!!! Personal !!!, ...
Lucas 1: 68/75 68«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimir a su pueblo. 69Nos ha levantado un poderoso Salvador en la casa de David, su siervo, 70tal y como lo anunció en el pasado por medio de sus santos profetas: 71“Salvación de nuestros enemigos, y del poder de los que nos odian.” 72Mostró su misericordia a nuestros padres, y se acordó de su santo pacto, 73de su juramento a nuestro padre Abrahán: Prometió que nos concedería 74ser liberados de nuestros enemigos, para poder servirle sin temor, 75en santidad y en justicia todos nuestros días delante de él. RVC.
... es la relación entre los que convalidad como pacto, lo que le da su significado, dentro del marco en que el pacto se hace efectivo, porque los que pactan se identifican en absoluto con el Proponente, individual, soberanamente, pues la observancia de lo convenido, de lo pactado, es la evidencia de la comunión, que los envuelve en completa identificación con los contenidos, que conllevan al desarrollo de los dones, los talentos, las capacidades, maduran dia a día.
Efesios 2: 11/13 11Recordad, pues, que en otro tiempo vosotros los gentiles en la carne, llamados incircuncisión por la tal llamada circuncisión, hecha por manos en la carne, 12recordad que en ese tiempo estabais separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía[a] de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo. 13Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por[b] la sangre de Cristo. LBLA.
En lo personal es imposible hacerse partícipe de "un pacto", que fue establecido con "alguien de mi familia", señalando este hecho como suficiente para ejercer como derecho propio, lo que fue prometido bajo convenio individual, de manera que los "beneficios", o los "perjuicios", son un justicia personales, individuales, basados en la obediencia-observancia- practica de las estipulaciones del convenio, del pacto.
Gálatas 3: 15/17 15Hermanos, hablo en términos humanos[a]: un pacto, aunque sea humano[b], una vez ratificado nadie lo invalida ni le añade condiciones. 16Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia[c]. No dice: y a las descendencias[d], como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: y a tu descendencia, es decir, Cristo. 17Lo que digo es esto: La ley, que vino cuatrocientos treinta años más tarde, no invalida un pacto ratificado anteriormente por Dios, como para anular la promesa. LBLA.
Es invalido por completo, incluirse en las promesas hechas a Abraham, Isaac y Jacob, si no tenemos por esencia al testador del pacto, Cristo Jesús, con quien, uno por uno, se establece en lo personal, el pacto que es herencia, ciertamente en Abraham, por lo que hizo, por su manera de vivir conforme al pacto, que obró en la fe que es en Cristo Jesús, y tomara forma de herencia real, no por la pronunciación del pacto, sino por hacer lo efectivo.
Santiago 2: 20/24 20Pero, ¿estás dispuesto a admitir[a], oh hombre vano[b], que la fe sin obras es estéril[c]? 21¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar? 22Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras[d], la fe fue perfeccionada; 23y se cumplió la Escritura que dice: Y Abraham creyó a Dios y le fue contado por[e] justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24Vosotros veis que el hombre es justificado por las obras y no solo por la fe. LBLA.
Beneficios libres de perjuicios-bendiciones y no maldiciones- son respuestas concretas en el orden espiritual, a ser parte ejecutora del Pacto, mediante la relación personal que sella el Espíritu Santo en la Persona de Cristo Jesús; no hay, no puede haber mayor engaño, que el aquellos que cargan una copia del Pacto, bajo el brazo, mientras desarrollan su naturaleza carnal, mundanal y diabólica, en cumplimiento del pacto "natural", que los obliga desde la crisis del paraíso.
2 de Corintios 3: 1/6 ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos acaso que presentarles a ustedes, o pedir de ustedes, cartas de recomendación, como hacen algunos? 2Nuestras cartas son ustedes mismos, y fueron escritas en nuestro corazón, y son conocidas y leídas por todos. 3Es evidente que ustedes son una carta escrita por Cristo y expedida por nosotros; carta que no fue escrita con tinta sino con el Espíritu del Dios vivo, y no en tablas de piedra sino en las tablas de corazones que sienten. 4Ésta es la confianza que tenemos ante Dios por medio de Cristo. 5Y no es que nos creamos competentes por nosotros mismos, como si esta competencia nuestra surgiera de nuestra propia capacidad. Nuestra competencia proviene de Dios, 6pues él nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica. RVC.