! menospreciable !, ...

Malaquías 1: 6 6»El hijo honra al padre, y el siervo respeta a su señor. Pues, si soy padre, ¿dónde está la honra que merezco? Y si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe? »Yo, el Señor de los ejércitos, les hablo a ustedes, los sacerdotes, que menosprecian mi nombre, y que incluso dicen: “¿Y cómo puedes decir que menospreciamos tu nombre?” RVC. 6»Porque yo, el Señor, no cambio. Por esta razón ustedes no han sido completamente destruidos, porque mi misericordia dura para siempre, aunque ustedes sean tan volubles. Malaquías 3: 6 NBV. 

... pequeñez dela miserable fe que demostramos al afirmar que no hemos tenido, esta, ó aquella experiencia, que explique algo diferente, a las muy sobreestimadas dimensiones de nuestro "cuerpo de gusano", recorridas y sobrerecorridas, extasiados en los recovecos, ondulaciones y bifurcaciones, de los en promedio 160 centímetros, que son comunes al conglomerado, a la especie que consumen su existencia, intentando previsibles, obvias maniobras para "aumentar su tamaño".

Hebreos 12:1/3 1Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan grande nube de testigos a nuestro alrededor, liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. 2 Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios. 3 Por lo tanto, consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen. RVC.


¿Cómo osamos discurrir sobre el Creador del Universo inconmensurable, infinitamente Inmenso, pues es el escenario en que cumple su Atributo Divino de la Omnipresencia, del Omnipotente Inmenso Dios, mientras usamos instrumentos metrológicos, aplicados a la extension de nuestro "miserable cuerpo", empleando pedancia de oruga-gusano-, orgullo enorme, como de casi dos mil centímetros, arrogancia que se mide en el tamaño del "cerebro de la oruga".

Job 25: 2/6 2Dios es poderoso y temible; él establece la paz en el cielo. 3Sus ejércitos son incontables, su luz brilla sobre todos. 4 ¿Podrá, pues, un simple hombre ser puro e inocente frente a Dios? 5A sus ojos, ni la luna tiene brillo ni son puras las estrellas, 6 ¡mucho menos el hombre; este gusano miserable! DHH. 22 ¿Qué? ¿Acaso nos atreveremos a despertar los celos del Señor? ¿Piensan que somos más fuertes que él? 1 de Corintios 10: 22 NTV. 

El menosprecio de las diminutas criaturas, hacia dios, es simple, es obvio resultado de la "guerra entre dioses y diosas", puestos en los "agujeros de los arboles" en que las orugas hacen "sus nidos"; este grupo de orugas, subestima a las diosas y dioses de aquel grupo de orugas que dibujó distinto las figuras de sus diosas y dioses, despreciados por estos respecto de aquellos porque, en cambio de dibujos pusieron figuras hechas en arcilla y quenadas al horno, en que se queman ladrillos.

Isaias 46: 4/7 4 Los seguiré cargando cuando envejezcan y les salgan canas. Yo los hice y cuidaré de ustedes; yo los cargaré y los salvaré. 5 »¿A quién me les parezco? ¿Con quién me pueden ustedes comparar o igualar apropiadamente? 6 Hay quienes derrochan su oro y pesan plata en una balanza. Luego contratan a un orfebre para que les haga un ídolo de oro. Después se inclinan y lo adoran. 7 Lo levantan y lo cargan en hombros, lo ponen en su lugar y lo dejan allí. El ídolo no se mueve de donde lo pusieron. Si uno le grita, él no responde; no salvará a nadie de sus angustias. PDT. 

El claramente delimitado terreno en que se mueven frenéticamente las orugas, recibe el nombre de mundo, se trata del extremadamente pequeño ámbito en que gobierna satanás como dios de "ese mundo", haciéndoles creer a las orugas que todo lo que son y lo que podrían ser, esta confinado al suelo, en que las hojarascas les sirven de trinchera ante "los depredadores", de los que deben estar aterrorizados siempre, siendo gran ganancia, evitar ser devorado durante algunos minutos.

Isaias 14: 9/15 9Allá abajo en el lugar de los muertos [a], todo es emoción en espera de tu llegada. Las sombras de los muertos se levantan, salen a tu encuentro todos los líderes de la tierra, los reyes se levantan de sus tronos. 10Todos ellos responderán y te dirán: «Tú también perdiste fuerza como nosotros, terminaste igual». 11Al lugar de los muertos vino a parar tu orgullo y la música de tus arpas. Allí te espera tu cama de gusanos y tu cobija de lombrices. 12¡Qué caída tuviste desde los cielos, lucero de la mañana! Tú que conquistaste las naciones, ¡cómo caíste derribado por el suelo! 13Tú te decías: «Subiré al cielo, levantaré mi trono sobre las estrellas de Dios. Visitaré la montaña donde los dioses se reúnen, allá en las laderas del Safón [b]. 14Subiré bien arriba, por encima de las nubes más altas y seré como el Altísimo». 15Pero has sido derribado hasta el lugar de los muertos,
a las profundidades del abismo.
PDT. 

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