía grandes prodigios, al grado de que a la vista de todos hacía que cayera fuego del cielo a la tierra. 14Por medio de las señales que se le permitía hacer en presencia de la primera bestia, engañó a los habitantes de la tierra y les mandó que hicieran una imagen de la bestia, que vivió a pesar de tener una herida de espada. 15También se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que ésta hablara y mandara matar a todo aquel que no la adorara. 16Además, hizo que a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente, 17y que nadie pudiera comprar ni vender si no tenía la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. 18Aquí hay sabiduría. El que tenga entendimiento, que calcule el número de la bestia, pues es el número de un ser humano, y es el seiscientos sesenta y seis. RVC.

El poder de la realidad en que la humanidad se debate, permite identificar quién, es quién, a bordo de las gigantescas naves sociales y religiosas, en que los seres humanos responden a su "estigmatización" rasguñando y motilando" sus cuerpos en abierta disposición para agregar a su manera de vivir realizada en el pecado-injusticia-, los símbolos de su identidad; es sencillo comprobar que de cada diez seres humanos, ocho muestran estas señales.

2 de Corintios 5: 14/17 14El amor de Cristo nos domina, porque estamos convencidos de que Cristo murió por todos, y por eso todos han muerto. 15Él murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí mismos, sino para agradar al que murió y resucitó por ellos. 16Así que dejémonos de medir a los demás por lo que el mundo piense de ellos. Y aunque a Cristo lo hayamos conocido de esa manera, ya no lo haremos más. 17Por lo tanto, si alguien está unido a Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha quedado atrás y lo nuevo ha llegado! NBV. 17Por lo demás, les pido que no me causen más sufrimientos, porque tengo cicatrices en mi cuerpo que muestran que pertenezco a Jesús. Galatas 6: 17 PDT. 

Quienes son los que llevan en su cuerpos la evidencia espiritual que emerge de sus corazones, como nueva creación, aquellos, quienes que por su insensibilidad ante la santidad, que es justicia por amor, son participes de la tragedia de la cruz, para que su arrepentimiento no sea blasfemia imperdonable, en fingido sufrimiento, sino la verdad de haber muerto, a la  muerte insensible, son creados como personas dotadas de vida, plenamente sensibles a la santidad, y conocedores del Pecado.

1 de Juan 4: 1/6 Estimados hermanos, actualmente hay muchos falsos profetas en el mundo. Por eso, no le crean a todo el que dice estar inspirado por el Espíritu. Mejor pongan a prueba a todo que dice ser profeta [a] para comprobar si viene de Dios. 2Así es como reconocerán al Espíritu de Dios. Todo profeta [b] que diga: «Yo creo que Jesús es el Mesías que vino al mundo y vino como ser humano», es de Dios. 3Y todo profeta que no confiese a Jesús, no es de Dios sino del enemigo de Cristo. Ustedes ya han oído que el enemigo de Cristo viene, y ya está en el mundo. 4Hijitos, ustedes son de Dios y por esto ya han derrotado a los enemigos de Cristo porque el que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo. 5Ellos son del mundo, hablan de lo del mundo y el mundo les hace caso. 6Pero nosotros somos de Dios, y el que conoce a Dios hace caso de lo que decimos; pero el que no conoce a Dios no nos hace caso. Así es como podemos distinguir entre el que habla por el Espíritu de la verdad [c] y el profeta que habla por un espíritu que engaña a la gente. PDT. 

Las señales que acompañan a los nuevos nacidos, los que en Cristo Jesus son hechos nuevas criaturas, son en cuerpo, alma-mente- y espíritu genuina exaltación de Dios, pues son el templo en que Cristo Jesus habita, son "marcas"-cicatrices infligidas por los seres humanos, herederos de los que sacrificaron. molieron, destrozaron, hasta el verdadero sufrimiento al Unigénito de Dios, los arrogantes, muertos que creyeron felizmente haber "asesinado", al Creador.

1 de Pedro 2: 4/7 4Acérquense al Señor Jesús, quien es la piedra viva, rechazada por los hombres, pero elegida y de mucho valor ante Dios. 5Ustedes también son como piedras vivas que Dios utiliza para construir un templo espiritual. Ustedes sirven a Dios en ese templo como sacerdotes santos, y por medio de Jesucristo ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios. 6Pues así también dice la Escritura: «Miren, pongo en Sion la piedra principal, elegido por su mucho valor. El que confíe en esa piedra, no será defraudado». [a] 7Para ustedes los que creen, esa piedra les dará honra; pero en cuanto a los que no creen: "La piedra que los constructores rechazaron se ha convertido en la piedra principal». [b] PDT. 16¿Acaso no saben ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes? 1 de Corintios 3: 16 DHH. 

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