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Ezequiel 39: 17/24 17Así ha dicho Dios el Señor: «Hijo de hombre, diles a las aves de toda especie, y a todas las fieras salvajes, que se junten de todas partes y vengan acá, a participar del gran sacrificio que voy a ofrecerles sobre los montes de Israel. Van a comer carne y a beber sangre. 18Comerán la carne de guerreros, y beberán la sangre de príncipes de la tierra, y de carneros, corderos, machos cabríos, bueyes y toros, todos ellos engordados en Basán. 19Comerán grasa hasta quedar hastiados, y beberán hasta embriagarse la sangre de las víctimas que sacrifiqué para ellos. 20En ese banquete que les ofreceré se saciarán de caballos y de aguerridos jinetes, y de toda clase de hombres de guerra.
Palabra de Dios el Señor.
… religioso es el aval de la naturaleza humana reducida a sus apetitos e instintos localizados en el cuerpo, promovidos, animados, motivados positivamente desde sus mentes-almas-, bajo la influencia del engañador, el astuto mentiroso que le da forma al asesinato, el que destruye a estos para satisfacer a este, el que miente para envilecer disfrazando el efecto como satisfacción "merecida"; el furtivo traidor que se dice fiel ahora, y enseguida traiciona, justiciando su trafuga inconsistencia como culpa, como pecado del engañado, que se acongoja-no se arrepiente- y acepta ser culpable.
Efesios 2: 1/3 1Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. 2Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible[a]—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. 3Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás. NTV.
Ser culpable por la comisión de "aquello" que le dibujo, el que és pecado, el que és muerte, sellando el ciclo del pecado y su fruto la muerte en cada segundo de la existencia humana. Esta manipulación del insignificante, hace de su completa esterilidad, el desierto ardiente en que lo inútil, es el espejismo que aparece y desaparece frente a la agónica criatura anclada a la mentira, que por la maquinación del destructor, traslada a sus engañados como si fuera de ellos.
Judas 1: 5/7 5Quiero recordarles algo que ustedes ya saben: que el Señor [a] salvó a su pueblo de Egipto pero luego destruyó a los que no creyeron. 6Acuérdense también de los ángeles que no conservaron su posición de autoridad sino que abandonaron su propio lugar. Dios los mantiene en la oscuridad, atados eternamente con cadenas, esperando el gran día del juicio. 7Recuerden también a Sodoma y Gomorra y a las ciudades cercanas. Dios las condenó al fuego eterno porque cometieron inmoralidades y perversiones sexuales. Son como los ángeles antes mencionados, su castigo nos sirve de advertencia. PDT.
Lo que no es de ellas, las criaturas lo aceptan como suyo, siendo la realidad a la que ha sido confinado el engañador junto con sus secuaces por el Creador; es la forma como las criaturas son hechas parte de la mayor tragedia posible al entendimiento humano, porque extiende la insignificancia eternamente, de desierto a infierno, pudiendo recuperar la "pequeñez", que es identidad personal ante la cruz en que Cristo Jesús, restaura a cada uno de los hijos de Dios.
Gálatas 4: 4/7 4Sin embargo, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley. 5Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos; 6y debido a que somos[a] sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre»[b]. 7Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios, y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero. NTV.
Pequeños ante la intensidad de Dios, pequeños, ante la Majestad Amorosa, inmensa del Amor del Padre, plenos de significado, participes de la inmensidad de Dios, en la inmensa realidad de su cuidado por la humanidad, dado el propósito que cada hijo recibe inherente a la vida que le ha sido restaurada, pequeños gloriosamente, porque el Unico Inmenso, es El Creador, cimiento de la fe que centrada en la Inmensidad, es confianza sin par, absoluta en el Unico y Absoluto Dios.
Hebreos 12: 1/6 1Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan grande nube de testigos a nuestro alrededor, liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. 2Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios.
3Por lo tanto, consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen. 4En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre; 5y ya han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni te desanimes cuando te reprenda;
6porque el Señor disciplina al que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.» RVC.
3Por lo tanto, consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen. 4En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre; 5y ya han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni te desanimes cuando te reprenda;
6porque el Señor disciplina al que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.» RVC.